La migración hacia la nube ha redefinido el paradigma del mantenimiento industrial, transformando activos físicos en datos inteligentes y predictivos. De este mercado resaltan actores como Fracttal, una compañía que no solo aprovechó esta ola tecnológica, sino que se ha consolidado como un actor clave para la gestión de activos a ambos lados del Atlántico.
Su trayecto, sin embargo, comenzó en un entorno de incertidumbre y desafíos financieros. Al frente está Christian Struve, un fundador de origen venezolano, criado en Chile y con una sólida experiencia previa en el sector.
“De consumir tecnología pasé a crearla”, dice Struve sobre el impulso que lo llevó, junto a su cofundador Alejandro Pérez, a materializar la idea en 2015. Identificaron una oportunidad clara en el modelo cloud y se lanzaron a desarrollar, desde Chile, un producto mínimo viable que fuera, desde el primer momento, comercialmente viable.
En 2016 realizaron su primera venta y solo un año después alcanzaron el emblemático hito de facturar su primer millón de dólares. Este crecimiento llamó la atención de fondos de inversión, que aportaron capital para impulsar una ambiciosa expansión por Latinoamérica, abriendo oficinas en México, Brasil y Colombia.
Hoy, Fracttal cuenta con un equipo de más de 200 profesionales y una presencia sólida en cinco países: Chile, Colombia, España, México y Brasil. En Contxto tuvimos la oportunidad de conversar con Christian Struve, su CEO y cofundador.
¿Cómo describirías el camino desde la idea inicial hasta consolidarse como un referente en mantenimiento inteligente?
Desde niño tuve una pasión por la tecnología; escribí mis primeras líneas de código a los 10 años y más adelante trabajé en industrias como oil & gas en el área de consultoría donde vi de cerca cómo el mantenimiento seguía atado a sistemas obsoletos. Ya desde ese momento noté que el problema era global: demasiadas empresas seguían gestionando activos con hojas de cálculo o soluciones anticuadas. Lo vi como una oportunidad inmensa, porque estas empresas perdían tiempo y dinero con procesos de mantenimiento obsoletos. En mi experiencia previa había visto esa brecha una y otra vez, y el viaje a Silicon Valley en 2014 fue el punto de inflexión para dar el salto de implementador a creador de soluciones. Desde ahí, nuestro objetivo fue claro: democratizar la inteligencia en mantenimiento y construir una plataforma accesible, potente y global.
El camino no ha sido lineal. Comenzamos muy pequeños, con muchas cosas en contra, pero con una visión ambiciosa: ser líderes globales. Apostamos siempre por mostrar valor tangible, por eso en Fracttal no hablamos de “producto mínimo viable” sino de “producto mínimo vendible”: algo que un cliente pueda usar de inmediato y justificar su inversión.Así nació Fracttal: con la visión de revolucionar la gestión de mantenimiento y activos usando IA, IoT y la nube, permitiendo a las compañías pasar de un mantenimiento reactivo a uno predictivo. Hoy atendemos a más de 40,000 usuarios en 50 países.
En ese trayecto, ¿cuáles han sido los retos más significativos que han enfrentado y qué enseñanzas te han dejado como founder?
Al inicio, convencer a las empresas de migrar de sistemas locales a SaaS en la nube no fue fácil, sobretodo en esa etapa cuando nadie más usaba nuestra tecnología, competir contra gigantes consolidados como SAP o Siemens. Había mucha resistencia al cambio y nuestra tarea fue educativa: mostrar con pilotos, casos de uso y resultados concretos cómo la digitalización generaba valor real. Otro reto fue la internacionalización: decidimos vender en 50 países antes de tener operaciones en 5, y eso nos obligó a aprender rápido sobre facturación, regulaciones y estrategia comercial. La lección principal es clara: no esperes a tener todo perfecto para lanzarte; válida en el mercado real y ajusta sobre la marcha. Eso nos dice que en B2B los early adopters son claves: ellos se arriesgan contigo y validan tu propuesta. También que la velocidad es fundamental. Si algo me diría a mí mismo cuando todo esto comenzó en el 2014, sería: “ve todavía más rápido”.
Han levantado inversión fuera de su país de origen. ¿Qué aprendizajes clave puedes compartir con otros emprendedores latinoamericanos que buscan capital internacional?
En 2018 recibimos nuestra primera inversión internacional y en 2023 cerramos otra ronda de más de 10 millones de dólares liderada por Kayyak Ventures, con el apoyo de Seaya Ventures, Scale Capital y otros. El aprendizaje clave es que los inversionistas internacionales buscan tracción comprobada y un equipo que ejecute con intensidad. Mi consejo es: muestra resultados antes de buscar capital. El dinero acelera lo que ya funciona, pero no arregla un modelo sin validar. Mi consejo: no esperen a tener todo perfecto antes de salir al mundo. Vendan, validen, conquisten mercados, y luego estructuren. La confianza de los fondos llega cuando ya muestras tracción real.
Han logrado generar ahorros de hasta un 30% en costos operativos para sus clientes gracias a la inteligencia artificial. ¿Qué innovaciones tecnológicas fueron clave para alcanzar estos resultados?
Nuestra innovación siempre ha estado en anticipar fallos antes de que ocurran. Lo que nos diferencia es haber integrado software, hardware, IoT e IA en una sola plataforma 100% cloud. Comenzamos en 2019 con un piloto llamado Predicto, nuestro primer modelo de machine learning, y hoy evolucionamos hacia una fábrica de agentes de IA que automatizan tareas lo que nos convierte en el primer GMAO con IA integrada. Estos agentes no solo predicen fallos, también automatizan tareas críticas: crean órdenes de trabajo, generan catálogos de equipos o entregan insights en lenguaje natural. Gracias a eso, nuestros clientes han visto reducciones de 15–30% en costos de mantenimiento, hasta 50% menos downtime no planificado y un aumento de 40% en la productividad de técnicos. Esto nos permite entregar valor inmediato: mayor confiabilidad, reducción de paradas imprevistas y ahorros en costos operativos.
Proyectos como el Estadio Maracaná o la alianza con Gravity Wave para proteger los océanos. ¿Qué hace especiales estos casos y cómo demuestran el impacto de su tecnología?
Ambos proyectos reflejan cómo la tecnología puede trascender lo técnico y aportar a la sociedad, en especial para impactar en lo social y lo ambiental.. En el Maracaná, apoyamos la confiabilidad de uno de los estadios más emblemáticos del mundo, donde la continuidad operativa es crítica. Con Gravity Wave, usamos nuestra plataforma para gestionar procesos que ayudan a transformar plásticos recogidos del mar en mobiliario útil. Estos casos muestran que el mantenimiento inteligente no solo mejora eficiencia, sino que contribuye a la sostenibilidad y la seguridad de las comunidades
¿Qué mensaje le darías a los emprendedores de la región que hoy están enfrentando sus propios desafíos para escalar sus startups?
La velocidad importa más que la perfección. La perfección es enemiga de la velocidad. Vende primero, valida con clientes reales y ajusta rápido. Cuida tu cultura: intensidad, curiosidad y enfoque en el cliente. En Fracttal decimos show, don’t tell: no basta con prometer, hay que demostrar valor tangible desde el día uno. Y recuerda que cada error trae aprendizaje. Lo importante no es evitar caídas, sino levantarse más rápido y con más fuerza y moverse lo suficientemente rápido para superarlo.