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Contxto – Un tweet de Trump o una historia de Instagram de Kyle Jenner jamás hubieran podido causar el mismo daño que Covid-19 le provocó a toda una industria.
En la actualidad existen dos puntos de vista acerca del futuro de la industria de viajes. Algunos dicen que la industria está arruinada y otros que se está cotizando con un descuento enorme.
Muchos no creen que podremos regresar a los niveles anteriores de movimiento. ¿Podrá ser este el final del viaje como lo conocemos? Yo sí lo creo. Pero la clave está en el cómo.
Verás, no creo que este sea el final de los viajes en absoluto. El viaje simplemente evolucionará.
Estar en Silicon Valley era un factor importante si deseabas ingresar a la industria de la tecnología a través del networking. Así como estar en Wall Street ayuda a entrar a la de las finanzas a través de reuniones y almuerzos con banqueros. Lo mismo ocurre con el entretenimiento en Los Ángeles y la política en Washington.
Pero, ¿cuál es el punto de estar allí cuando las personas con las que te fuiste a juntar, ahora, se reúnen en Zoom?
Este mes, los blogs declararon la «muerte» de la ciudad de Nueva York e incluso hubo publicaciones en Medium e hilos en Twitter sobre las «Cinco razones por las que me voy del Bay Area».
Algunos usuarios de Twitter incluso decidieron adelantarse y abandonar sus ciudades sin siquiera saber adónde ir. Bastante audaces.
O quizá, no tan audaces. Quizás es algo que ha estado en la mente de todos y solo necesitaban un ligero empujón, algo así como una pandemia global, para decidirse a dar el paso. Claramente, aquí hay una tendencia que hay que analizar.
Una industria de por vida
La industria de viajes alcanzó niveles récord en 2018. Según la Organización Mundial del Turismo, el mercado en 2018 alcanzó los US$1.7 billones, o el 2 por ciento del PIB mundial.
Adelantémonos dos años, a la época actual, y la capacidad de las aerolíneas ha caído en un 31 por ciento interanual en México y un 44 por ciento en Brasil.
También en México, la intención de comprar boletos de avión o alojamiento, medida en búsquedas, se redujo un 40 por ciento en la primera mitad del 2020.
La industria de la región en general, incluidas las agencias de viaje en línea (OTA), el alojamiento y el transporte, sufrieron pérdidas que oscilaron entre el 40 por ciento y el 63 por ciento en la primera mitad de 2020.
Por ejemplo, Despegar, informó una pérdida de US$57 millones en su último trimestre, como resultado de una caída del 96 por ciento en las reservaciones brutas. Auch.
Sin embargo, a pesar de todo lo que ha pasado, Despegar acaba de recaudar US$200 millones en una transacción de acciones privadas con los fondos de riesgo (VC) L Catterton y Maha Capital.
No quiero decir que estos fondos predicen el futuro, pero también pueden apostar por una industria descontada.
Además de eso, y a pesar de que su acuerdo para Best Day Travel se puso en pausa, Despegar adquirió recientemente a Koin. La startup brasileña ayudará a los usuarios de Despegar a pagar en cuotas mensuales, en lugar de pagos por adelantado.
Quitarles presión a las billeteras de los usuarios mediante la distribución de los pagos en efectivo es una estrategia inteligente. Quizás incluso una que será tendencia.
Entonces, sí; los viajes sufrieron mucho, pero todavía no saques conclusiones. En una de esas, la industria podría soportar más golpes que Rocky Balboa.
La industria puede cambiar, pero el deseo de viajar permanece … ¿en nuestros genes?
Hace un par de años, hubo una tendencia que se hizo viral en las redes sociales y los medios tradicionales. Aparentemente, había «pruebas que comprobaban científicamente el afán humano por los viajes».
Más de unos cuantos medios afirmaron que algunas personas tenían una predisposición por viajar y que sus genes justificaban el impulso de una curiosidad infinita.
Tras una larga búsqueda, no pude encontrar un solo trabajo de investigación serio que dijera explícitamente que había un «gen de viaje». Esto fue lo mejor que pude encontrar.
En resumidas cuentas, DRD4, un gen regulador de la dopamina, y DRD4-7R, una variante del mismo gen, generalmente se encuentran en personas con menor sensibilidad a la dopamina.
Esta peculiaridad genética se traduce en una característica de la personalidad; una que busca constantemente experiencias que liberen más de este neurotransmisor. Esta es la supuesta correlación con la búsqueda de experiencias nuevas.
Se cita vagamente como una de las causas psicológicas detrás de la migración humana, incluso en la antigüedad.
Mi plan no es ahondar en los detalles neurológico, pero abundan las especulaciones sobre la predisposición humana a viajar.
De hecho, ninguna especie en el mundo se ha establecido en tantas regiones como los humanos, y a pesar de las correlaciones vagamente ligadas, es probable que tú mismo conozcas a personas que no pueden dejar de viajar. Para algunos parece ser innato.
No es para todos, pero el hecho es que seguramente hay suficientes personas que no pueden quedarse quietas para pintar el escenario que estoy a punto de describir como una tendencia generalizada.
Tendencias que cambiarán los viajes
América Latina tiene dos evidentes ventajas con respecto al auge de esta redistribución de los viajes.
Conforme los estadounidenses y europeos comiencen a salir de sus ciudades y a viajar por su país y el resto del mundo, América Latina podría convertirse en el destino predilecto por sus bajos costos de vida y excelente clima.
Puede decirse que los ingresos en divisas extranjeras son el principal objetivo de los destinos turísticos, más que los de viajeros nacionales. En un mundo laboral a distancia, la línea entre uno y otro será cada vez más borrosa.
Como lo hablé con Alexander Torrenegra en uno de nuestros episodios de Futurismo más recientes. Estamos viendo cambios masivos más temprano que tarde.
Esas y las siguientes tendencias serán las razones por las que los viajes prosperarán y ganarán terreno durante los próximos años:
Viajes descentralizados
Piénsalo. Anteriormente, había épocas específicas en las que grandes multitudes de personas se concentraban en lugares específicos. Piensa en tus vacaciones de Navidad en Disneyland. Pero hoy en día, el trabajo y las vacaciones son cada vez más asincrónicos y descentralizados.
La descentralización de los viajes significa que la industria crecerá horizontalmente. También significa que veremos una mayor fragmentación del mercado.
Las grandes cadenas hoteleras y una pequeña porción de las ciudades que solían absorber la mayor parte de los ingresos turísticos, tendrán dificultades. Por el contrario, veremos a anfitriones individuales y hoteles boutique en ciudades pequeñas competir por esos mismos consumidores.
No más piscinas y parques temáticos abarrotados. Creo que comenzaremos a ver más aventuras al aire libre y pequeñas experiencias íntimas.
Lo pequeño es bello
Como lo dijo el CEO de Oyo Rooms, Mandar Vaidya, a KrASIA, «el segmento de hoteles económicos se recuperará más rápido que el segmento premium y de lujo, ya que las personas tendrán menos ingresos disponibles».
Mandar también cree que existe una fuerza inercial de consumidores de actividades tanto comerciales como de ocio que están generando una demanda para estos servicios.
Él opina que una vez que se eliminen los aislamientos y “los patrones de viaje se normalicen”, estos consumidores ayudarán a la recuperación de la industria. No estoy totalmente de acuerdo con lo que dijo sobre la “normalización de los viajes” pero sí creo que la demanda aumentará conforme se quiten las regulaciones obligatorias.
En América Latina, la copia de Oyo, Ayenda Rooms, está ayudando a estandarizar los viajes descentralizados. Los hoteles boutique de baja visibilidad y presupuesto ahora pueden aumentar sus ingresos gracias a la plataforma de Ayenda.
No solo eso, la estandarización de los servicios ayuda a tranquilizar a los escépticos que se preocupan por la higiene.
Además, la identidad de marca y la familiaridad, ya sea que los consideres como ventajas competitivas o no, definitivamente fomentan la confianza de los consumidores. El hecho es que los viajeros conocen a Ayenda; saben que sus prácticas no cambian sin importar a donde vayan.
Te guste Starbucks o no, la estandarización de la experiencia es una ventaja, especialmente cuando están en juego la salud del consumidor y las prácticas de higiene de empresas desconocidas.
Airbnb, la plataforma hotelera descentralizada por excelencia, es la herramienta perfecta para los destinos escondidos. Junto con Ayenda, las personas pueden visitar pueblos pequeños, experiencias al aire libre y lugares menos concurridos al permitir que las personas rentan su alojamiento sin que las cadenas hoteleras tengan que construir para que las personas vayan.
Ahora, una pequeña playa para surfistas en Puerto Vallarta, México, puede disfrutar del gasto turístico sin la inversión turística que antes requería.
En resumen, las experiencias y alojamiento descentralizados, íntimos e individuales se volverán más comunes, en contraste con los destinos turísticos más concurridos.
Un estilo de vida nómada
Incluso antes de Covid-19, 8 millones de personas en los Estados Unidos ya trabajan a distancia, lo que representaba un 5.2 por ciento de la población. Durante los últimos cinco años, la tendencia creció un 44 por ciento. Y seguirá creciendo a un ritmo exponencial.
Si bien está claro que no todo puede hacerse de forma remota, un artículo reciente, “¿Cuántos trabajos se pueden hacer en casa?”, encontró que el 37 por ciento de la fuerza laboral de EE. UU. podía realizar sus trabajos de forma remota.
Otro documento, “Trabajar desde casa durante Covid-19: ¿Quiénes se ven afectados? Evidencia de países de América Latina y el Caribe ”, sugiere que existe un grado de variabilidad según la metodología para realizar el análisis y otras variables.
Por ejemplo, utilizando la misma metodología citada en la publicación estadounidense “¿Cuántos trabajos se pueden hacer en casa?”, los datos revelan que del 14 al 35 por ciento de los empleados latinoamericanos podrían hacer su trabajo a distancia, dependiendo del país.
Sin embargo, utilizando otra metodología —conocida como el índice Saltiel—, sólo del 7 al 16 por ciento de la población latinoamericana podría trabajar desde casa; Guatemala y Honduras son los puntos de datos más bajos y Bahamas los más altos.
La riqueza facilita el viaje
El documento también concluye que existe una correlación positiva entre las profesiones con mayores ingresos y que requieren más habilidades y poder realizarlas desde casa, lo que, sinceramente, no es ninguna sorpresa.
Sin embargo, existe una discrepancia entre dos países. Por ejemplo, el documento menciona que el 55 por ciento de los gerentes brasileños pueden trabajar desde casa, mientras que en Paraguay, solo el 13 por ciento de las personas en puestos gerenciales podrían hacerlo.
Curiosamente, aunque la investigación acaba de salir (2020), algunas de estas encuestas tienen más de 10 años. Por lo tanto, podría decirse que algunas tendencias de trabajo remoto que se muestran en el papel podrían ser mayores de lo que sugieren los datos.
Teniendo en cuenta que el mercado laboral de América Latina se centra en el trabajo físico, la tasa de crecimiento del trabajo remoto definitivamente será más lenta o incluso limitada a un número mucho menor que la de EE.UU.
Sin embargo, los trabajos de oficina y las empresas que puedan implementar el trabajo a distancia, lo harán.
El auge de la coempresa
Los viajes a distancia impulsados por el trabajo aumentarán, impulsados también por la flexibilidad de la organización del viaje y el alojamiento que están surgiendo en todo el mundo. Pero no me hagas caso a mí, mejor mira lo que está haciendo la panameña, Selina.
La cadena de co-working y co-living no solo está «sobreviviendo» la pandemia, todavía sigue creciendo.
Solo este mes Selina se expandió a Atenas al inaugurar oficialmente su primer hotel en Grecia. También lanzó su tercer edificio en el Reino Unido, que ahora opera en Birmingham, Manchester y próximamente en Londres.
«Cuando abrimos nuestra primera Selina, ya estábamos pensando en el futuro del trabajo», dijo Rafi Museri, cofundador y CEO de Selina.
“Siempre supimos que el futuro significaría un trabajo más remoto, y las personas quizás eligieran vivir en países más baratos para poder permitirse un estilo de vida más experiencial y orientado a los viajes. Y creo que el coronavirus realmente acaba de acelerar esta tendencia».
Ahora, Selina está lanzando un servicio de suscripción para nómadas digitales, básicamente apostando por la redistribución de la población. ¿Por qué?
La gente dejará las grandes ciudades donde la única razón para quedarse son los trabajos y el networking. Hoy en día, las redes sociales y las comunidades en línea son prueba de que el networking ya no necesita estar vinculado a la ubicación física.
A medida que el futuro del trabajo se vuelve cada vez más descentralizado y digital, es probable que más personas se vayan a lugares con un costo de vida más bajo.
Los productos más nuevos de Selina, Nomad Passport y CoLive, incluyen servicios de suscripción mensual que abarcan desde los US$180 a US$2,000. Imagínate eso, paquetes con todo incluido en lugares tropicales por una fracción de lo que cuesta vivir en Seattle o Nueva York.
Con ese mismo contexto en mente, Selina lanzó B2B Remote Work Pass, que permite a los empleadores comprar espacios de co-working y co-living para sus empleados que trabajan a distancia.
Por lo tanto, el alquiler no solo puede ser una ventaja para el empleador a partir de ahora, sino que también podría ser más asequible que pagar una oficina de 80 dólares por pie cuadrado en San Francisco.
Si la gente ahora puede vivir en «vacaciones permanentes», geográficamente hablando; el tiempo y el espacio ya no son limitantes.
Podrías estar en México hoy, volar a Colombia mañana y la dinámica laboral seguirá siendo la misma.
La startup mexicana Guru De Viaje, que permite a los usuarios encontrar vuelos más baratos que los normales, podría convertirse en una herramienta valiosa para los nómadas perpetuos. Aquellos que buscan escapar de la rutina y moverse a lugares inesperados en momentos inesperados.
Turismo local
De hecho, los viajes en avión están sufriendo. Su recuperación depende de la adopción de nuevas medidas de higiene, no solo por parte de las aerolíneas y los aeropuertos, sino también por los propios viajeros.
Sin embargo, viajar por aire no desaparecerá así como así, aunque es muy probable que el turismo local predomine.
Las startups y compañías que ofrecen escapadas rurales podrían superar a los que ofrecen servicios y hospitalidad. Recuerda, las pandemias no eliminan el deseo humano al ocio y la exploración.
Local Adventures, Jubel, Wheel The World y Awake Travel son algunas de esas empresas que proporcionan servicios a los entusiastas de las experiencias al aire libre.
Empresas hoteleras con tecnología
Las propias empresas hoteleras y de viajes tendrán que mejorar sus ofertas si quieren sobrevivir y prosperar. Las herramientas que ayudan a estas empresas a reducir costos, optimizar recursos y aumentar las ventas serán cada vez más valiosas para quienes están teniendo dificultades.
Si bien los viajes eran principalmente un negocio pasivo, cíclico y donde tenían que buscar a los clientes, con ingresos relativamente predecibles, ahora se convertirán en un modelo de negocio donde los clientes los buscan a ellos.
Las empresas deberán buscar clientes y promoverse durante todo el año. Y ya no solo durante temporadas de vacaciones específicas. Ya no pueden esperar que los consumidores las busquen a ellas; Tendrán que darles caza.
Guru Hotel
Guru Hotel, por ejemplo, ayuda a los propietarios y gerentes de hoteles independientes a aprovechar al máximo la tecnología. Les permite crear sitios web en minutos, específicamente diseñados para las necesidades de la industria hotelera. Esto significa que pueden integrar las aplicaciones y API necesarias sin problemas. Eso está muy bien, la tecnología no debería ser un gasto, sino una inversión.
GetABed
GetABed también ofrece servicios web para hoteles. La compañía está capacitando a los hoteles para que tomen el control de su embudo de marketing y adquisición en lugar de confiar ciegamente únicamente en las OTA.
Su sitio web dice, “de todos los invitados que adquiriste a través de una OTA, el 70 por ciento visitó tu sitio antes de comprar. Con GetABed, podrá retener y convertir ese tráfico de inmediato». Esta es una herramienta que pretende disminuir el costo de los productos vendidos y aumentar los márgenes.
Travl Join
Travl Join ofrece a las empresas información e inteligencia sobre los clientes potenciales y los patrones de comportamiento de los viajeros. Utiliza el aprendizaje automático para «encontrar viajeros imposibles de encontrar en la Web».
Lo hacen mediante la comprensión del destino, el deseo y los intereses de un viajero. Con herramientas como Travl Join, las marcas hoteleras y de viajes pueden comprender la dinámica de sus mercados a un nivel macro, así como adquirir y convertir usuarios de forma individual.
Todas las herramientas que devuelven el poder a los proveedores de servicios.
Sueños ambiciosos: el Uber de los aviones
Imagina un futuro en el que los consumidores puedan «alquilar» aviones con todo y piloto; un Uber para viajes aéreos. Esto ya está sucediendo.
Incredible, verdad?
Elevate de Uber está creando vehículos aéreos compartidos de bajo costo, pero principalmente para viajes dentro de la ciudad. ¿Una aerolínea multinacional para aviones individuales podría ser el siguiente paso para los viajes aéreos?
Ahora, no solo empresas como BlackBird y Surf Air están apostando por los viajes privados. En América Latina, Flapz, una plataforma colombiana, tiene como objetivo crear un mercado para viajeros y propietarios/pilotos de aviones privados.
En este momento, el puro concepto plantea demasiadas preguntas, tal vez incluso una que otra burla.
¿Cuánto cobrarán para cubrir los costos y hacerlo sostenible y rentable? ¿Cuántos clientes podrán pagar ese precio? ¿Hay suficientes pilotos y propietarios para hacer de este un servicio confiable?
Flapz todavía es un bebé, pero tenemos precios de referencia de sus equivalentes estadounidenses Surf Air y BlackBird. Surf Air ofrece membresías que comienzan en los US$1,900 mensuales, o reservaciones on-demand que se cobran por hora y varían según las distancias y el modelo del chárter.
Este es el tipo de sueños ambiciosos que me encanta cubrir. Pronto analizaremos mas a fondo a esta empresa.
Tomando el VuS: viajar como un servicio
«Como un servicio» ya era un sufijo claramente popular.
Los viajes eran una de las industrias que no había aprovechado al máximo las membresías en comparación con otras industrias tradicionales. Creo que los ingresos recurrentes y predecibles podrían ayudar a las empresas de viajes y hotelería como Selina y Flapz a cubrir algunos de los altos costos variables.
Es seguro decir que alguien podría vivir de las suscripciones de Selina y Flapz por menos que alquilar una casa y tener un automóvil.
De hecho, también estoy empezando a considerar un cambio de estilo de vida.
-VC
Traducido por Alejandra Rodríguez