Esta tercera iteración del “Gran Fondo” busca importantes contribuciones de empresas locales y estatales, subrayando el cambio estratégico de China hacia la autosuficiencia en semiconductores.
La ampliación del fondo, dirigida por el Ministerio de Tecnología chino, supone un esfuerzo concertado para aprovechar el enorme potencial del mercado nacional de semiconductores, a pesar de la dependencia anterior de la tecnología estadounidense para lograr avances significativos.
El Gran Fondo, fundamental en la búsqueda de la autonomía de China en materia de chips, tiene previsto financiar una serie de proyectos mediante una estructura de “fondo de fondos”, con el objetivo de diversificar las inversiones y reforzar las empresas locales.
Los principales interesados, incluidos los gobiernos municipales y las empresas estatales, están dispuestos a inyectar miles de millones, lo que refleja la estrategia de movilización a escala nacional del presidente Xi Jinping. Sin embargo, las negociaciones están en curso, y los detalles de la recaudación de fondos están sujetos a cambios. Este movimiento estratégico se produce en un momento en que Estados Unidos endurece los controles de las exportaciones, instando a sus aliados a limitar el acceso de China a tecnologías cruciales de semiconductores.
Desde su creación en 2014, el Gran Fondo ha desempeñado un papel decisivo en el apoyo al sector chino de los semiconductores, acumulando unos 45.000 millones de dólares y respaldando a numerosas empresas. A pesar de operar en gran medida fuera de la luz pública y de enfrentarse al escrutinio de la rendición de cuentas, el fondo ha permitido avances significativos, como el desarrollo por SMIC de un procesador de 7 nanómetros.
Con el lanzamiento de este tercer fondo, China refuerza su compromiso de romper las barreras tecnológicas, espoleada por las presiones internacionales y el imperativo de innovación dentro de su industria de semiconductores.