La startup, fruto de siete años de desarrollo encubierto en la Universidad Carnegie Mellon, presenta una CPU innovadora. A diferencia de sus homólogos, que consumen mucha energía, este chip iguala los estándares de rendimiento actuales al tiempo que reduce el consumo de energía en un 99%.
Con una financiación de 16 millones de dólares, la empresa se propone lanzarlo al mercado en 2025, desafiando el statu quo de los dispositivos dependientes de la batería y los servidores y PC que combaten el calor.
Su innovación, la CPU Monza, aprovecha una novedosa arquitectura “Fabric”, que no trata el código como una lista de comandos secuenciales, sino como un circuito interconectado, lo que permite el procesamiento paralelo con un mínimo de energía. Este cambio requiere recompilar las aplicaciones existentes para que sean compatibles, pero promete importantes mejoras de eficiencia.
Con soporte para los principales lenguajes de programación y el potencial de revolucionar la duración de la batería de los dispositivos, Efficient Computer aspira a hacerse un hueco en la informática especializada, a pesar de la ardua batalla contra gigantes tecnológicos como Intel y AMD.