La startup colombiana de tecnología financiera, Tuily, ha presentado recientemente su tarjeta de crédito empresarial y plataforma de gestión de gastos, diseñadas para apoyar a emprendedores y pequeños negocios en el país. Esta iniciativa cuenta con el respaldo de Mastercard y es emitida por Paymentology.
Alejandro del Río, director regional de Paymentology en Latinoamérica, compartió su entusiasmo sobre la colaboración con Tuily, destacando la misión de la fintech de empoderar a las pequeñas empresas ofreciendo herramientas financieras cruciales para asegurar su crecimiento y estabilidad en el mercado.
Jonathan Tarud, fundador de Koombea y actual CEO de Tuily, ha dirigido su atención hacia esta nueva aventura, enfocándose en el mercado B2B. A pesar de que el segmento de tarjetas de crédito empresariales parece estar bastante saturado, con rivales como Sempli, Clara y Jeeves, Tuily ha identificado y se ha centrado en un nicho particular: empresas más pequeñas que no han tenido previamente acceso al sector financiero.
Tarud, en conversación con Forbes, señaló que mientras otros competidores buscan atender a clientes que ya cuentan con acceso financiero, Tuily busca llenar un vacío, atendiendo a empresas que se incorporan al sector por primera vez.
Hasta el momento, la financiación de la fintech ha venido de recursos propios, pero hay planes de iniciar rondas de inversión y deuda. Con un equipo compuesto por 22 individuos talentosos, Tuily tiene como objetivo alcanzar a 350 empresas como clientes para finales de 2023 y proyecta un crecimiento transaccional del 80% mes a mes.
Ya son 200 las pequeñas y medianas empresas en Colombia que están aprovechando los servicios de Tuily. Su tarjeta de crédito no solo está respaldada por la confianza de Mastercard y Paymentology, sino que también ofrece características contemporáneas como la integración con Apple Pay y la capacidad de gestionar límites y presupuestos en tiempo real. Un aspecto clave es que permite asignar costos por departamentos, consolidar transacciones de diferentes tarjetas y manejar gastos relacionados con viajes corporativos.
La vastedad del mercado colombiano para Tuily es evidente. Según datos de Confecámaras, Colombia cuenta con 1.72 millones de Pymes registradas. De estas, una abrumadora mayoría, alrededor de 1.59 millones, se clasifican como microempresas.
Tarud es optimista y ve la competencia como una señal de un mercado próspero. Su visión para Tuily es clara: desean innovar en la automatización de transacciones y la integración con sistemas específicos. Uno de los principales desafíos que la fintech busca superar es la confusión que surge cuando las finanzas personales y empresariales se mezclan. Además, planean centrar esfuerzos en la centralización de gastos de diferentes cuentas y en la implementación de inteligencia artificial para evaluar riesgos diarios.
Vale destacar que según un estudio publicado por la propia Finnovista en colaboración con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Colombia es el tercer país de América Latina con más empresas de tecnología financiera, consolidandose como uno de los sectores más relevantes dentro del sector.