Polymath Ventures nació en 2012 como un venture studio con el propósito de acortar la brecha de la desigualdad y la paradoja de ingreso medio en Latinoamérica. Cuenta con oficinas en Bogotá y Ciudad de México. Ha levantado USD$70 millones de capital y deuda en todo el grupo.
Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de las Naciones Unidas (CEPAL), la tasa promedio de crecimiento económico de Latinoamérica y el Caribe será del 1.3% en 2023, como resultado de una trampa estructural de bajo crecimiento, desigualdad elevada e instituciones débiles.
Para combatirlo, Polymath concibió su estudio con la finalidad de crear empresas tecnológicas diseñadas para incrementar la población que se integre a la clase media en la región, la cual sumaba cerca de 311 millones en 2019, entre clase media-baja como la clase media-alta y con un ingreso per cápita entre los entre USD$ 10 y USD$50 diarios, según el Fondo Monetario Internacional, Trading Economics, LAVCA, The Information, Banco Mundial, Pew Research Center.
La definición de clase media a la que se refiere debe poseer tres factores esenciales:
- Estado de bienestar. Cobertura de todos los servicios y necesidades básicas del individuo, desde su alimentación sana, su educación, capacitación profesional, acceso laboral y oportunidades a un mayor crecimiento personal hasta el derecho a la vivienda digna. Es decir, las condiciones mínimas para el desarrollo humano y su perspectiva de progreso individual, familiar y comunitario.
- Salud financiera. Un perfecto equilibrio entre el ingreso, el egreso y el acceso a deuda pagable y sin riesgos para los individuos que la adquieren. También la posibilidad de poner a trabajar cuentas de ahorro, remanentes en cuenta y otros conceptos análogos que mantengan al dinero que guardan trabajando a su favor. Lo cual, eventualmente, se espera que se traduzca en la posesión de capital de inversión —ya para patrimonio, ya para crear mecanismos de multiplicación de las riquezas (empresas, instrumentos financieros, etcétera).
- Patrimonio. La capacidad de poseer activos propios, idealmente no depreciables (como una casa, obras de arte, cuentas de inversión, etcétera), que construyan un conjunto de bienes y riquezas. Con esto, cada individuo puede legar a sus seres queridos o tornar este patrimonio garantías colaterales para acceder a recursos financieros destinados a crecer sus rentas, además de garantizar un futuro estable a sí mismo y sus familiares y amigos.
“La clase media emergente es la segunda más grande del mundo en Latinoamérica después de China. Con eso en mente, Wenyi Cai, llegó a Colombia para fundar este venture studio y contribuir a consolidar a las startups tecnológicas. Su fin: construir e invertir en empresas que puedan escalar masivamente y al mismo tiempo generar un impacto en la región”, explica Peter Ostroske, Managing Partner de Polymath para Contxto.
Fundadores
Wenyi Cai
Cofundadora y CEO
Antes de fundar Polymath, Wenyi fue empresaria en Silicon Valley. Como COO de Milo.com, una startup de internet para consumidores que se vendió a eBay en 2010, Wenyi lideró los esfuerzos de desarrollo de negocios con grandes empresas de tecnología como Microsoft y eBay, y supervisó los equipos de producto e ingeniería. Anteriormente en su carrera, Wenyi fue consultora de McKinsey & Company en el Medio Oriente, África y el sur de Asia. Antes de su carrera empresarial, Wenyi ayudó a construir un fondo de cobertura de negociación cuantitativa y fue una investigadora publicada en física aplicada. Wenyi se graduó cum laude de Harvard College y estudió filosofía y física. Wenyi nació en China y creció entre China y los Estados Unidos.
Damián Alcedo
Director de Crecimiento
Antes de unirse a Polymath Ventures, Damián fue CEO y cofundador de Carmatch.mx, un mercado de vehículos en línea que se vendió a finales de 2018. Damián tiene un MBA de la Universidad Carlos III de Madrid, una Maestría en Arquitectura, Construcción y Planificación de la Universidad Tecnológica de Eindhoven y un Grado en Planificación Urbana de la Universidad de Ciencias Aplicadas de Breda.
Peter Ostroske
Socio Gerente
Emprendedor estadounidense seleccionado como emprendedor del año de Endeavor Colombia en 2017. Peter tiene doce años de experiencia operativa en América Latina y previamente era el CEO de Ofi. Candidato a MBA de la Universidad de Pensilvania Wharton con una licenciatura de la Universidad de Chicago.
Tesis de inversión de Polymath Ventures
En Polymath, las startups se diseñan internamente utilizando una metodología de ideación, validación y product-market-fit. Luego se promueve diseñadores de negocio o reclutan mismos equipos fundadores del venture studio para encaminarlas.
Polymath “permanece involucrado en nuestras empresas a lo largo de sus ciclos de vida, proporcionando estrategia y apoyo en algunas áreas de la operación, como la selección de talento humano”, destaca Ostroske.
Después de más de una década de exploración y desarrollo, Polymath ha creado una cartera de ventures entre las que destacan:
- Autolab. Plataforma líder en América Latina en reparación y refacciones automotrices, que se asocia con dueños de talleres independientes para hacer crecer sus negocios a través de la tecnología.
- Aflore. Soluciones pioneras de inclusión financiera para la clase media emergente de América Latina a través de la banca comunitaria con tecnología.
- Elenas. El principal mercado de comercio social de América Latina, que ayuda a las mujeres a lograr la independencia financiera.
- Tani. Plataforma de trámites médicos de América Latina, que ofrece atención de calidad y precios transparentes para la clase media.
- Pacto. Plataforma tecnológica para restaurantes y bares que mejora la experiencia de servicio y acelera el crecimiento de su negocio.
En el nuevo fondo, Polymath designa 30% a construir compañías desde cero y 70% a invertir en compañías en fase temprana externas al fondo —es decir, apuestas en proyectos que emprendedores tecnológicos traen como oportunidad de inversión al fondo.
Este segundo caso no es como nació Polymath Ventures hace once años, pero los socios fundadores tienen claro cómo se inserta en su propuesta de valor. Se trata de una nueva apuesta que permite crecer sumándose a otras ideas que comparten su filosofía.
Al tratarse de un venture studio –modelo de incubación que nació en 1996 con IdeaLab–, Polymath prueba las ideas de las startups que se acercan a ellos. Aceptan compañías con tracción, en etapa seed, que ya facturan y buscan Product Market Fit, que hablen español y que tengan impacto en la clase media de la región. Las respaldan con financiación y recursos para lanzar y convertirlas en emprendimientos escalables.
En los últimos once años, han invertido a través de su venture studio –su división independiente donde construyen y lanzan emprendimientos digitales para la clase media emergente en Latinoamérica–. Y ahora cuentan con un nuevo vehículo para hacer crecer a las startups. Se trata del fondo semilla Polymath Ventures Seed Fund, desde donde invirtieron en Pacto.
Un análisis de Crunchbase destaca que la financiación de las startups en fase inicial disminuyó durante el primer trimestre de este año por debajo de los USD$1,500 millones del mismo trimestre del año anterior.
La premisa de este fondo atenta contra la tendencia en ese sentido: los buenos negocios están donde otros no incursionan por temor al territorio inexplorado.
Ostroske, como el equipo de Polymath, considera que para reimaginar el futuro es necesario que las startups descentralicen sus estructuras y prioricen la agilidad y la experimentación. Para conseguirlo es importante asociarse con el ecosistema de inversión de capital privado.
¿Cómo puedo invertir en Polymath?
Ahora Polymath busca Limited Partners (LPs) con los que esperan captar USD$25 millones. Además busca un perfil de inversionista con experiencia en venture capital.
“Estamos en pláticas con Family Offices, fundaciones, instituciones, con fondos de inversión y con Development Financial Institutions (DFI). Evaluamos a los inversionistas, dependiendo su perfil y sus plataformas de inversión”, explica Peter Ostroske.
Su último éxito vino de la mano de su inversión en Pacto, la cual recaudó USD$4 millones en una ronda de inversión donde participó 500 Global, entre otros inversionistas.
Para Ostroske los venture capital que invierten en una región volátil, como Latinoamérica, “deben mantener la disciplina como inversionistas, establecer el baseline, entender lo que realmente es el valor de una compañía y comenzar a invertir para generar un factor de cambio que contribuya a mejorar la economía global en los próximos diez años”, concluye.