Detrás del éxito corporativo estadounidense se encuentra una comunidad global. Un análisis del American Immigration Council revela que el 46.2% de las empresas Fortune 500 -equivalentes a 231 compañías- fueron fundadas por inmigrantes o sus hijos. Estas empresas generaron colectivamente 8.6 billones de dólares en 2024 y emplean a más de 15.4 millones de personas a nivel global.
La historia se repite en los ecosistemas de innovación donde los inmigrantes están detrás del 55% de los unicornios tecnológicos, el 65% de las principales compañías de IA y una cuarta parte de todas las patentes registradas en Estados Unidos. Cifras que demuestran cómo el talento foráneo ha moldeado el liderazgo tecnológico del país.
La ventaja competitiva
La excelencia empresarial inmigrante no es casualidad. Un estudio de UC Berkeley descubrió que cuando emprendedores inmigrantes y estadounidenses colaboran, sus startups superan sistemáticamente a las fundadas por cualquiera de los grupos por separado. Estas empresas emplean 20% más personas, levantan rondas de financiamiento más sustanciales y tienen mayor probabilidad de ser adquiridas o salir a bolsa.
«El viaje de inmigración es uno de los mayores predictores del éxito de un emprendedor», afirma Eugene Malobrodsky, Managing Partner de One Way Ventures, fondo que precisamente apoya a fundadores inmigrantes. «La resiliencia y adaptación que exige el proceso migratorio resultan ser el caldo de cultivo ideal para el espíritu emprendedor».
La ventaja competitiva parece radicar en el acceso a redes globales. Estos equipos diversos aprovechan grupos de talento internacional, fuentes de financiamiento transfronterizas y puertas de entrada a mercados globales que escapan al alcance de emprendedores locales.
Un panorama que enfrenta nuevos desafíos
A pesar de las contribuciones demostradas, el panorama para los emprendedores inmigrantes se complica. Según reportes, los «mejores y más brillantes» ahora eligen destinos diferentes a Estados Unidos, rompiendo con décadas de tradición.
«Todavía subestimamos colectivamente el papel crítico que los inmigrantes juegan», advierte Semyon Dukach, Founding Partner de One Way Ventures. «Tanto así, que estamos dificultando que las personas elijan a Estados Unidos como su hogar y mantengan vivo el sueño americano».
Las tensiones migratorias se intensifican con medidas como la reciente orden ejecutiva que añade una tarifa de $100,000 dólares para nuevos solicitantes de visas H-1B, diseñadas precisamente para atraer trabajadores calificados.
Frente a estos desafíos, llega el One Way Summit, evento que reunirá a más de 450 inversionistas, fundadores y stakeholders globales. Entre los speakers confirmados figuran Cal Henderson, Co-fundador de Slack, y Rajat Suri, Co-fundador de Lyft -ejemplos vivientes del potencial inmigrante.
El encuentro busca no solo celebrar los logros existentes, sino también construir puentes para superar obstáculos. Los paneles abordarán temas críticos como estatus migratorio, visas, contratación y estrategias de escalamiento en un clima regulatorio cada vez más complejo.
Los nombres más visibles -Sundar Pichai de Google, Elon Musk de SpaceX, Sergey Brin- representan apenas la superficie de un fenómeno profundamente arraigado. Son la expresión más visible de una tendencia que continúa transformando la economía estadounidense, demostrando que el sueño americano de la innovación se escribe, cada vez más, en múltiples idiomas y con perspectivas diversas que cruzan fronteras.
