El Foro Económico Mundial reveló su lista anual de Technology Pioneers, donde destacó a 100 empresas emergentes de 28 países que están impulsando la innovación tecnológica. Entre las seleccionadas figuró Allie, una startup mexicana que desarrolla sistemas de inteligencia artificial para optimizar procesos de manufactura.
Fundada por Nicolas Degiorgis y Alex Sandoval, Allie ha creado FactoryGPT, una plataforma que funciona como asistente digital para la gestión industrial. Esta tecnología analiza en tiempo real el funcionamiento de maquinarias y procesos productivos, permitiendo a los gerentes de planta tomar decisiones más rápidas e informadas. La startup ya colabora con importantes empresas multinacionales del sector de alimentos y bebidas, incluyendo a Heineken y PepsiCo.
Sobre los desafíos técnicos de implementar IA en entornos industriales críticos, Sandoval explicó que en Allie no creían en «aproximaciones», ya que trabajaban con flujos «mission-critical» donde cada minuto improductivo y cada error podían costar millones. Detalló que su precisión se basaba en tres pilares fundamentales:
«Modelos entrenados en terreno, no en datasets genéricos: cada despliegue se calibra con la variabilidad y ruido reales de cada línea de producción».
Los resultados concretos de esta tecnología ya son visibles según los datos recopilados por la empresa. El fundador comparte que sus clientes habían logrado una «reducción consistente de paros no programados, en torno al 15-20%», así como una «mejora clara de OEE, de 10-15 puntos» y una «disminución de desperdicio material y energético, típica de un 5-10%».
Estos números adquieren especial relevancia en el contexto actual de presiones en las cadenas de suministro y crecientes costos energéticos.
Para llegar a este reconocimiento, Sandoval recordó que enfrentaron «dos retos fundamentales». El primero fue «el caos propio de los datos industriales: incompletos, sin labels, a veces contradictorios». El segundo fue ganarse «la confianza: no basta con un buen algoritmo si no entrega valor en planta». Para superarlos, explicó que implicaron «a los equipos desde el principio» y comenzaron con «casos de uso de bajo riesgo para ir comprobando el valor de los modelos».
El reconocimiento del WEF llega en un momento clave para la manufactura global, donde factores como la escasez de mano de obra calificada, los costos logísticos y las exigencias de sostenibilidad están impulsando la adopción de tecnologías 4.0.
Soluciones como las de Allie pueden ser particularmente valiosas para plantas manufactureras en mercados emergentes, donde la transformación digital avanza a ritmos desiguales.
Para Sandoval, este hito representa más que un premio. Como él mismo señaló, «el reconocimiento no es un objetivo, sino una consecuencia de resolver esos problemas de fondo, que son comunes a toda manufactura». Ahora, el desafío para Allie será escalar su tecnología manteniendo los altos estándares de precisión y seguridad que le han valido este prestigioso reconocimiento internacional.
El caso de Allie demuestra cómo América Latina está comenzando a producir innovación tecnológica de alto impacto, capaz no solo de competir globalmente sino de resolver problemas concretos de la industria. También fueron reconocidas otras compañías latinas como la brasileña Brain4care, Plurall de Colombia y Prometeo de Uruguay.