- Las startups latinoamericanas recibieron 579 millones de dólares en el primer trimestre de 2024, lo que supone un importante descenso generalizado.
- La inversión de Colombia se triplicó hasta los 188 millones de dólares, en contraste con las fuertes caídas de Brasil y México.
- Las fintech siguieron siendo sólidas, y las bogotanas Simetrik y Bold cerraron importantes rondas de financiación.
La inversión en startups latinoamericanas ha descendido significativamente, con sólo 579 millones de dólares asignados a diversas etapas en el primer trimestre de 2024. Esta cifra representa un descenso del 17% respecto al año anterior y una fuerte caída del 39% respecto al último trimestre de 2023.
El descenso pone de manifiesto un periodo de enfriamiento para la región, que había alcanzado un cenit de financiación de más de 7.000 millones de dólares en un solo trimestre allá por 2021.
Crunchbase informa de que, a pesar de la desaceleración, las startups de tecnología financiera siguen atrayendo importantes inversiones: Simetrik, con sede en Bogotá, y Bold han conseguido 55 y 50 millones de dólares, respectivamente, en sus últimas rondas de financiación. La resistencia de este sector subraya su papel fundamental en la transición de las economías latinoamericanas de los pagos en efectivo a los pagos digitales, una tendencia reforzada por el hecho de que más del 90% de las pequeñas empresas de la región aceptan ahora transacciones digitales.
La distribución geográfica de las inversiones fue desigual. Colombia experimentó un aumento significativo, en gran parte debido a las importantes rondas de Simetrik y Bold, mientras que Brasil y México experimentaron descensos significativos. Las startups brasileñas recaudaron sólo 223 millones de dólares, una caída drástica respecto a trimestres anteriores, y las mexicanas consiguieron apenas 33 millones. Esto sugiere que, aunque algunas regiones están experimentando un crecimiento, el panorama general sigue siendo difícil.
De cara al futuro, la cuestión sigue siendo si este descenso representa una depresión cíclica o un declive más prolongado de la financiación de las empresas emergentes. Los próximos trimestres serán cruciales para determinar la trayectoria de la inversión en las dinámicas y diversas economías de América Latina.