Lo que hizo Latam a la sombra de la retirada de Softbank y Tiger Global

Un manual de lecciones para el futuro

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Al principio, causó una pequeña conmoción en el ecosistema. Las startups latinoamericanas se asustaron al pensar que los principales inversores de la región, como SoftBank y Tiger Global, se retiraban debido a una estrategia interna de retirada de determinados mercados.

Sin embargo, lo que al principio parecía un contratiempo pronto se convirtió en una poderosa fuerza que ha estado remodelando el ecosistema de la región desde entonces, con muchas nuevas sociedades de capital riesgo ocupando el espacio que dejaron estos grandes actores.

Los países latinoamericanos pudieron aprovechar la retirada de SoftBank y Tiger Global para desvelar una serie de oportunidades -y lecciones- para los fondos locales e internacionales que antes no tenían ninguna posibilidad.

Al disminuir la afluencia de capital extranjero, el centro de atención se desplazó hacia los inversores autóctonos. A medida que escasea el acceso al capital, los empresarios se ven obligados a innovar pensando en la sostenibilidad, adoptando prácticas de bootstrapping y estrategias de crecimiento más reacias al riesgo. Una retirada del capital riesgo significa más competencia por los pequeños fondos comunes, y teniendo en cuenta el complejo entorno macroeconómico, los pocos inversores dispuestos a asignar capital riesgo están pidiendo enormes primas de riesgo por su dinero.

Sigo siendo optimista en el ecosistema de innovación de Latinoamérica. Señalemos cinco áreas en las que creo que Latam está abriendo camino tras la retirada de los grandes actores del capital riesgo: La sólida comprensión de su ecosistema, la diversificación de las fuentes de financiación, la aparición de talento local, el refuerzo de la colaboración regional y la tutoría más allá del capital.

El factor del capital riesgo local

Los capitalistas de riesgo de América Latina se habían visto eclipsados en gran medida por los actores de capital riesgo extranjeros en los últimos años. Pero ahora se están convirtiendo en actores centrales. Con su presencia sobre el terreno, las sociedades de capital riesgo locales están en una posición única para realizar evaluaciones exhaustivas y diligencias debidas que se ajusten mejor a las necesidades y realidades de su ecosistema local. Es mucho más difícil engañar a una sociedad de capital riesgo local, que tiene un amplio conocimiento de lo que hablan los empresarios a puerta cerrada y una vasta red de contactos con los que investigarte. Esta proximidad también permite un enfoque de inversión más prudente, que fomenta el crecimiento sostenible reduciendo los riesgos asociados a las valoraciones infladas o a las empresas equivocadas.

Además, los inversores locales conocen su mercado y la dinámica actual, lo que les ayuda a invertir en empresas cultural y socialmente relevantes. Les resulta más fácil observar directamente las operaciones, reunirse con frecuencia con los fundadores, aportar un valor añadido mediante la expansión de la red y comprender mejor la base de consumidores locales. Este enfoque ayuda a evitar la probabilidad de que se creen burbujas y a resistir la poderosa atracción de los hypes.

Un conjunto más diverso de inversores

Las empresas locales, las oficinas familiares y las instituciones financieras regionales participan ahora más activamente en las rondas de financiación debido a la menor competencia de los grandes actores, lo que crea un ecosistema de inversión más sólido y estable.

Esto fomenta un entorno más sano y competitivo. Reduce el riesgo asociado a la dependencia excesiva de cualquier canal de inversión dominante, lo que podría mitigar el impacto de la retirada de un único inversor en el futuro.

Las startups también se están beneficiando de la diversificación de las fuentes de financiación. Este cambio ha abierto el acceso al capital, facilitando que una gama más amplia de startups consigan el respaldo financiero que necesitan.

El talento local está teniendo su momento

Las empresas locales que lideran el camino también significan un renovado interés por cultivar el talento local y fomentar la innovación que aborde los retos únicos y los problemas sociales críticos de la región. El talento estaba ahí esperando a ser puesto a trabajar, ya que otros han destacado la mano de obra altamente cualificada de la región, frente a las ideas preconcebidas habituales.

Los inversores locales están más motivados para identificar empresas que tengan un impacto tangible en sus comunidades. Suelen ser más conscientes de las necesidades específicas de sus ecosistemas. Eso significa que saben con quién asociarse para desarrollar soluciones adaptadas a las condiciones del mercado y a las demandas de los consumidores. Desde las soluciones fintech que mejoran la inclusión financiera hasta las innovaciones agritech que impulsan la productividad agrícola, éste es un momento único para que los inversores locales se asocien con el talento local para mover la aguja en cuestiones cruciales.

La unión hace la fuerza

Una colaboración regional más estrecha es un componente clave que impulsa la máquina de innovación de Latinoamérica. Las empresas locales están creando cada vez más redes y asociaciones en toda América Latina, mejorando la conectividad y las estructuras de apoyo del ecosistema general. Estas colaboraciones expresan optimismo sobre el futuro de la región. son cruciales para compartir conocimientos, recursos y mejores prácticas a través de las fronteras, de forma que puedan conducir a un progreso tecnológico más cohesionado y ayudar a capear la volatilidad empresarial y las fluctuaciones económicas.

El objetivo final debería ser crear recursos compartidos, como incubadoras y aceleradoras, y abogar por políticas inteligentes que apoyen la innovación y el espíritu empresarial, ampliando al mismo tiempo su huella fuera de sus ecosistemas locales.

Más allá del capital

Las empresas locales han demostrado ser no sólo inversores fiables, sino también mentores y socios estratégicos. Al tener una cultura compartida, están mejor equipadas para nutrir la relación capital riesgo-fundador. Los inversores globales carecen a veces de un conocimiento profundo de los entresijos de la región, mientras que los locales pueden ofrecer asesoramiento experimentado sobre el desarrollo empresarial, la expansión del mercado y la navegación por los panoramas normativos.

Pero no todo es orientación empresarial. Los inversores locales también aportan una amplia red de conexiones regionales. Estos factores pueden ayudar a las empresas emergentes a prosperar no sólo a nivel nacional, sino también internacional.

Está claro que la retirada de SoftBank y Tiger Global de América Latina, aunque inicialmente supuso un reto, ha catalizado en última instancia una transformación en el panorama de la inversión regional. Mientras América Latina navega por esta nueva era, las lecciones aprendidas de la transición allanarán sin duda el camino hacia un futuro más sólido e independiente.


por Héctor Jirau,
CEO, Parrallel18

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