Hace poco más de una década atrás el ecosistema emprendedor en Latinoamérica apenas estaba naciendo. Las primeras semillas para que se diera un campo fértil para los emprendedores de base tecnológica estaban recién brotando en México y en todo Latinoamérica.
En 2013 no había un ecosistema tan concentrado como ahora, recuerda Daniel Cossío, gerente regional para América Latina en Village Capital, en entrevista con Contxto. “Había algún evento de Google for Entrepreneurs, algún otro evento en Central, o alguna Fuckup Nights por ahí”, dice, asegurando que todo era incipiente en México y la región.
En 2011 recién había llegado al país el fondo global 500 Startups (ahora 500 Global) y en México estaban naciendo los primeros fondos de venture capital locales, como Angel Ventures que se había fundado en 2009 y Wollef que nació como Jaguar Ventures en 2013.
Poco faltaba para que la aceleradora de startups, Village Capital, llegara a México —la meca del emprendimiento hispanoamericano— en 2015. Su misión era desde entonces desbloquear el acceso a capital para emprendimientos con impacto social.
Hoy, presume Cossío, Village Capital ha apoyado a más de 250 startups en más de 21 países, de las cuales el 48% son lideradas por mujeres. Y estima que han desembolsado poco más de $500 millones de dólares en inversión para startups en etapas tempranas.
A nivel global la organización lleva ya más de 15 años en mercados como Estados Unidos Unidos, Medio Oriente, Norte de África, Europa, Asia y África. En sus primeros años en Latinoamérica empezaron principalmente en el ecosistema fintech, pues era lo que en ese momento tenía mucho más auge, recuerda Cossío.
Entre sus primeros emprendimientos acelerados en México se encuentran ePesos y Credilikeme. “En 2017 ya fue cuando empezamos a apoyar a startups en Colombia, Argentina y Chile”, afirma Cossío.
“En Chile invertimos en su momento en el 2017 en Fintual, que fue la primera startup chilena que recibió inversión de Y Combinator 3 años después. Entonces, ese tipo de casos de éxito que nosotros tenemos”, agrega el líder de Village Capital.
¿Cómo funcionan los programas de Village Capital?
Hasta ahora Village Capital ha llevado a cabo más de 28 programas de aceleración y se ha expandido poco a poco a otros países de la región. La organización llegó a Brasil en 2019 y a Centroamérica y el Caribe en 2021. En estos últimos Cossío reconoce que fue complicado pues no hay tantas aceleradoras o incubadoras locales como en México o en Colombia. “Está mucho más fragmentado y así fue como hemos ido poco a poco armando pues esas redes”, añade.
En los programas de aceleración ayudan a los emprendedores principalmente a dos cosas: el alistamiento financiero (para que tengan un diagnóstico y también una evaluación de qué necesitan para operar en el futuro y si levantar o no capital de riesgo). Y la segunda cosa es la mentoría especializada y asistencia técnica en legal, comunicaciones, diseño, ventas, estrategia interna, entre otros. En algunos programas también han invertido de 50, 000 a 75,000 dólares por startup.
Conforme ha ido evolucionando el ecosistema emprendedor se han diversificado las soluciones a problemas de otras industrias, como la de la salud o las referentes al clima y la recuperación o restauración de ecosistemas, explica Cossío.
A partir del 2020, Village Capital comenzó a enfocarse en cinco sectores: fintech, salud, educación, agricultura y energía.
Cossío explica que el programa de aceleración —el cual dura entre tres a cuatro meses— en Village Capital es totalmente gratuito y que trabajan con organizaciones, usualmente corporativos o fundaciones de corporativos. Ellos también son parte del proceso de selección para elegir a las startups que participan en los programas de aceleración.
Para Cossío el ecosistema ha evolucionado de manera positiva en los últimos 10 años, pero aún hay una tarea pendiente: el apoyo gubernamental, que si bien está comenzando a haber acciones para impulsar a los emprendedores, falta que se concrete en inversiones o acompañamiento.