De Chile han salido sólo tres unicornios hasta ahora: Cornershop, NotCo y Betterfly, quien recién se unió al club en febrero pasado al levantar una Serie C por US$125 millones. En aquel momento advirtió que su expansión sería inminente este año. Y así fue: esta semana anunció el inicio de sus operaciones en México, con una inversión de US$20 millones.
La startup se presenta como el “primer unicornio social” de América Latina al ser el único con certificación de Empresa B, otorgada a compañías que crean valor no sólo para sus accionistas, sino también para sus empleados, la comunidad y el medio ambiente. Está arribando a México con 50 puestos de trabajo como parte de su primera etapa.
¿Qué hace Betterfly? Da a las empresas un seguro de vida para sus trabajadores cuya cobertura crece a medida que estos registran mayores hábitos saludables. Deben hacerlo mediante una app que, además, les ofrece telemedicina, psicología, nutricionista, fitness y otros beneficios. También pueden transformar actividades saludables en donaciones a causas sociales. Por su parte, las compañías pueden analizar los datos de su equipo, crear objetivos en común y otras características globales.
Betterfly está respaldada por fondos como SoftBank, QED Investors, DST Partners, Valor Capital y Endeavor Catalyst. Además, se alió con la aseguradora Icatu para entrar al mercado brasileño y con la aseguradora Chubb para otros países de América Latina.
Para conocer cuáles son los planes de Betterfly, conversamos con Lucas Melman, country manager para México.
¿Cuál es la oportunidad que ven para Betterfly?
La oportunidad que vemos en América Latina es dar el espacio para que tanto las empresas como sus colaboradores [trabajadores] participen de iniciativas sociales y ambientales, que es un tema del que se habla mucho en la región. Somos un facilitador para que las nuevas generaciones trabajen en una empresa con propósito, ya que nuestra plataforma abarca salud y bienestar, protección financiera con el seguro, así como la parte de responsabilidad social y ambiental.
Han tenido un gran crecimiento, ¿cómo ha sido este avance en los países donde ya operan?
En Chile cerramos contratos con más de 2,000 empresas en un año. Luego, a finales del año pasado abrimos en Brasil y ahora en México. Lo que esperamos para México es tener un impacto igual o superior de lo que tuvimos en Chile. Así es que de nuestro último levantamiento apartamos US$20 millones para una primera etapa y comenzaremos con 50 colaboradores.
¿Qué significa ser el primer unicornio social de Latinoamérica?
Ser un unicornio social es un medio, no un fin. No fue una meta serlo, pero nos llena de orgullo porque se ve que el mercado y los inversionistas están valorando a las empresas con propósito. Esto también nos da el capital para llegar a muchos más mercados para cambiar y mejorar la vida de muchas más personas. Somos una empresa con certificación B y también estamos constituidos como una Public Benefit Corporation, que significa que más allá de los resultados financieros, tenemos el deber fiduciario de generar impacto social y ambiental. Queremos impactar la vida de 100 millones de personas al 2025.
¿Cuál ha sido su factor diferenciador?
Dos principalmente. Uno, recompensamos los buenos hábitos de los colaboradores de nuestros clientes, ampliando su cobertura. Así, ellos tienen un incentivo para participar. Y dos, hacemos competencias sanas entre los colaboradores. Convertimos el bienestar de las personas en algo muy entretenido, donde también se aporta algo a la sociedad, generando un impacto social.
¿Cuál dirías que es la clave del éxito de Betterfly?
Tener el propósito en el centro de nuestro negocio. Nosotros estamos rompiendo con el paradigma de que una empresa existe para generar resultados para sus accionistas. Si bien, esto es fundamental, no creemos que sea la razón de la existencia de una empresa. La razón es su propósito.
¿Cómo logran que lo que ofrecen sea accesible?
Es importante serlo para cumplir con nuestro objetivo y llegar a 100 millones de personas. Para ello, tenemos la labor de encontrar los mejores servicios que puedan existir en el mercado y buscar las mejores negociaciones con nuestros clientes. El precio puede variar en cada mercado, va de los $4 a los $6 dólares por colaborador al mes.
El CEO de Betterfly se ha reunido con los presidentes de Colombia y Ecuador, y tuvo una invitación del alcalde de Miami. ¿A qué se debe este acercamiento con la esfera gubernamental? ¿Eso pasará en México?
Se debe a que tenemos un modelo muy innovador. No hay otra empresa haciendo lo mismo que nosotros, por eso llama la atención a los gobiernos. De momento no tenemos nada activo en México, pero nosotros felices de colaborar ya que el gobierno, como un gran empleador, juega un rol importante en los países.
¿Cuáles serán sus siguientes pasos en LatAm?
Este año, más allá de México, vamos a abrir operaciones en otros seis países en Latinoamérica: Ecuador, Perú, Colombia, Argentina, Costa Rica y Panamá. También tenemos planeado llegar a EEUU y Europa en 2023.