Juan Pablo Lafosse y cómo los ‘NFTickets’ podrían cambiar la industria de viajes

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En 2022, Juan Pablo Lafosse recorrió más de 400.000 millas en avión, pero esto no es nuevo para el emprendedor que tiene un extenso recorrido en la industria de viajes. Después de casi 30 años en el sector, Lafosse se lanzó en 2021 a construir un nuevo proyecto: TravelX, compañía que quiere sacudir a todos los actores del mundo del turismo gracias a la tecnología blockchain.

Su CV deja claro que sabe en lo que se está metiendo: fundó la compañía de viajes más importante de los 90s en Argentina, Asatej; fue director Comercial de Aerolíneas Argentinas; y volvió al juego con Almundo, una reconversión de la primera que finalmente vendió al grupo brasilero CVC por US$77 millones, en 2019.

En los últimos años pisó fuerte con su rol de inversor: en 2021 dio vida, junto a un grupo de socios, a Newtopia, un VC de US$50 millones con foco en empresas en etapa temprana, visión latinoamericana y con Marcos Galperin (MercadoLibre) como parte del directorio. 

Ese recorrido lo llevó a crear TravelX, con sede en EEUU, aunque con su staff de 80 empleados trabajando desde distintas partes del mundo, Latinoamérica incluida. 

A la fecha, su startup ha recaudado US$16 millones: US$11 millones en una primera ronda a fines de 2021 y US$5 millones en una extensión de ronda el año pasado, instancia donde fue valuada en US$100 millones.

Esta semana, la firma anunció que sumó tres nombres de peso a su lista de inversores: Montie Brewer, ex-CEO de Air Canada y miembro del directorio de Allegiant y Finnair; Matias Woloski, cofundador y CTO del unicornio Auth0; y Manu Ginóbili, el basquetbolista argentino cuatro veces campeón de la NBA y medallista olímpico.

Lafosse quiere que los NFT, que se popularizaron de la mano del mundo del arte y del entretenimiento, lleguen a la industria de los viajes y para eso propone la creación de lo que llama NFTickets, boletos de avión tokenizados que se apoyan en la tecnología blockchain. Esto significa que cualquier usuario puede ser dueño de ese pasaje y, si lo desea, puede venderlo o transferirlo a otra persona y hasta ganar dinero si la tarifa subió. Aerolíneas como la low cost argentina Flybondi ya están implementando el modelo, y Lafosse aspira a que su proyecto permee a otras áreas de la industria, como hotelería o servicios turísticos.

 

Tienes mucho recorrido en la industria de viajes, ¿qué cosas querías cambiar cuando fundaste TravelX?
Mi experiencia me permitió entender los dolores de la industria de travel, que tiene mucha fricción y en la cual los diferentes actores no están alineados. Es una industria donde los intereses de uno van en contra de los de otros: es una industria “de frenemies”, donde los beneficios de unos no necesariamente son beneficios para los otros y eso impide construir en forma colaborativa. 

También es una industria con muchas ineficiencias, donde los procesos podrían ser mucho más simples y económicos. Cerca de dos años atrás, cuando empecé a comprender la blockchain y los problemas que solucionaba, me di cuenta que justamente era la tecnología la que podía ayudar a ser una industria más rentable, más eficiente, con menos fricción y mucho más colaborativa.

 

Juan Pablo Lafosse fue fundador de Almundo y ahora lidera TravelX. (Foto: Juan Pablo Lafosse)


En esta industria de frenemies que mencionas me imagino que debe ser un desafío salir a vender un producto tan nuevo, donde también hay que evangelizar sobre su uso…
Definitivamente. Durante los últimos 18 meses el foco fue por un lado evangelizar y por otro entender cómo construir un camino que sea fácil de adoptar. En ese sentido somos una compañía web «dos punto algo»: no queremos traer travel a Web3, lo que queremos es usar la blockchain para que toda la industria la adopte. No somos fundamentalistas, todo lo contrario. Estamos haciendo algo para cualquier línea aérea, para que cualquier viajero pueda tener una experiencia mucho mejor y que nunca se dé cuenta qué tecnología está usando. También entendimos que hay diferentes tipos de compañías. Hoy estamos focalizando en los early adopters, aquellos equipos que están dispuestos a innovar y tomar ciertos riesgos. Hay equipos que tienen ese margen para tomar esas decisiones y hay equipos que por ahí les cuesta más y no hay nada de malo. Si bien hoy tenemos un pipeline de más de 60 aerolíneas interesadas en adoptar nuestra infraestructura, también entendemos cuáles son esas compañías que están dispuestos a ser los primeros en hacerlo. Y ahí es donde estamos poniendo energía. 

¿Cuál es el modelo de negocios? ¿Las aerolíneas son los clientes?
Nuestro modelo de negocios es simple. Somos infraestructura para las aerolíneas. Eso implica que una línea aérea puede adoptar nuestra tecnología y crear casos de uso que hoy no tiene, como permitir que sus usuarios compren un ticket tokenizado, un NFTicket, y que de esa manera sean dueños de ese activo. Como dueños de ese activo, pueden transferir o revender ese activo bajo las reglas de negocio que define la aerolínea. De esta manera creamos nuevos casos de uso que mejoran la experiencia de los viajeros, generan ingresos incrementales para las líneas aéreas, reducen sus costos operativos y le permiten aumentar su demanda. Por esta tecnología lo que nosotros tenemos es un modelo de revenue share [reparto de ingresos] donde en la generación de esos revenues incrementales compartimos los ingresos con las líneas aéreas. 

¿Por qué a la aerolínea le convendría ceder el poder sobre el boleto?
Ceden ese poder, pero, y eso es lo que te da blockchain, definiendo cuáles son las reglas de esos smart contracts en los cuales cada vez que haya una nueva transacción el dueño de ese activo paga un transaction fee y parte de ese fee va para la línea aérea. Vos como viajero estás dispuesto a pagar más y a comprar con anticipación porque tenés un activo que tiene mayor flexibilidad. Si hay un aumento de valor, el smart contract también colecta un porcentaje relevante de ese aumento de valor y se lo transfiere a la línea aérea. Entonces es un modelo beneficioso para todos. Y quien te da esa certeza es la tecnología blockchain. 

Yendo a tu perfil de inversor, ¿dónde tienes el foco hoy luego de un 2022 donde cambió el mercado de venture capital?
El mayor impacto tuvo que ver con estadios más tardíos. O sea, rondas series B en adelante donde había valoraciones extremadamente altas. Donde veo muchas oportunidades es en early stages, especialmente de second time founders, emprendedores que ya traigan algunas batallas encima. 

Veo oportunidades en Web3, pero especialmente en todo lo que es casos de uso reales. Veo una gran oportunidad en todo lo que es tokenización de activos como commodities o de muchas industrias que tienen supply chains muy complejos o ineficientes, en donde claramente la blockchain podría ayudar muchísimo. Creo que a nivel Latinoamérica la pandemia mostró muchos de los problemas que había en sectores que no se habían digitalizado, entonces también ahí veo una gran oportunidad. 

¿Qué expectativas tienes para 2023?
Hoy mi principal objetivo es TravelX. Este es un año en donde realmente lo que tenemos que lograr es implementar en muchas compañías y demostrar que no sólo tenemos product market fit, sino que también tenemos esa capacidad de generar valor para nuestros socios. Y ese es el gran objetivo para este año: implementar y generar valor para las líneas aéreas que confían en nosotros y eso en algún punto lo que nos va a permitir es seguir implementando en nuevas líneas aéreas y poder iniciar un proceso de Serie A que tenemos proyectada para la segunda parte del año.

 

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