Los pagos electrónicos en México. ¿Ya estamos ahí? No realmente, según una reciente encuesta

Contxto – Démosle un poco de crédito al gobierno mexicano. Tenía buenas intenciones cuando lanzó su solución de pagos electrónica, Cobros Digitales (CoDi) en septiembre pasado. Ahora, haciendo de lado las intenciones, con casi dos meses desde su lanzamiento, todavía falta mucho en términos de penetración y aceptación.

De acuerdo con una encuesta reciente, más del 76.6 por ciento de las MiPyMEs ni siquiera saben qué es CoDi. Lo que es peor, del 23.3 por ciento que sí sabían, 40.6 por ciento dijeron que no tenían intenciones de usarla.

Las autoridades monetarias de México esperan alcanzar 18.1 millones de usuarios para septiembre del próximo año. A mediados de noviembre, más de un millón de usuarios han abierto una cuenta en CoDi. Que teóricamente, es algo bueno.

Lo que sería más útil sería saber dónde viven estos nuevos usuarios. Una cosa es descargar una aplicación y ser “incluido financieramente” cuando se vive en un entorno urbano; y otra es vivir en el México rural con acceso limitado a servicios bancarios e información.

Ahorita no joven

El hecho es que el efectivo sigue reinando en México. Sin ánimos de azotar a un caballo muerto pero ya lo hemos mencionado: el 95 por ciento de todas las transacciones se siguen haciendo con dinero que debes tocar con tus manos. Es por esto que el gobierno se está esforzando por impulsar la inclusión financiera. También esperaba eliminar la corrupción reduciendo el efectivo a través de CoDi.

Este gobierno creó esta solución para permitirle a las personas hacer pagos seguros y rápidos o recibir dinero usando la aplicación, códigos QR, y tecnología NFR. A diferencia de las soluciones electrónicas ofrecidas por algunas startups, CoDi no cobra comisión por sus servicios. Por bonito que suene, el nuevo sistema tiene grandes obstáculos que superar.

Las autoridades pueden pregonar que CoDi está respaldado por el Banco Central del país, pero eso no está influenciando a los usuarios.

Puede haber desconfianza hacia esta solución debido a varias causas. Estas incluyen al temor de que esté conectada a las autoridades fiscales mexicanas. Nadie quiere que las autoridades fiscales llamen por haber comprado un paquete de chicles en la tienda de la esquina. Además, el hecho de que una de las principales redes de pago en la solución, SPEI, falló en el día de lanzamiento de CoDi no habla bien del servicio en términos de calidad.

Tal vez las autoridades debieron haber calculado que las personas en México tienden a confiar en los emprendedores e incluso en los bancos más que en el gobierno, de acuerdo con una encuesta que no está relacionada con el tema.

Así que, ¡Inténtelo fintechs! Las personas confían en ustedes.

-ML

Traducido por Alejandra Rodríguez