Los inversores de riesgo siempre buscan un crecimiento rápido y una alta rentabilidad. Sobre todo de las fintech, el sector más prometedor en la mayoría de las regiones (y donde se enfocan las inversiones en últimas fechas, según el registro de Crunchbase). Latinoamérica no es diferente, afirma Ricardo Sangion, partner de TheVentureCity, un fondo de venture capital en Brasil, el país que vio nacer a una de las principales fintech en el mundo: Nubank.
Para tener crecimientos rápidos y rentabilidad se necesita que las fintech tengan modelos de negocio escalables y que solucionen una problemática aún sin resolver, que justifique su existencia y su propuesta de valor. Sobre todo, que convenzan a los inversionistas de que están invirtiendo en un negocio útil para los usuarios e innovador dentro del ecosistema.
La palabra fintech engloba muchas soluciones, desde la remesas, las cripto, los pagos, los créditos, la cobranza, ciberseguridad. Todas estas crecieron muy rápido porque eran la entrada a otros servicios digitales, apunta Fabrice Serfati, managing director y general partner en Ignia Partners. “Para que tú pudieras registrarte a Netflix o comprar en Amazon y Mercado Libre tenía que haber una plataforma de pago, porque es el primer paso para que pueda haber actividad comercial con plataformas digitales”, agrega.
Durante los últimos años el uso de fintech en América Latina ha estado creciendo y se espera que supere los 380 millones de usuarios para 2025, de acuerdo a las previsiones realizadas por Statista.
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Eso significa una oportunidad de crecimiento para todas las fintech y un atractivo para los inversionistas de riesgo, que suelen apostar más por las startups en el sector financiero al momento de invertir.
El sector fintech es el número uno en captación de venture capital. Representó el 34.8% del total de la inversión en 2022. Traducido en dinero, se invirtieron USD$2,700 millones en 190 acuerdos.
Pero, ¿los modelos de negocio actuales están cubriendo todas las necesidades de los usuarios de la región?, ¿qué están buscando los inversionistas al momento de invertir en una nueva fintech prometedora?
Para ser atractivas, las fintech deben repensar cuestiones básicas enfocadas en la generación de valor incremental para el usuario, el cual siempre debe estar en el centro. Asimismo, están deben plantearse si, como fintech, están mejor posicionadas que una compañía tradicional de servicios financieros para servir a ese usuario final, opina Joaquín Abal, venture capital investor en el fondo mexicano, DILA Capital.
También deben contar con equipos con habilidades técnicas sólidas, multidisciplinarios, diversos y con una visión clara para el crecimiento del negocio, señala Andrés Gabito Aspe, managing director de Glisco Partners.
“Es importante que estén muy al tanto del cumplimiento de temas normativos y regulatorios, y que pongan mucha atención en la parte de seguridad, ya que es muy importante que tengan medidas sólidas para proteger la información financiera y personal de los usuarios”, agrega Gabito.
Grandes retornos financieros, altos márgenes y eficiencia
Lo que buscan los inversionistas de riesgo en Latinoamérica es simple. Todo comienza con la expectativa de retornos financieros; para que esto suceda, estas fintech tienen que resolver problemas reales y contar con grandes mercados.
Hoy se necesitan modelos de negocio con utilidad marginal positiva. “Al ser el dinero su materia prima, es muy importante que sus modelos de negocio estén recuperando el costo del capital, más aún en una época donde las tasas de interés son tan elevadas”, dice Eric Pérez-Grovas, managing partner de Wollef, un fondo mexicano que tiene en su portafolio al unicornio fintech Konfío, además de Kavak, Loft y Nubank.
Para recibir inversión, las fintech necesitan “márgenes lo suficientemente amplios como para justificar el acceso a capital con estas tasas de costo a doble dígito que estamos viendo”, añade Pérez-Grovas.
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Leonardo Arango, principal en One Way Ventures, un fondo enfocado en etapa temprana que invierte en inmigrantes, resalta además el término de eficiencia del capital. Los fondos de venture capital en América Latina, buscan mayor eficiencia en una región donde la recaudación de fondos puede ser más desafiante y la participación de mercado a menudo se concentra entre unos pocos jugadores dominantes.
Arango ejemplifica que “en el caso de las nuevas empresas de préstamos, mantener estándares de suscripción estrictos, demostrar un crecimiento prudente y garantizar bajas tasas de morosidad se vuelven especialmente críticos en tiempos de recesión económica y entornos de tasas al alza”.
Esto nos lleva a pensar qué es lo que están demandando los fondos de inversión para apoyar a una startup. Es decir, ¿qué necesidades aún faltan por cubrir por las fintech?
Tareas pendientes de las fintech latinas
Sangion, de TheVentureCity, asevera que la principal necesidad no cubierta es un mayor acceso al crédito a tipos de interés más bajos. “Es algo que abunda en EE.UU. y está lejos de ser una realidad en Latinoamérica”, dice.
El inversionista brasileño dice que la región se enfrenta a varios retos en el ámbito financiero: “Tiene una proporción relativamente baja de personas que invierten, de personas que cotizan en bolsa y de personas que compran seguros que no son para sus coches (como seguros de vida, seguros de hogar, seguros de electrónica, etcétera)”.
Lo anterior, explica Sangion, tiene mucho que ver con dos cosas principales: la falta de educación en áreas de finanzas personales y una mayor pobreza en comparación con regiones como Norteamérica, lo que significa que gran parte de la población no tiene dinero de sobra para dedicar a seguros e inversiones.
Esto hace mucho sentido con lo que opina Abal, de DILA Capital. Para él existen tres barreras para la adopción de servicios financieros que las fintech deben tratar de derribar:
- Distribución eficiente de estos productos financieros a ciertos segmentos de la población.
- Entendimiento del usuario desde sus necesidades puntuales.
- Educación financiera del usuario.
Así que más allá de enumerar los servicios que faltan por ofrecer de parte de las fintech latinas, se debe pensar primero en cómo sobrepasar esas barreras.
“El gran asunto pendiente en Latinoamérica es cómo lograr una opción de servicios financieros que sea masiva y que sea equitativa, que todos los segmentos puedan acceder y que además que todos los elementos puedan crecer en su vida financiera”, ahonda Abal.
Eric Pérez-Grovas agrega que aún hay muchos servicios que no están recibiendo la base de la pirámide, “ahí hay una oportunidad muy importante”. El inversionista de Wolf dice que hace falta ayudar a las personas a tener un mayor rendimiento de su capital y facilitar que la gente pueda pagar sin necesidad de una tarjeta de crédito, sino a través de plataformas móviles.
“Creemos que existe un gran potencial con sistemas de pago alternativos, como el de ‘compra ahora, paga después’, que les brinda una gran posibilidad a los usuarios para adquirir productos y servicios de una manera más cómoda”, añade Gabito.
“Los pagos en la economía digital es un asunto pendiente, para que las personas puedan acceder a ciertos servicios, como comercio electrónico y llegar a los niveles de China, que está en 50% de penetración, mucho tiene que ver con la facilidad de pagos electrónicos; aún falta crecer las carteras móviles”, dice Pérez-Grovas.
Aunado a esto, para el inversionista de Wollef hace falta una oferta de crédito para hacer transacciones grandes, como una casa o un auto. “A medida que fintech pueda dar más información positiva de las personas y que a su vez pueda bajar el costo de capital tendrán acceso a mayores créditos”, enfatiza.
B2B y otras urgencias por cubrir por las fintech
“Ayudar a los comercios a otorgar créditos a sus clientes también es otra oportunidad como mercado”, añade Pérez-Grovas, quien, como otros inversionistas de riesgos, ve en el B2B una gran oportunidad para emprender y para invertir.
Hay una tendencia muy clara de compañías fintech que están pivoteando de un modelo B2C a B2B, lo que Abal interpreta como una madurez del ecosistema fintech.
Daniel Lloreda, cofundador y general partner en H20 Capital Innovation, un VC en fase inicial con operaciones en EE.UU. y América Latina, espera que las fintech fomenten modelos de negocios y productos B2B rentables, con menores necesidades de capital, que puedan aprovechar los sandbox de fintech para construir y probar con usuarios en menor tiempo, con el objetivo de escalar lo más pronto posible.
En América Latina, dice Lloreda, los emprendedores se enfocaron inicialmente en resolver problemas B2C y ahora estamos presenciando tendencias en el ámbito de fintech B2B, especialmente en verticalidades como pagos B2B, pagos cross-border, divisas, y soluciones para la suite del CFO, tales como la gestión de cuentas por cobrar, cuentas por pagar, automatización de pagos masivos, pagos recurrentes e inteligencia empresarial (BI) para los equipos de tesorería.
“Gracias a los avances en open banking, impulsados por sandbox regulatorios favorables (más favorables en algunos países de la región que en otros) y empresas de open banking como Belvo, estamos viendo emprendedores construyendo soluciones para pymes y clientes empresariales que hace unos años no eran viables o tomaban mucho tiempo en implementarse”, agrega Lloreda.
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“Fintech deja de ser un modelo específico de negocios para meterse dentro de otras plataformas y otros modelos. Todo mundo quiere tener algún componente de fintech, por ejemplo GoTrendier, una compañía de economía circular, está explorando cómo tener un wallet para que las transacciones sean más sencillas”, dice Serfati, que desde el portafolio de Ignia Partners ha invertido en la fintech israelí Rapyp, en Konfío al venderle Sr. Pago y en Tiendanube.
En el fondo Bridge LatAm, principalmente compuesto por emprendedores mexicanos que se han convertido en inversionistas ángeles, consideran que en la actualidad existe una enorme oportunidad en el ámbito de la transferencia de dinero, tanto a nivel internacional como nacional.
“Si nos detenemos a analizar el panorama actual, resulta evidente que el proceso de enviar dinero de una cuenta a otra se caracteriza por ser lento y costoso, lo cual plantea diversas problemáticas tanto para individuos como para empresas. Existen muchas empresas y/o personas que tienen esta necesidad y no hay suficientes soluciones (incluso soluciones verticales) que resuelvan el problema”, enfatizan.
En Bridge creen que hay espacio enorme para seguir construyendo infraestructura adecuada. La infraestructura para pagos electrónicos y otros servicios fintech no está tan desarrollada como en otras partes del mundo. Esto dificulta que las fintech lleguen a los clientes y ofrezcan sus servicios a la gran parte de la población.
Abal también ve que hacia adelante. Habrá mayor y mejor colaboración entre fintech y proveedores tradicionales en pos de generar mayor valor al usuario final, a su parecer.
Sin embargo, aunque las fintech han introducido innovaciones disruptivas, la integración con el sistema financiero tradicional sigue siendo un desafío en algunos casos, opina Gabito Aspe, de Glisco Partners. “La cooperación y la colaboración entre las fintech y los bancos y reguladores tradicionales, podrían fomentar una mayor integración y facilitar la adopción masiva de soluciones fintech”, afirma.
El inversionista se refiere a todo tipo de sinergia no sólo con la banca tradicional sino también con compañías no financieras: “Con Toyota, FEMSA, Walmart, aunque para optimizar esa colaboración hay temas culturales, temas burocráticos, administrativos y hay barreras tecnológicas y de conectividad”, finaliza Abal.