Un nuevo unicornio mexicano emergió hace unos días después de levantar US$150 millones en una Serie C y valuarse en más de US$1.000 millones: Stori, empresa que se enfoca en ofrecer crédito a los no bancarizados del país. La compañía fintech fundada no sólo atrajo las miradas del ecosistema emprendedor por su nuevo estatus, sino porque es el primer unicornio que tiene a una mujer entre sus co-founders, Marlene Garayzar.
La cofundadora y CGO de la empresa comenzó en el sector desde hace casi 10 años y le cuenta a Contxto que en ese entonces había muy pocas empresas fintech. Su paso por la industria le hizo conocer mejor las necesidades de las personas y en su búsqueda por querer hacer algo con impacto social que a la vez generara ganancias fue que creó Stori con sus socios.
Junto a su pequeña hija en brazos, la cofundadora del nuevo unicornio se sentó a platicar con Contxto para contar cómo llegó al puesto en el que ahora está, los retos con los que se ha enfrentado y qué viene para Stori.
Antes de Stori, ¿en qué trabajabas y qué experiencia te dejaron tus empleos?
Estuve nueve años en una financiera francesa [Banque PSA Finance] a cargo de varias áreas, pero sobre todo como responsable de riesgos, operaciones y cobranza. Después me fui a GE Capital, donde estuve al frente de cobranza y luego empecé a trabajar en el sector fintech. Desde 2013 e inicios de 2014 inicié en la industria y había pocas empresas del sector en México. En ese momento, mi trabajo fue abrir una fintech europea [4Finance] en el país y encargarme de la operación. Ahí me di cuenta de que usando la tecnología se podía impactar a más personas y darles acceso a productos financieros sin necesidad de tener sucursales bancarias.
Así, decidí emprender con plataformas tecnológicas, pero con productos que tuvieran un verdadero impacto en la inclusión financiera, que no solo resolvieran una urgencia a mis clientes, sino que fueran la primera puerta de entrada al mundo financiero formal, del cual carecen la mayoría de los usuarios que atiende Stori.
¿Mientras estudiabas y luego cuando comenzaste a trabajar, ya tenías claro que querías emprender tu propia empresa?
No tenía claridad. Lo que quería era algo que tuviera impacto social. Estaba pensando en trabajar en gobierno incluso. Me estaba yendo bien, pero yo sentía que no era por ahí donde tenía que seguir creciendo, porque no estaba generando un verdadero impacto social. Y por impacto social no me refiero a hacer una ONG que no gane dinero, sino a un negocio que pueda seguir creciendo y que tenga ganancias, pero que al mismo tiempo llegue a la vida de las personas con buenos productos que nadie más da y que tome en cuenta sus necesidades y no sólo las de la compañía.
¿A qué retos te has enfrentado para llegar al punto en el que te encuentras como directiva?
Ser emprendedora es difícil, porque soy mamá y tengo dos hijos. No me ha sido difícil el compromiso que tengo y el tiempo que le dedico a Stori, porque también lo considero un bebé. Pero como mamá, siempre tenemos esa idea o esa culpa de querer estar más tiempo con los hijos. Entonces, decidí rodearme de gente que colabora conmigo para tener a mis hijos de cerca. Trato de combinar las dos cosas y la clave está en organizarse y rodearse de la gente que te apoye.
El sector fintech siempre es el que ha tenido más inversión. Sin embargo, en el último semestre ha disminuido por la situación económica. ¿Qué opinas? ¿Qué acciones crees que deberían de estar tomando las startups?
Sin duda, esto nos va a pegar a todos y el compromiso que tenemos como empresarios es que nuestras empresas sean muy eficientes en costos y que cuando crezcan, lo hagan también con el menor costo de adquisición de usuarios. Ahora, únicamente aquellos proyectos que tengan una trayectoria hacia la rentabilidad próxima serán en los que se fijen los inversionistas.
En Stori sabemos qué tipo de cosas son importantes en épocas de abundancia y también en momentos de escasez, así que ya estábamos preparados y por eso logramos levantar una ronda en un periodo difícil. Los números demuestran que sabemos hacer las cosas y no significa que debemos dormirnos en nuestros laureles, sino que hay que seguir de cerca indicadores económicos y de desempeño de nuestra cartera. Revisarlos por lo menos cada semana.
Actualmente, ¿sólo tienen presencia en México?
Sólo en México. Aún hay mucho por hacer en el país. Ya tenemos 1.400.000 clientes, pero esto es el comienzo. Todavía hay millones de personas que no tienen nada de acceso a productos financieros.
Cuando anunciaron su última ronda dijeron que estaban interesados en expandirse por LatAm, ¿a qué países tiene planeado llegar?
Nos gustaría ir a otros países, aún no sabemos a cuáles, pero ahorita el enfoque principal es México. De hecho, el equipo de Go To Market ya está analizando eso, porque queremos llegar a 100 millones de latinoamericanos. Por ello, estamos haciendo una plataforma tecnológica con productos financieros para llegar a toda la región.
En el caso de Stori, ¿qué lo diferencia de otros competidores en el mercado, como Nubank? ¿Cuál es su oferta de productos actual?
Es el mismo producto en términos de que es una tarjeta de crédito revolvente [con un cupo que se renueva mensualmente] y en la forma en que se adquiere, ya que somos una opción 100% digital. Pero en lo que no somos iguales es en el enfoque de las personas a las que servimos. Nosotros estamos sirviendo a la población no bancarizada y otras empresas están atrayendo a los clientes que no están conformes en su banco. Con ello no quiero decir que no son bienvenidos a Stori los ya bancarizados, pero me gustaría que llegáramos a más mexicanos que todavía no tienen acceso.
¿Cómo ha sido su crecimiento?
De marzo de 2020 a marzo de 2022 crecimos 400% y hemos estado creciendo a doble dígito mensual.
¿Qué viene para Stori en lo que resta de 2022?
Crecer en talento y crecer en clientes. Queremos ser de los principales emisores de tarjetas y estar en el top tres de tarjetas de crédito en México para finales de año. También estaremos sacando un nuevo producto para el cierre de 2022.