Norrsken22, un fondo de 205 millones de dólares, se centra en la tecnología y las startups africanas.

  • Las inversiones podrían repuntar por encima de los niveles anteriores a 2020, a pesar de una caída en 2023.
  • El fondo se centra en la expansión de los pagos digitales y los neobancos, especialmente en el África Occidental francófona.

    Sólo en el primer trimestre de este año, se realizaron inversiones sustanciales debido a unas métricas de rendimiento más sólidas en comparación con otros mercados.

    Esta tendencia contrarresta la caída del 31% del capital riesgo el año pasado, hasta los 4.500 millones de dólares, según informó la Asociación Africana de Capital Privado. El descenso estuvo relacionado con problemas económicos como la elevada inflación y la devaluación de la moneda en todas las naciones africanas.

    Novitske se muestra optimista respecto a la recuperación de los niveles de inversión, anticipando una diligencia debida y una implicación operativa más exhaustivas por parte de los inversores. Este cambio pretende garantizar unas estrategias de inversión más sostenibles en comparación con la rápida afluencia impulsada por la pandemia en 2021 y 2022.

    Hasta ahora, Norrsken22 ha invertido en seis empresas, entre ellas la sudafricana Tyme Group. Hay planes para ampliar su cartera a 20 empresas para 2025. Fundado en 2022, el fondo es una colaboración entre Hans Otterling, de Northzone Ventures, y la Fundación Norrsken, de Niklas Adalberth. Apoya a empresas que ofrecen «soluciones lean-tech» como software e IA, con el respaldo de fundadores de unicornios.

    Las inversiones se extienden por Sudáfrica, Nigeria, Kenia y Egipto, y se centran en sectores florecientes como los pagos digitales y los neobancos, sobre todo en el África Occidental francófona, anticipándose a los cambios normativos para estimular la adopción digital.