Contxto – Las farmacéuticas y compañías de alimentos invierten millones en I+D para productos nuevos. Así que debe ser terrible cuando se echan a perder productos por algo tan trivial como una temperatura mal controlada.
La startup chilena de IdC (internet de las cosas), UNK, está consciente de este problema y creó sistemas de sensores para ayudar a que los productos se mantengan frescos. La startup ya opera con empresas como la cadena de tiendas de conveniencia Oxxo en México y McDonald’s en Perú.
Aunque UNK también tiene los ojos puestos en Colombia para el 2021. Para eso está cerrando una ronda de inversión.
Startup UNK dice: que no cunda el pánico
En un mundo sin tecnología, las plantas de producción designaban personal para monitorear la temperatura de forma rutinaria. Pero la supervisión humana puede ocasionar la pérdida de productos que nunca salen de la fábrica.
Incluso cuando el personal sigue los controles de calidad al pie de la letra, siempre puede haber contratiempos.
Para enfrentar estos desafíos, la chilena UNK construyó un sistema IdC y una plataforma ScuS (software como un servicio). Esta registra automáticamente la temperatura y niveles de humedad en las cadenas de suministro. Si algo sale mal, notifica a los responsables con un mensaje de texto o correo electrónico. Si esa persona no respondiera en 30 minutos, la plataforma contactará al siguiente al mando.
Además de su combo IdC y ScuS, también desarrolló un algoritmo que ayuda a los clientes a anticipar incidentes y generar informes.
La startup quiere lanzar en Colombia el próximo año. Para ese fin, está hablando con inversionistas y está a punto de levantar US$500,000 según El Diario Financiero.
Qué gran tecnología
IdC y la tecnología de control de temperatura están desempeñando un papel primordial gracias al brote de Covid-19.
Tanto los fabricantes de productos farmacéuticos como los de suministros médicos y las empresas de logística se preguntan cómo diablos van a distribuir efectivamente la vacuna contra el coronavirus asegurándose de que el calor no la eche a perder.
Por otro lado, el e-commerce también está presentando sus propios desafíos en la cadena de frío. Conforme más usuarios compran en línea, las empresas se ven obligadas a manejar mayores volúmenes de productos sensibles a la temperatura como las frutas o la comida congelada.
A pesar de estas circunstancias, yo diría que todavía falta tiempo antes de que el uso de tecnología en la cadena de frío se generalice en las compañías y productores pequeños. Principalmente porque son más reacios a la tecnología y a gastar recursos en este tipo de soluciones.
Por otro lado, las empresas de logística y productoras más grandes dirigirán el ataque y ampliarán la brecha en el servicio de calidad que ofrecen, quedándose así con más clientes de las pequeñas compañías.
Quizá cuando los más pequeños comiencen a sentir la presión, recurrirán a la tecnología para mantener a sus productos y a ellos mismos frescos.
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-ML
Traducido por Alejandra Rodríguez