La tecnología está transformando el gigantesco mercado de la belleza. Tres startups latinas, que coinciden que en la región «está todo por hacer», nos contaron cómo aprovechan las oportunidades de esta nueva industria.
Uno de los muchos mercados que se transformó con la pandemia es el de la belleza. Aunque las ventas de cosméticos inicialmente bajaron durante 2020, diferentes reportes mostraron una alza en 2021, con un valor de mercado global de más de US$500 mil millones. Los estudios apuntan a todo tipo de cambios en usos y consumo, desde que hoy se opta por menos productos, pero más premium, hasta que por culpa de las mascarillas se vendieron más máscaras de pestañas que pintalabios.
Tras las reaperturas, otra realidad también fue clara: las filas afuera de los salones de belleza, esperando el ansiado corte de pelo o tintura. O están quienes que, al igual que en otras industrias, se acostumbraron a que hoy todos estos servicios deban estar a dos clics y a domicilio.
En Latinoamérica nuevas startups han estado tratando de sumarse a la transformación digital de la industria de la belleza, ya muy presente en el resto del mundo. Sólo en EEUU se calcula que las ganancias de beauty tech (como se le dice a veces) alcanzaron US$1350 millones el año pasado. Desde el empuje que dan las redes sociales hasta la profesionalización tecnológica de los servicios, el mercado está en creciente transformación.
Rodrigo García, cofundador de Ameiz, una app de servicios de belleza a domicilio que opera en Chile y Colombia, dice que todavía la industria de la belleza y bienestar no ha dado un salto tecnológico relevante en LatAm. Recuerda cómo fue surgiendo: “En 2015 hubo un nacimiento de empresas SaaS en esta área, que trabajan agendamiento, fichas de clientes y gestión. Ya existían en Europa y EEUU, y sirvió como modelo para que esta industria se digitalizara”.
Ameiz la cofundó en Chile con Hans Hanckes y Pablo Palavecino, y en conjunto tenían una mezcla de experiencia en el mundo de las startups y en el de la belleza. Aunque estaban ideando una empresa desde antes, la lanzaron en 2020, plena pandemia. Hoy, lo que ofrece es todo tipo de servicios de belleza a domicilio, haciendo una especie de match entre profesionales seleccionados —llamados ameizers— y los usuarios. Desde perfilación de cejas hasta masajes, pasando por peluquería y barbería, todo puede llegar a domicilio mediante un agendamiento fácil.
García explica que la demanda por estos servicios ya estaba latente pre pandemia y aumentó aceleradamente los últimos dos años. “El desafío es poder satisfacerla manteniendo la calidad”, dice.
Cuenta que una inversión del fondo Fen Ventures les permitió la expansión a Colombia y que esperan a futuro crecer a México. Destaca que, como ha trabajado en el mundo de las startups, lo más importante para Ameiz no es invertir todo el dinero en marketing o crecimiento que no es sostenible. “Estamos bien enfocados en utilizar los recursos para desarrollar la tecnología para que la experiencia sea perfecta”, sostiene.
Morado, una startup orientada a los salones de belleza, nació este 2022 en Colombia y rápidamente se volvió noticia: con sólo dos meses de vida, la empresa fundada por la ex-ejecutiva de Rappi Ángela Acosta lograba levantar US$5 millones. Fue precisamente en su trabajo anterior, que la ahora CEO y fundadora de Morado le tocó investigar las necesidades de estos negocios, que seguían en parte funcionando fuera de lo digital.
Aunque ya existen varios marketplace de belleza creados en Latinoamérica, Acosta ha trabajado en diferenciarse.
“Yo siempre dije que el día que iba a emprender, iba a hacerlo en algo que apoyara a las mujeres. Y qué mejor que una industria en la cual más del 85% de la fuerza laboral son mujeres. La tecnología va a representar más ingresos, más oportunidades”, dice. Acosta cree que en la industria beauty tech de LatAm “está todo por hacer”.
Con delivery y facilidades de pago, Morado comenzó vendiendo productos e insumos a salones de belleza, spas y peluquerías. Hoy están ampliándose a barberías y acaban de lanzar la Morado Academy, una web para quienes busquen perfeccionarse o emprender en este tipo de servicios.
“Somos un aliado, no una plataforma de las que ya existen que simplemente quieren vender productos. Para muchos Morado es la única oportunidad que existe”, explica la CEO. “En ciudades que no son principales, las pequeñas y medianas, me atrevo a decir que no llegan el 20% de las marcas de belleza de ese país. Con Morado eso sube al 80 %. Antes no podían soñar comprar ese tipo de productos. Pronto daremos créditos. Con ese 360°, el usuario se casa contigo y no se va”.
Después de este nacimiento exitoso, Acosta también está pensando en expandir fronteras más allá de Colombia. Comenzar lentamente la expansión a México es la próxima gran meta, además de diversificar el catálogo y “seguir impactando en la vida de miles de negocios de la belleza”.
Otro ámbito donde también crece esta industria son las redes sociales. El llamado social commerce tuvo un empuje fuerte durante la pandemia y la belleza tiene allí su espacio: proliferan los tutoriales de maquillaje o se comparten experiencias de las mejores cremas anti-age. De ese mundo viene For Me Tips, que se define como “el primer social commerce de beauty care de América Latina” y ya está presente en Argentina, México, Colombia y Perú.
Se trata de una plataforma que conecta a marcas de belleza con influencers o usuarias de redes sociales que hacen reseñas y tutoriales de productos. Después de pasar por una selección, las reviewers reciben productos (cremas, delineadores, etc) que las marcas están buscando promover en un target específico. Así, las usuarias pueden aumentar seguidores o terminar monetizando sus contenidos y las marcas tienen una llegada más orgánica y cercana a la comunidad.
Creada en 2019 por Consuelo Chasseing y Denise Henry Maffei, desde Argentina, y Romina Mahboub, desde San Francisco, For Me Tips tiene hoy más de 500 mil miembros y trabajan con marcas como L’Oréal Paris, Maybelline, Vichy o Nivea.
Los seguidores pueden unirse a la comunidad gratuitamente y luego pueden postular a participar como reviewers teniendo un mínimo de seguidores y una cuenta abierta. For Me Tips selecciona dependiendo de los target que buscan las marcas para ciertos productos, que son enviados gratis a las y los elegidos.
“A través de estas iniciativas las marcas tienen mayor cercanía con su consumidor y una llegada distinta. Ya no desde un mero punto de vista transaccional, como al seleccionar un producto de una góndola, sino desde ofrecer know-how de un producto de la mano de personas reales”, dice Consuelo Chasseing, CEO de la startup.
Siendo que la categoría belleza es una de las que más ha crecido en consumo y producción de contenidos en redes, explica Chasseing, la empresa es pionera en este rubro en LatAm y aquí están sus mayores desafíos para poder construir un ecosistema.
Entre sus novedades está haber lanzado una alianza con Walmart en México y su apuesta por el live shopping, el uso de los streamings en vivo para promocionar productos, un formato que, afirma la CEO, “está demostrando ser la estrella del social commerce”.
“Una de las características más relevantes de nuestra manera de consumir es la valoración de la opinión de nuestros pares respecto de un producto o servicio. El boca-en-boca. Esto es en gran parte lo que hace a Latinoamérica un mercado prometedor para las iniciativas basadas en las opiniones y experiencias de nano y micro influencers”, añade.
“Si a esto sumamos el creciente desarrollo del e-commerce gracias a la digitalización y bancarización en la región, podemos decir sin duda que todo está aún por desarrollarse en Latinoamérica y las oportunidades son infinitas”.
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