Enerlink, startup de origen chileno, logró levantar una ronda de USD$3.6 millones después de completar las diligencias debidas.
Con este logro, la empresa planea expandirse al mercado mexicano, además de continuar sus operaciones en Perú y Colombia.
La startup recibió fondos de Corfo y de inversores ángeles, y luego buscaron levantar una inversión de USD$2 millones en una pre serie A, en la que VX Ventures, una entidad relacionada con la petrolera argentina Vista, aportó USD$1 millón.
Sus competidores principales incluyen a Dhemax (adquirida por Copec), Movia y Voltex. En cuanto a la medición inteligente, reconocen que la competencia se encuentra en el extranjero.
¿Qué hace Enerlink?
La startup inició ofreciendo servicios de asesoría a empresas consumidoras de energía con la intención de comprender las necesidades y desafíos reales de sus potenciales clientes.
Su objetivo a largo plazo era convertirse en una empresa tecnológica escalable con un mayor impacto.
Uno de sus primeros clientes fue Tur Bus, a quien Enerlink asesoró sobre su factura eléctrica y luego implementó un servicio de medición inteligente.
Descubrieron que el consumo de energía se duplicaba debido a la carga de autobuses eléctricos en horarios inapropiados, lo que llevó al nacimiento de una nueva línea de negocio: la electromovilidad.
Enerlink desarrolló un sistema para optimizar la carga de vehículos eléctricos y, actualmente, esta área es la que más crece.
Según sus proyecciones, en la próxima década se deben instalar al menos 200 millones de cargadores para vehículos eléctricos en todo el mundo, que deben ser inteligentes y conectados al sistema eléctrico.
En la actualidad, Enerlink gestiona la carga de más de 600 autobuses eléctricos para clientes como Subus, Transmilenio, RED y Colbún.
Cobran una tarifa mensual por la cantidad de cargadores conectados a su plataforma. Además, ofrecen un software que permite a los operadores de flotas controlar y configurar sus dispositivos en tiempo real.
El inicio de la startup
Sebastián Luque tuvo sus primeros vínculos con el sector eléctrico cuando trabajó en la empresa de energía renovable Mainstream, después de graduarse de ingeniería civil en la Universidad Católica en 2010.
En ese momento, Mainstream tenía solo cinco empleados, pero cuando dejó la empresa en 2014, ya contaba con más de 50 colaboradores.
Ese mismo año, se fue a estudiar un máster en ingeniería y gestión en el MIT, luego trabajó en Alta Energy, una empresa del sector energético en San Francisco, que después quebró.
Durante el tiempo que estuvo en Alta Energy, recibió una llamada de un compañero de universidad que formaba parte del directorio de Abrantes, una productora de champiñones. Este amigo buscaba asesoramiento para la gestión de energía en la empresa.
Esta experiencia de consultoría fue un punto de inflexión para Sebastián, ya que siempre había tenido el deseo de emprender. Mientras estaba en Estados Unidos, comenzó a establecer Enerlink.
Pronto, se asoció con dos personas, José Ignacio Dusaillant y Alberto Cárdenas, quienes compartían su visión.