El neobanco Albo obtuvo USD$40 millones en una ronda de serie C, lo que constituye una de las últimas rondas de inversión para startups en la región latinoamericana.
En un momento donde impera escasez de capital, las empresas de tecnología financiera de América Latina y México siguen obteniendo el reconocimiento de los inversores.
La empresa de capital riesgo Morpheus Ventures, con sede en California, lideró la ronda de financiación. También participaron Valar Ventures y Nazca Ventures, con sede en México.
Su Consejero Delegado y fundador, Ángel Sahagún Fernández, declaró que el objetivo era alcanzar el punto de equilibrio a partir del próximo año.
La aversión al riesgo en los mercados de inversión ha empujado a las fintech a trazar un nuevo rumbo mucho más rápido hacia la rentabilidad.
“Estamos trabajando activamente para ampliar significativamente nuestra cartera de productos”, reveló Sahagún.
Según Joseph Miller, socio de Morpheus Ventures, los inversores destacaron el aumento sustancial del número de clientes de Albo en los últimos trimestres. En un comunicado de prensa, la empresa señaló que había alcanzado los 2 millones de clientes.
Albo es un poco diferente a otras empresas de banca digital en México, porque se centra principalmente en las PyMEs.
Muchas de las startups online que han llamado la atención en los últimos años se han dirigido a particulares.
Por el contrario, el mercado de las pequeñas y medianas empresas sigue desatendido en la actualidad. Otras fintech en este ámbito son Konfio, respaldada por Softbank, y Kapital.
En México, la mayor parte de la mano de obra se dedica a actividades económicas informales. Esto se traduce en una cantidad limitada de datos verificables para que las instituciones financieras evalúen la solvencia crediticia.
En consecuencia, las PyMEs de México y de la región en general no suelen cumplir los criterios de evaluación crediticia.
El sector de la banca digital en Norteamérica ha sido testigo de un aumento de la competencia. Bancos digitales regionales como Nu Bank y Uala han ampliado su presencia, intensificando la rivalidad.
Además, han surgido iniciativas nacionales que han agravado aún más el panorama competitivo.
Por otra parte, entidades no financieras, como el gigante minorista Walmart y Femsa, embotelladora de Coca-Cola en América Latina, se han aventurado en el ámbito de los monederos digitales, centrándose en atender a la población sub bancarizada.
La noticia de la financiación sigue de cerca a la adquisición por parte de la empresa de la firma tecnológica Delt.ai, por valor de USD$20 millones, a principios de este año. Esta última es una firma que forma parte del programa Y Combinator, centrado en los préstamos a empresas.
Según Albo, la adquisición mejoró su propuesta a las PyMEs, incluyendo pagos por cobrar, transferencias, tarjetas de débito para empleados y financiación.
Anteriormente, el neobanco había recaudado USD$45 millones a finales de 2020 como parte de su ronda de financiación de serie B. La empresa obtuvo una licencia fintech del regulador en México el año pasado.
La actualización de Albo llega en un momento en el que la financiación de inversiones para las startups latinoamericanas es cada vez más escasa.
Tras varios años de inversiones récord en el sector, en los últimos trimestres se ha producido una notable reducción de las oportunidades de inversión, aunque los niveles actuales siguen siendo considerablemente superiores a los de la época pre-Covid.
No obstante, a principios de este año se observaron los primeros indicios de estabilización de los flujos de inversión.
Aunque todavía no han repuntado del todo, el tercer trimestre fue testigo de importantes rondas de inversión, como la financiación de serie B de USD$61 millones para la fintech brasileña Nomad, o la ronda de serie F de Creditas por valor de USD$70 millones.
