A Gerry Giacomán no le preocupa si los tiempos en el venture capital son buenos o malos. El CEO de Clara confía en que su fintech puede conseguir inversión en el contexto que sea, aun cuando hay ciertos obstáculos para levantar capital en 2023, pues asegura que cuenta con un modelo de negocio sólido y uno de los mejores equipos en Latinoamérica.
Clara, un unicornio fintech de gestión de gastos y créditos empresariales, levantó una ronda de inversión por USD$60 millones liderada por GGV Capital en abril de este año. “A diferencia del 2021, cuando levantamos tres rondas de capitalización rápidamente, levantar en 2023 requirió mucha más atención”, dijo Giacomán en videollamada con Contxto, desde su oficina en Brasilia, la capital de Brasil.
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Es cierto, “sí es un contexto en el que hay menos capital que en 2021, pero para nosotros ha sido importante siempre estar seguros de que estamos bien capitalizados con fondos para años en el futuro”, asegura Giacomán, cuya empresa ya tiene más de 10,000 clientes, con un foco en empresas medianas y grandes en México, Colombia y Brasil.
Desde hace unos diez meses no se veían mega rondas de venture capital (por arriba de los USD$50 millones de dólares) en Latinoamérica, pero en el segundo trimestre de 2023, las fintechs mexicanas las trajeron de vuelta. Además de Clara, en mayo Kapital levantó USD$65 millones (USD$20 millones en Serie A liderada por Niya Partners y Tribe Capital; y USD$45 millones para colocar en deuda).
Luego, en junio, se dio a conocer que la proptech colombiana La Haus había levantado una Serie C por USD$62 millones, aunque, de acuerdo con una declaración a Reuters de Jerónimo Uribe, cofundador y CEO de La Haus, la ronda se cerró en 2022, pero no quiso ser anunciada públicamente.
Una fuente cercana a la startup dijo a Contxto que “no quisieron hacerle ruido, porque podría tomarse mal”, en medio de un contexto deprimido para las startups en etapas avanzadas para quienes prácticamente el capital de riesgo se había congelado.
La brasileña Daki también recibió una mega ronda de USD$50 millones de dólares en el segundo trimestre de 2023. Pero estos hitos se han dado a cuentagotas si se comparan con lo que ocurría desde finales de 2020 hasta principios de 2022.
Inflación y altas tasas: la diferencia entre levantar capital en 2021 y 2023
Clara se convirtió en unicornio en un prolífico 2021 en inversión de venture capital. La startup cofundada por Giacomán y Diego García recibió en marzo de 2021 una ronda semilla por USD$3.5 millones de dólares que impulsó su arranque de manera sustancial. Dos meses más tarde anunció que cerró una ronda de financiación A de USD$30 millones de dólares. Además de asegurar una línea de crédito renovable de USD$50 millones de dólares.
En ese momento, afirma Giacomán, había “mucha emoción, mucho entusiasmo del impacto que podía tener Clara en la región”. Esto llevó a DST Global, General Catalyst, Monashees y otros inversionistas a invertir en la fintech.
Para diciembre de 2021 Clara recibió una ronda de inversión de USD$70 millones de dólares liderada por la empresa Cotaue, que ha invertido en tecnológicas como Tik Tok y el unicornio mexicano Bitso. Y desde entonces no ha dejado de captar capital de riesgo y de deuda de grandes inversionistas como Goldman Sachs y Axial Capital.
Pero después de 2021 –un año récord de inversión en venture capital en América Latina, donde se recaudaron USD$15,900 millones, según datos de la Asociación para la Inversión en Capital Privado en América Latina (LAVCA)– ha habido algunos ajustes en las valuaciones y hay más cautela de parte de los inversionistas de venture capital. En 2022 sólo se captaron USD$7,800 millones, lo que significa un 50.9% menos que el año anterior.
Las startups que están en Series B y C (y posteriores) son las más afectadas por la cautela del venture capital, “porque ahora el prospecto de salir a bolsa o que te adquieran es castigadísimo en el tema de valuaciones”, asegura Fernando Pontaza, cofundador y managing general partner del fondo de venture capital Invariantes, enfocado principalmente a dar tickets iniciales, aunque también hace inversiones de seguimiento para etapas posterior a Serie A.
Pontaza dice que las empresas en esta etapa están esperando sobrevivir un año o dos y que haya un ambiente de inflación más relajado. “El panorama es complicado, pues la inflación a su turno conlleva un ajuste de perspectivas que no habían existido desde el 2008”, este es el principal obstáculo para levantar capital en 2023.
Las empresas de tecnología esto les afecta particularmente porque tienen un valor el día de hoy, pero cuyos ingresos vendrán de años a futuro, explica el inversionista guatemalteco.
“El valor actual de una empresa de tecnología es descontar sus flujos al presente y así determinarías cuál es el valor de una empresa el día de hoy y si la tasa con la que se descuentan los flujos es más alta, pues más castiga el valor actual de las empresas en ambientes de inflación”, detalla Pontaza.
Bajo estas condiciones ya no es tan atractivo ahora solo invertir en venture capital para conseguir un retorno.
“Al menos la inflación se ha estancado, no ha bajado, pero no está creciendo al ritmo tan alto que había estado creciendo, puede ser una luz al final del túnel”.
Un due dilligence más severo para levantar capital
Además de la inflación y las altas tasas de interés, otro de los obstáculos para levantar capital en 2023 es un due dilligence enfocado en los números de rentabilidad, algo que para las startups es difícil de conseguir debido a su carácter emergente.
Giacomán reconoce que a diferencia de levantar capital en 2021, en 2023 hay “un diligence bastante más profundo”. En momentos de abundancia de venture capital la métrica más importante era el potencial de crecimiento, pero ahora es la rentabilidad.
De cara a esta última ronda, Giacomán comparte:
“Estamos contentos de que hemos completado la auditoría de nuestros financieros desde que iniciamos operaciones, algo que no es muy común entre muchas startups”.
El CEO de Clara presume contar con procesos de una organización ya bastante sofisticada, a pesar de ser una empresa con pocos años de trayectoria. Además, afirma, están acercándose cada vez más a la rentabilidad y a un momento de cotizar en bolsa. “No hay un sentido de urgencia de que tenga que ser ahora, pero pues es algo que se va sintiendo más cerca con el tiempo”.
Pero no todas las startups han sido capaces de acercarse a la rentabilidad en tan poco tiempo y son ellas las que están enfrentando los mayores obstáculos para levantar capital en 2023.
“Antes se levantaba capital con un Power Point, fácil”, recalca Antonio Nunes, cofundador y CEO de la startup colombiana Instaleap. Hace unos meses, esta startup que ofrece un SaaS para digitalizar a los supermercados captó una Serie A por USD$5 millones de dólares, liderada por los fondos Redwood Ventures, Pegasus y Eduardo Castro-Wright, ex-CEO de Walmart.
El CEO de esta startup que cuenta con un equipo de 170 personas y procesa más de dos millones de transacciones al mes, ocupará los recursos obtenidos en el desarrollo de su tecnología para la digitalización de los supermercados.
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Nunes dice que “el nivel de estrés que se pone al caso de inversión es más profundo y más exigente y el due dilligence se demora más tiempo” (el de la Serie A le demoró alrededor de seis meses de inicio al final).
Para levantar capital ahora se necesita, según Nunes:
- Más preparación en la información del pitch
- Ser más organizados durante el due dilligence
- Construir relaciones correctas con los inversores
- Ser consistentes en la ejecución del negocio
- Tener un data room muy transparente
Todo lo anterior le ayudó a generar confianza de los inversionistas en estos tiempos de cautela del venture capital.
Nunes dice que pudo cerrar su Serie A debido a que Instaleap cuenta con un modelo siempre fue muy preocupado con los unit economics y con los fundamentales del negocio. En el pitch de fundraising se hizo énfasis en que casi alcanzan la rentabilidad, pero también en el crecimiento, que el año pasado fue del doble.
En cuanto a las valuaciones en el mundo SaaS, Nunes asegura que “pre crisis, hace un año y medio, se estaban haciendo rondas a múltiplos de 20 veces, pero ahora están en un rango entre 6 y 8 veces”.
Ser rentable sin importar la etapa
Aunque para las startups que se encuentran en etapas pre-semillas o semilla la actividad de inversión ha sido bastante dinámica y las valuaciones tampoco se han afectado en el último año, la búsqueda hacia la rentabilidad es una constante. Como reza el viejo dicho: al torero el valor se le supone.
Helle Jeppsson, cofundadora de Scape, un servicio de spa a domicilio on demand, recibió este 2023 su primera ronda de venture capital por USD$1.3 millones de inversionistas como 500 Global, Amplifica Capital y Angel Ventures.
La clave en un entorno de cautela, dice Jeppsson, fue que Scape ya lleva casi tres años en el mercado y “ya veníamos con bastante facturación y tracción” en sus operaciones en México y Colombia.
“No había levantado capital antes, pero hablando con otros founders me di cuenta de que me enfrenté a un entorno muy complejo y quizá doblemente porque soy mujer”, comparte Jeppsson.
La emprendedora también afirma que “los fondos piden métricas muy distintas, ya quieren que los unit economics sean sanos, buscan mucho el tema de rentabilidad, y analizan mucho los datos, nosotros hicimos un data room extenso, como si estuviéramos levantando una Serie A, no una ronda semilla”.
Levantar capital en 2023 puede ser un gran reto en este entorno. Por eso, Jeppsson aconseja hacer mucha investigación para ver qué fondo realmente tiene capital disponible y si la startup se ajusta a su tesis de inversión.
En su caso fue difícil porque invertir en la industria del wellness no es tan común en América Latina. “Pero nos volvimos una empresa interesante porque podíamos mostrar que ya tenemos rentabilidad y ya damos utilidad”, afirma Jeppsson.
Rodrigo Kuri, cofundador de Pacto, afirma que tener un horizonte de rentabilidad de corto a mediano plazo hizo que recaudaran capital. Asegura que se dieron cuenta de que “la historia que un inversionista busca es muy distinta hoy de lo que había hace 18 meses”. En marzo de 2022 Pacto cerró una ronda pre-semilla de USD$2 millones.
A finales de marzo, Pacto, una startup mexicana que ofrece una plataforma punto de venta con pagos integrados a restaurantes y bares, recibió una ronda semilla por USD$4 millones de dólares liderada por Dila Capital.
El entorno es muy complicado para cualquier inversión que no sea líquida, por eso lo que quieren los inversionistas es un business plan muy bien aterrizado, con fundamentos muy claros y un management que esté probado, explica Kuri, quien fue director general adjunto de Citibanamex.
En el caso de Pacto, es un mercado de 600,000 restaurantes en México, lo que representa una oportunidad grande de negocio. Por ahora tienen alrededor de 100 comercios como clientes.
Además, Pacto cuenta con un modelo de distribución de la mano de Santander, lo que les permite crecer de forma acelerada la captación de usuarios y de comercios a un bajo costo y, “como consecuencia de ello, tenemos un horizonte rentabilidad de corto plazo”, afirma Kuri.
Sin embargo, los fundadores de Pacto se aseguraron de “no prometer rondas de capital futuras en función de usuarios o de crecimiento que no arroje beneficios económicos, sino que las proyecciones financieras están muy acotadas a un modelo comercial y distribución estable”.
Con el fin de superar los obstáculos para levantar capital en 2023, Gerry Giacomán, cuya startup ha levantado USD$408.5 millones de dólares (según Crunchbase), tiene un consejo para los emprendedores:
“Deben encontrar la manera de balancear el crecimiento con otras métricas; qué tan fácilmente el producto puede atraer clientes nuevos, qué tan fácilmente se puede monetizar y cómo eso va creando, numéricamente, una historia de rentabilidad a gran escala. A final de cuentas todo tiene que ver con la eficiencia en el uso del capital”.
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