¿Sacudirá una ley argentina a las entregas de última milla en Latam?

Contxto – El jueves pasado (16) el parlamento de la capital argentina aprobó una ley que regula ciertos aspectos de los servicios de última milla. En resumen, a las compañías de entregas, como Rappi, UberEats, Glovo y PedidosYa, en general les gustó; los trabajadores en general la odiaron. 

La forma en que ambos manejen las consecuencias tendrá fuertes implicaciones para la industria de entregas de última milla en el resto de América Latina. 

Rappi, UberEats, Glovo y PedidosYa: apps felices

Buenos Aires ahora tiene un nuevo régimen regulatorio, el cual tiene contentas sobre todo a las compañías de entregas de última milla. La ley oficializa que ahora los repartidores deben:

  • No tener ninguna sanción de tráfico registrada
  • Estar en un registro de repartidores

Pero, quizá lo mejor para las compañías, el gobierno oficialmente los convirtió en “intermediarios”, liberándolos de la carga de ser empleadores formales de sus repartidores.

Es por esto que los trabajadores no están contentos, incluso si, en parte, en teoría la ley tiene elementos favorables a ellos. Desde el punto de vista positivo, la ley declara que las apps de última milla deben proporcionar a los repartidores:

  • Seguros
  • Capacitación de manejo
  • Equipo protector, tanto en térimnos de seguridad en las calles así como un kit de salud para la pandemia

El problema es que no aborda el tema clave que tiene a los trabajadores inconformes.

Los repartidores contraatacan

Los cada vez más organizados trabajadores de entregas no están tomando la nueva ley con los brazos cruzados.

No están contentos en absoluto con la nueva norma, dejándoselo en claro a los legisladores al manifestarse afuera de la legislatura local de Buenos Aires cuando aprobaronla ley. Las cosas se pusieron violentas.

En correspondencia con Contxto, una de las muchas organizaciones de repartidores, Redapps Unidos Argentina, declaró que:

“Estamos en contra a la ley aprobada. Creemos que perjudica a los repartidores. Pareciera una ley hecha a la orden de las empresas. Además, creemos que puede ser un precedente para que otras ciudades saquen leyes parecidas. A pesar de las modificaciones hechas, muchas responsabilidades y sanciones caen sobre los repartidores.”

Representante de Redapps Unidos Argentina

Pero no terminó ahí. Aunque la ley ya está aprobada, los trabajadores están planeando su siguiente jugada y lo harán a una escala mucho mayor a la local. 

El lunes (20), Contxto se enteró de que el gremio de repartidores, la Agrupación de Trabajadores de Reparto (ATR), estaba hablando con sus contrapartes mexicanos para coordinar una respuesta regional.

La ATR fue el principal contingente en las calles protestando por la aprobación de la ley. 

También nos hemos puesto en contacto con las compañías de última milla para que comentaran al respecto. Te mantendremos informado a medida que surjan más noticias.

Implicaciones de última milla en América Latina

Dado que no se aborda el problema principal de las manifestaciones de los repartidores, a final de cuentas, esta ley resuelve poco. Además, su existencia crea exactamente el tipo de situación que podría empeorar para volverse aún más difícil. 

¿Por qué? Porque si la ley pretende atacar un problema llamándose a sí misma una “ley de entregas de última milla”, podría hacer complacientes a aquellos que se benefician del estatus quo. (Por ejemplo, las compañías y quizá también el gobierno). Esto a su vez podría empujar a los trabajadores a tomar medidas extremas. 

Estos problemas deben atacarse, incluso si no se llega a una conclusión satisfactoria para todos los involucrados. El no hacerlo solo ayudará a radicalizar a los repartidores insatisfechos, quienes hasta ahora han sido en su mayoría pacificios y reformistas. 

Comprender la política detrás de estos movimientos es esencial, porque el “gremio” de los trabajadores es más bien una alianza de diferentes organizaciones de repartidores con estrategias divergentes.

Mientras que algunas son conciliadoras otras tienen enfoques más radicales. Cuál predominará al final dependerá de cómo se aborden sus demandas.

Pero viéndolo del otro lado, el problema para las compañías es el modelo económico detrás de sus exitosas apps de entregas de última milla. Estas son dependientes de una relación flexible entre ellos y los trabajadores. Recuerda que legalmente, la app no contrata a los repartidores.

¿Qué es peor? ¿Que estas compañías se vengan abajo o que los grandes problemas de la precarización laboral no se resuelvan? Es una pregunta que el ecosistema de startups latinoamericanas debe responder en conjunto.

A final de cuentas, alguien tiene que ceder y a menos que las compañías y los trabajadores se sienten y se pongan creativos para resolver sus problemas, las cosas podrían ponerse mucho peor de lo que se pusieron a las afueras del la cámara legistlativa de Buenos Aires.

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-AG

Traducido por Alejandra Rodríguez

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