Contxto – Una vez más los repartidores de plataformas de entrega de alimentos están en huelga. Protestaron hace poco más de un mes y los pedidos en las apps disminuyeron con menos trabajadores disponibles que pudieran realizar pedidos.
Los repartidores de Costa Rica, Guatemala, Brasil, Ecuador, Chile y Argentina fueron convocados (hoy 1) a parar operaciones y salir a las calles para desafiar el status quo de su actual situación laboral.
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Aunque, de entre todos estos países parece que las cosas se pondrán más intensas en Brasil. Pero no únicamente en términos de repartidores manifestándose, sino también por el alto número de casos de coronavirus en Brasil que los ponen en riesgo.
Huelga de repartidores en América Latina
De cualquier forma, en todos los países las demandas de los repartidores son más o menos consistentes con lo que ya habían exigido:
- Salario mínimo y un bono en caso de emergencia
- Justicia para los repartidores que han sido asaltados o asesinados durante el trabajo
- Suficiente equipo de protección y salud acorde con las largas horas de trabajo
- Que los repartidores dejen de ser bloqueados arbitrariamente en la app
- Términos y condiciones coherentes para los trabajadores
Considerando que esta es la tercera huelga que han hecho, los repartidores tienen la esperanza de generar un impacto significativo en el futuro.
“Primero que nada, este movimiento no es nuevo. Las manifestaciones son un reflejo de una ola de mayores cambios”, dice Franklin Lacerda, director de estudios en la brasileña Consultoría de Análisis Económico.
“Segundo, en esta coyuntura, estas huelgas reflejan una situación que agrega presión para los próximos meses. Este impulso puede conducir a grandes cambios en la gestión e incluso modificar el modelo de negocio a mediano plazo”.
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Pros y contras (como siempre)
Si bien las plataformas han insistido que están tomando las medidas y protocolos necesarios para mantener a los repartdiores a salvo, es normal que las cosas no siempre salgan de acuerdo a lo planeado. Entonces los repartidores podrían estar expuestos si hubiera fallas en la supervisión.
Pero bloquear a algunos de estos conductores puede estar justificado. En meses recientes he visto a una buena cantidad de socios de UberEats y Rappi que no han cumplido con protocolos o han tomado otras rutas para completar más de una entrega en un solo viaje.
Como usuarios, por ahora, lo mejor que podemos hacer es ayudar a los repartidores siendo generosos con las propinas. Pero tampoco hay que tolerar errores de su parte o de parte de las plataformas de entrega de comida.
La lucha sin duda continuará.
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-ML
Traducido por Alejandra Rodríguez