Contxto – Contratar a un asesor legal desde el principio podría, potencialmente, ahorrarle a tu startup muchos problemas. Asuntos como vesting, acuerdos tecnológicos o términos y condiciones deberían ser de suma importancia para los emprendedores, y aún así a veces lo dejan de lado.
Los emprendedores deben estar al pendiente de muchas cosas, siendo el asesoramiento legal una de ellas. Sin embargo, para muchos, esto puede ser abrumador. Especialmente si estás ocupado tratando de crecer y asegurar fondos para tu startup.
Si no tienes idea de por dónde comenzar, no te preocupes. Recientemente recibí algunos buenos consejos para startups del COO y cofundador de Lexgo, Juan José Figueroa.
Un poco sobre legaltech
En el lado positivo, ahora existe la legaltech para simplificar las cosas. Legaltech es la tecnología creada para hacer que los servicios legales sean más rápidos y eficientes. Gracias a ello, las startups pueden obtener asistencia legal a través de medios ágiles y rentables.
“Es desconcertante escuchar por qué los proveedores tradicionales se han resistido a adoptar estas tecnologías, ya que es más lucrativo para ellos ser ineficientes en su trabajo,” comentó Figueroa. “Esta es la razón por la cual el cambio en la industria vendrá de la mano de startups legales, y no de firmas de abogados.”
Sin más preámbulos, aquí hay algunas cosas a tener en cuenta para tu startup.
Contrata a un asesor desde el principio
Según Lexgo y su experiencia tanto como startup y compañía de consultoría legal, es menos costoso, en general, contratar a un asesor legal desde el principo. Contratar a un abogado para cada caso individual puede costar más que tener a uno solo que te acompañe en el camino.
A veces, puede que no haya suficiente dinero en un comienzo. Sin embargo, es importante tener en cuenta estos gastos desde el principio. Si tienes la capacidad de contratar a un asesor desde el principio, hazlo.
Crear un plan de vesting
Vesting define cuándo y cómo las acciones y ganancias se distribuyen entre los miembros de la compañía.
“Al principio, cada startup debe establecerse protegiendo los intereses de los fundadores y sus inversores, lo que hace que sea esencial tener el vesting de sus acciones,” dijo Figueroa.
Te des cuenta o no, el vesting puede hacer o deshacer una startup. Los términos correctos pueden permitir que un fundador salga de una empresa sin hacer ningún daño. Es decir, aún podrán reclamar legalmente una parte de las ganancias, pero eso solo si tienen todo en orden de antemano.
Con un plan de vesting, las startups pueden finalmente elaborar un plan para proteger tanto el negocio como sus intereses.
Un esquema de vesting también crea un compromiso legal entre los miembros del negocio. Los estatutos con respecto a las acciones individuales o las pautas relacionadas con el tiempo servido en la compañía se pueden resolver. También se incluye la cantidad de capital que las empresas pueden recomprar a los socios que pudieran perder lazos con una empresa.
No olvides hacer un contrato de transferencia de tecnología
Un contrato de transferencia de tecnología protege a las startups de probables batallas legales con respecto a la propiedad intelectual. Al asignar la propiedad de la tecnología a una startup, estás, esencialmente, convirtiéndote en su propietario intelectual. Cualquiera que quiera obtener esta propiedad tendrá que pasar por ti, pero solo si tienes una patente.
A decir verdad, los fundadores realmente deberían poner por escrito toda la propiedad de la propiedad intelectual. Es imperativo que esto se haga mientras la compañía aún está alcanzando un estatus legal.
“Cualquier tecnología que se haya desarrollado antes de la creación de la empresa o durante su validez debe asignársele para evitar controversias sobre quién es el propietario,” compartió Figueroa con Contxto.
Una asignación protege a las startups de perder sus derechos de usar esa tecnología en caso de que alguien abandone la empresa y luego quiera reclamar su uso exclusivamente. Sin embargo, el desarrollador aún puede tener algunos derechos intelectuales sobre ella. Esto realmente depende de cómo se especifique el acuerdo.
Otra razón por la cual estos acuerdos son tan importantes es que los inversores generalmente los buscan. Son como una señal de buena fe. A veces, este podría ser el factor decisivo si deciden invertir o no. Además, mantendrá alejados a imitadores y buscadores de patentes.
Sé específico sobre tus términos y condiciones
Un contrato de términos y condiciones también es una necesidad para las startups y los clientes. Puede que esto no se encuentre en las prioridades de un emprendedor pero sí es importante.
Tener todo esto resuelto con anticipación protegerá a tu negocio y contenido, evitará el mal uso, limitará la responsabilidad de la empresa y, por supuesto, te ahorrará tiempo y dinero.
“Los términos y condiciones deben declarar claramente los servicios de los que la startup consiste y su extensión. Este es, en muchos casos, el único contrato que tendrán las startups con sus clientes.” Esto aplica específicamente para las startups de software, de acuerdo con el asesor de Lexgo.
Como dijo Figueroa, podría ser el único contrato que tengas con un cliente. Es por eso que debe ser claro y específico.
Planea tu tabla de capitalización con anticipación
Una tabla de capitalización, muestra la estructura de una compañía. Aquí se enumeran todos los que son dueños de acciones. Los fundadores tienden a ser los primeros, seguidos por inversionistas, y finalmente, también se pueden incluir a empleados con capital y ejecutivos.
“Es importante formalizar cada aumento de capital para que haya suficiente espacio en la tabla de capitalización para rondas posteriores. Por lo tanto, se sugiere en las etapas semilla o iniciales solo hacerlo a través de Notas convertibles o fondos SAFE.”
Tener demasiados inversores o ejecutivos enumerados en la tabla de capitalización podría hacer que sea menos atractivo para futuros financiadores.
Las notas convertibles son buenas para etapas iniciales, ya que no tienes que determinar el valor inmediatamente después de una inversión. Por otro lado, un SAFE (Simple Agreement for Future Equity) funciona casi de la misma forma. La única diferencia es que estos no generan intereses ni fechas de vencimiento.
Para reiterar, trata de planificar de antemano quién formará parte de la tabla de capitalización. Configúralo por etapas. Tal vez si tienes suerte, no tendrás problemas para recaudar fondos en el futuro. Aún mejor, tal vez puedas ofrecer una cuota equitativa de capital a los inversores.
Ojalá, con todos estos consejos, te sentirás un poco más preparado para abordar todas tus necesidades legales. Ya sabes lo que dicen, al que madruga Dios le ayuda. ¡Cuanto antes contrates a un asesor y organices todos los documentos necesarios, mejor!
-CZ
Traducido por Alejandra Rodríguez