Aunque nació recién en diciembre pasado, en su breve historia Mono tiene harto para contar: fueron parte del reciente batch de invierno de la aceleradora Y Combinator y luego levantaron US$6 millones de dólares en San Francisco, en una ronda semilla liderada por Tiger Global, donde fueron valuados en US$50 millones. Fue en marzo, pero la noticia la están dando a conocer hoy.
Mono, que ofrece cuentas de banco para startups y pymes, surge en buena parte de la frustración que sus propios founders experimentaron con los bancos tradicionales en el ámbito del emprendimiento en Latinoamérica. Algo que les sucedió a los colombianos Salomón Zarruk (CEO) y Sebastián Ortiz (CTO) en la startup que fundaron antes, TPaga. A Juan Camilo Poveda (CPO), diagnosticando estos problemas en Brasil, cuando trabajaba en Nubank. Y le ocurrió al chileno José Tomás Lobo (COO), cuando era country manager de la startup local Laboratoria.
“Me tocó todo el mierdero operativo de lidiar con el banco, de ir una vez al mes todos los meses a firmar una cuestión, mucho papeleo manual”, dice este último en conversación con Contxto.
Lobo conoció a Zarruk cuando ambos cursaban una maestría en la London School of Economics. Ahí Zarruk le contó la idea que luego pulieron y acabaría tomando la forma actual de Mono: una cuenta bancaria para empresas que se abre en 15 minutos, que permite hacer transferencias interbancarias, pagos con tarjetas físicas y virtuales “y varias cosas donde pueden hacer todo lo que necesita para avanzar en su negocio”. “Nuestro motto es que las empresas se puedan enfocar en su negocio y no en su banco”.
El COO hace hincapié en la rapidez: “Nuestro diferencial aquí es la velocidad. Tenemos una cuenta que se abre en 15 minutos, diferente a las dos semanas que demora un banco tradicional en Colombia. La única chance que las startups tenemos para poder ganar dentro del mundo de los negocios es usar la velocidad a nuestro favor”.
En un año especialmente difícil para levantar capital, quieren poder darle velocidad a otras startups. “Que puedan concentrarse en hacer crecer su negocio, en hablar con clientes, en vender y no perder tiempo haciendo estupideces en su banco”, dice.
Además de la burocracia para abrir cuenta, en Mono se rebelan frente a otras ineficiencias de la banca tradicional para empresas: las relacionadas con la aprobación de créditos, servicios al clientes que no resuelven, tecnología anticuada y cobros que no se entienden, entre ellas.
Con foco en Colombia, de momento
Pese a operar en Colombia, en Mono convergen personas de todo LatAm, muchas de las cuales trabajan remotamente desde sus países. En Colombia tienen más de 300 clientes y están concentrados en seguir creciendo en ese mercado, destinando el nuevo capital especialmente al desarrollo del producto. “Somos una empresa bien de tecnología y producto, obsesivos en crear productos bien ricos. Usamos nuestro producto, cuando nos caemos nos caemos con nuestro producto. Somos bien obsesivos en que lo que hagamos sea algo que nosotros también queramos usar”, explica Lobo.
Lo anterior no quiere decir que no pretendan a futuro llegar a otros países. Ven su servicio como una necesidad de toda la región: “Tenemos por suerte muy buenos amigos en otras startups en todas partes de LatAm y vemos que esto pasa a nivel regional. Algo que también, de hecho, sucedía en EEUU hasta que llegaron players como Brex y otros a tratar de resolverlo”.