El pasado 10 de octubre, Santiago de Chile se posicionó como la meca de la innovación financiera en Latinoamérica, gracias a la presentación del Finnovista Fintech Radar Chile 2023, un evento organizado conjuntamente con Visa.
No fue solamente un escaparate de datos cruciales, sino también una demostración palpable de la colaboración entre las grandes entidades financieras, las startups Fintech emergentes y el papel esencial de Finnovista como facilitador de estas uniones.
Numerosos líderes y figuras preeminentes del ámbito fintech participaron en el evento, incluyendo a Manuel Astaburuaga, CEO de Levannta; Vicente Soto Armijo, de Hackmetrix; Belén Sanguinetti de Faaro, entre otros. El evento ofreció un espacio para destacar a las startups fintech chilenas que están revolucionando el sector. Empresas como Faaro, Hackmetrix y Levannta están al frente de esta ola de innovación, proponiendo soluciones financieras más adaptadas y flexibles.
El informe presentado arrojó datos reveladores, destacando que las fintechs en Chile han crecido exponencialmente, con un aumento anual del 29,5% desde 2021, llegando a un total de 300 empresas. Más de la mitad de estas startups se centran en pagos, remesas, gestión financiera y préstamos.
Por otro lado, un notable 54,7% ya integra tecnologías avanzadas, encabezando la adopción en la región. Sin embargo, enfrentan retos, principalmente en su internacionalización y escalamiento.
Vale destacar que según un estudio publicado por la propia Finnovista en colaboración con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en 2021, América Latina y el Caribe ya cuentan con 2.482 empresas de tecnología financiera, cifra que ya suponía el 23% de todas las fintechs a nivel mundial, destacándose particularmente Brasil y México como los principales promotores del sector, y seguido por países que actualmente muestran una tendencia de crecimiento como Colombia, Argentina y Chile.
En resumen, Chile se proyecta como un potente centro de innovación financiera en Latinoamérica. El ecosistema fintech en crecimiento, combinado con las inversiones en capital de riesgo y el respaldo gubernamental, sitúan al país en una posición envidiable. Esta reciente colaboración entre corporaciones, startups y principales actores demuestra el potencial transformador cuando se unen fuerzas para renovar el paisaje financiero.