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Contxto – “Nunca desperdicies una buena crisis”. Un cliché tan viejo como el tiempo. Pero es uno que tiende a ser mejor utilizado por los innovadores más vanguardistas y las tecnologías más nuevas. (Por lo que, no me sorprendería que necesitaras refrescar un poquito tu memoria sobre lo que es el blockchain antes de entrar a especificidades en América Latina).
Blockchain no es “nuevo” en sí. Al sistema de registro público y descentralizado de transacciones digitales (una forma elegante de decir que son listas de datos en evolución globalmente verificables), se le otorgó un valor casi providencial debido a su inalterabilidad.
Esta afirmación, junto con el surgimiento de Bitcoin (una criptomoneda basada en blockchain) funcionó como un bálsamo para aquellos que estaban viviendo las consecuencias de la crisis financiera del 2008.
Ahora, apenas una década después y de vuelta en una nueva crisis, blockchain emerge una vez más de los escombros. Pero esta tecnología es mucho más sofisticada hoy en día y abarca mucho más que solo las criptomonedas.
No es que el concepto de blockchain en sí se haya reinventado. Más bien, los humanos lo asimilaron y le están dando usos cada vez más inimaginables.
El problema es que estas nuevas aplicaciones a menudo son extremadamente disruptivas para el status quo. Y los intereses establecidos (gobiernos, compañías y sociedades) son los que a menudo se rehúsan a aplicarlas.
Covid, blockchain y América Latina
O así era hasta que el Covid-19 puso al status quo de cabeza.
Ahora, la pandemia ha mermado instituciones y sistemas anquilosados en todo el mundo pero particularmente en una Latinoamérica estructuralmente inestable. Esto le abrió las puertas a la tecnología blockchain y a las startups que implementan soluciones basadas en ella.
Así que la pregunta es: ¿podrá América Latina alcanzar un equilibrio adecuado? ¿La caída de sistemas e instituciones enclenques abrirá paso a una adopción blockchain masiva o la mermará los mismos sistemas que necesita para operar?
La respuesta es tan diversa como los usos de la tecnología en sí. Y dependen no tanto de la tecnología, sino del grado al que cada sector tendrá que ser disrumpido. Sin embargo, en términos generales, las soluciones que implementa esta tecnología formarán parte de tres categorías:
- Adopción acelerada de una solución que ya está ampliamente disponible
- Cambio a ser una solución prescindible a una imprescindible
- Una solución que podría mejorar mucho las cosas… pero probablemente no pasará (aún)
Adopción blockchain acelerada: tecnología vieja, mundo nuevo
Las criptomonedas han sido durante mucho tiempo la marca distintiva de la tecnología blockchain. La más vieja tiene más de 10 años. Sin embargo el debate continúa sobre si las criptomonedas pueden o, si incluso deberían, ser una alternativa viable al dinero emitido por el gobierno.
Muchos latinoamericanos ya superaron este debate. Aquellos con dólares o euros guardados en su cuenta de banco discuten sobre la filosofía del valor con respecto a Bitcoin y Ethereum; Latam está actuando desde la experiencia.
América Latina ve estabilidad (relativa) en las criptos
El debate en Latam no es si las criptos son una fuente estable de valor. No necesito decirlo, mira la gráfica de ahí arriba; la fluctuaciones del Bitcoin son gigantes.
Más bien, el cálculo gira en torno a apostar que las criptomonedas retengan su valor a mediano y largo plazo. Y la gráfica muestra otra vez que, ciertamente, invertir tu dinero en BTC al inicio de la pandemia y cobrarlo en junio hubiera sido mucho mejor en todos los casos con respecto a todas las monedas principales de América Latina.
Solo espero que no necesitaras intercambiar tus Bitcoin a mediados de marzo …
En el caso extremo de Venezuela, las startups llevan mucho tiempo aprovechando este cálculo. Estas empresas de cripto sientan un precedente interesante, aunque extremo, de lo que se puede hacer para preservar el valor a través de las cripto frente a una moneda nacional completamente devaluada.
Los cripto-exchanges fundados por venezolanos pero con sede en Estados Unidos o Panamá que mueven capital dentro y fuera de Venezuela están prosperando.
Mientras tanto, Valiu, con sede en Colombia, agregó valor en criptodólares a las remesas en Venezuela. Incluso el gobierno venezolano introdujo su propia criptomoneda, el Petro, pero con dudoso éxito.
Entonces queda claro. Blockchain llenará el vacío dejado por las instituciones. Sin embargo, cuando estas fallan catastróficamente, como en Venezuela, no existe una infraestructura empresarial que proporcione a las empresas el espacio para desarrollar sus soluciones.
Los constantes apagones, el endeble estado de derecho y la hiperinflación no pueden respaldar un ecosistema de startups saludable, diverso y próspero. Incluso para las criptomonedas.
Distanciamiento social con cripto
Más allá del almacenamiento de valor y los casos extremos, Covid-19 cambió la forma en la que manejamos nuestro dinero.
Argentina, por ejemplo, controla las transacciones en dólares de sus ciudadanos para evitar la fuga de capital y una mayor devaluación. El resultado fue un inmenso mercado negro que intercambia dólares por el valor real del peso argentino.
Pero ahora, cuando el efectivo en moneda o en papel representa un riesgo de contagio, las criptomonedas están aún mejor preparadas para obtener la ventaja.
En una región que confía poco en el gobierno, pero que quiere acaparar activos tangibles en un mundo donde el efectivo es un problema, las criptomonedas nunca tuvieron una mejor oportunidad para impregnar al mercado latinoamericano.
Transición a blockchain: nueva tecnología, nuevo mundo
Ahora, echemos un vistazo a las verticales y soluciones que, igual que las criptomonedas, ya existían, pero, a diferencia de las criptomonedas, no se contemplaba una amplia adopción a corto plazo. Hasta que llegó la pandemia.
Bienvenidos a la economía socialmente distanciada.
Blockchain en servicios esenciales
Healthtech
La Organización Mundial de la Salud, recientemente y por obvias razones, le ha dado prioridad a blockchain. Están trabajando específicamente en un registro blockchain que dé seguimiento de las tasas de transmisión de Covid-19 en todo el mundo.
Sin embargo, fuera del propio virus, la pandemia ha ejercido mucha presión sobre el sistema de salud.
Es ahí donde las startups latinoamericanas han llenado la brecha, trayendo consigo la tecnología blockchain para hacer que todos los procesos sean más seguros y eficientes. Algo muy útil especialmente en una región con servicios de salud de por sí deficientes.
En México, una startup llamada Prescrypto desarrolló RexChain. Esta es una red de blockchain donde los médicos pueden importar o exportar datos clínicos para hacer recetas.
Mientras tanto, en Costa Rica, el aislamiento ha provocado una escasez de donaciones de sangre. Para abordar este problema, Lifebank creó una aplicación. A través de blockchain, puede ayudar a comunidades a crear vínculos entre donadores elegibles, centros de donación comunitarios y empresas locales participantes.
Soluciones como estas son consecuencia de Covid. Pero a corto plazo, ayudan a aliviar la presión sobre los servicios de salud y, a largo plazo (con la disminución de los costos de la tecnología y el hardware y las dificultades para su adopción superadas), pueden seguir beneficiando a la región.
De hecho, América Latina puede incluso desarrollar las soluciones de salud que no habían sido adoptadas en otras ocasiones.
Edtech
La pandemia vió el auge del aprendizaje remoto y las soluciones edtech. Sin embargo, en términos de blockchain, los límites de la educación remota han llegado aún más lejos.
A medida que las escuelas se han adaptado a entornos de aprendizaje socialmente distanciados, los elementos tangenciales de la educación también están teniendo una transformación digital. Ningún trámite burocrático es quizás más importante en los primeros años que el expediente académico de un estudiante.
OS City en México es un buen ejemplo. Esta startup trabajó con el programa acelerador del Fondo de Innovación de UNICEF y su CryptoFund y el blockchain de Ethereum para crear una plataforma de certificados digitales y registrar los diplomas de los niños.
¿Qué sentido tiene mantenerse alejado de todos durante todo el año si, al final del semestre, tienes que recoger un papel en la oficina de la escuela? Es eso, arriesgar que se pierda en un sistema postal desgastado, o un diploma de blockchain inalterable.
Sector primario y exportador de América Latina
La pandemia ha desencadenado una recesión económica que el sector primario ha resentido. A medida que las economías se estancan, también lo hace el comercio de materias primas. Esta es una noticia terrible para los países latinoamericanos que dependen desproporcionadamente de los sectores minero y agrícola.
La dependencia de Chile de la minería es muy clara. Ha fluctuado entre el 8 y el 15 por ciento como parte del PIB durante los últimos 10 años.
Para Perú, esta cifra representa el 10 por ciento del PIB, pero el 60 por ciento de sus exportaciones extranjeras. Argentina se encuentra en una posición similar con respecto a la agricultura.
Estos países no pueden darse el lujo de renunciar a la producción (especialmente porque, a medida que incrementan su gasto público, la eficiencia se vuelve primordial).
Por lo tanto, tanto en términos de recaudación de impuestos como de producción, la eficiencia es una necesidad absoluta en la Latinoamérica dependiente de las exportaciones.
Minería
¿Recuerdas cuando la minería no significaba máquinas resolviendo ecuaciones para crear criptomonedas?
Aparentemente, la gente todavía lo hace a la antigua. Bueno, ya no tanto. Blockchain está acelerando las cosas en términos de producción. Pero también está llegando a minas que antes no eran rentables y las hace menos peligrosas para el medio ambiente.
Debido a que la minería es tan grande, las empresas han podido asociarse con gigantes tecnológicos internacionales. Esto ya estaba acelerando el proceso de adopción incluso antes de la pandemia.
Eso es lo que sucedió en Perú. Google se unió a Minsur, una empresa minera multinacional, para lanzar un proyecto piloto de blockchain para mejorar las minas de estaño y que sean más sostenibles.
Mientras tanto, del salmón a la minería, la chilena BLOQS4 está transformando progresivamente las industrias más importantes del país para que adopten la tecnología blockchain.
Agricultura y alimentación
La comida es un tema complicado cuando se trata de Covid-19. El virus nos ha enseñado lo importante que es saber de dónde provienen nuestros alimentos.
Las enfermedades provenientes del ganado, no solo de lo silvestre y exótico, pueden constituir un importante problema de salud. Con eso en mente, la trazabilidad que ofrece blockchain puede ayudar a controlar más de dónde proviene la carne sospechosa.
Eso es exactamente lo que la argentina Carnes Validadas espera hacer, al agregar más transparencia y trazabilidad al suministro de carne. En otras palabras, documentar efectivamente el proceso de la carne desde la granja hasta que llega al plato.
Comercio internacional
Pero, por supuesto, en el traslado de todos estos productos es a menudo donde se encuentran las mayores ineficiencias; particularmente en un mundo que se quedó ciego con todos trabajando a distancia y el cierre de fronteras.
Una vez más, la naturaleza inalterable y rastreable de blockchain puede ser el salvavidas de la industria de la importación y exportación.
Durante 2020, Brasil introdujo algunos cambios innovadores en sus operaciones aduaneras. La autoridad fiscal nacional del país, la Receita Federal, lanzó un proyecto de blockchain. Este ayuda en tres áreas clave de los procedimientos de aduanas y exportación: seguridad, verificación de identidad y gestión de costos.
La iniciativa se conoce como bCONNECT. Ha estado vinculando comercialmente a países como Brasil, Paraguay, Uruguay y Argentina desde el 2020.
Las mejores soluciones siempre son regionales.
Blockchain en el mejor de los casos: nueva tecnología, viejos intereses
Y luego tenemos al status quo… A veces, no se trata de cuán innovadora sea la tecnología, sino de los intereses a superar para implementarla.
Para los sistemas legales y regulaciones gubernamentales, sectores que se beneficiarían enormemente del uso de blockchain, el cambio será difícil, pero no imposible de lograr.
Reconstruir instituciones después de Covid
El derroche del gasto público le cuesta a América Latina y el Caribe un 4.4 por ciento del PIB, según un estudio del BID. Las ineficiencias y el fraude en los cobros podrían alcanzar los US$220,000 millones al año.
Como mencioné antes, no se puede desperdiciar durante épocas de escasez. Pero esto es exactamente lo que hacen la corrupción y la burocracia excesiva.
El veredicto de un informe de la CEPAL sobre los efectos fiscales de la pandemia en América Latina no es alentador:
- Espacio fiscal limitado, como resultado de los déficits persistentes y el aumento de la deuda pública en los años previos a la crisis;
- Menores ingresos fiscales debido a la caída de la actividad económica y de los precios de las materias primas;
- La necesidad de hacer gastos públicos a corto plazo para fortalecer los sistemas de salud, proteger el bienestar de la población y mantener los empleos; y
- Condiciones financieras más estrictas, que se traducirán en mayores costos de financiamiento para las necesidades de gasto público.
Blockchain vs corrupción
Sin embargo, no todo está perdido. Antes de la pandemia, los latinoamericanos ya estaban considerando a la tecnología blockchain como una forma de frenar la corrupción.
La regulación por medio del blockchain es una cuestión de voluntad política.
De hecho, Costa Rica, un vanguardista frecuente, permite que los empleadores paguen a su personal en criptos. El Banco Interamericano de Desarrollo (CAF) cree que en el futuro esto puede impulsar a la tecnología gubernamental y reducir la corrupción.
El gobierno de Colombia también ha estado buscando soluciones basadas en Ethereum para combatir las prácticas corruptas.
En Brasil, blockchain se ha instituido lentamente para reemplazar los servicios notariales tradicionales con la ayuda de OriginalMy.com. Esta startup utiliza tecnología blockchain para registrar documentos y verificar autenticidad/identidad.
Pero no sirve de nada declarar la victoria todavía.
Justo antes de que la pandemia azotara la región, el gobierno de Buenos Aires suspendió el proyecto blockchain del país para registrar compañías nuevas. A partir de la segunda semana de marzo, se dijo que el proyecto blockchain se suspendería durante aproximadamente 180 días… y seguimos esperando.
Arriésgate o vete a casa, literalmente
No quiero dejarte con un sabor amargo. Porque no solo hay esperanza, sino que hay mucho espacio para para la implementación de las govtech y legaltech a base de blockchain. La clave es ver dónde y cómo implementarlo mejor.
Hasta ahora, las mejores formas de poner en marcha la gobernanza vía blockchain se encuentran en dos enfoques opuestos:
Abordaje local
El primero es intentar implementar el uso gubernamental de blockchain a través de soluciones locales. El segundo es conseguir que las organizaciones transnacionales hagan la implementación por ti.
En el frente localista, podemos ver cómo la startup OS City ha estado utilizando blockchain e inteligencia artificial para crear un sistema de transporte público más eficiente al digitalizar los datos de los pasajeros en Teresina, Brasil.
En su Argentina natal, Koibanx cooperó con el gobierno municipal de Marcos Paz y desarrolló un sistema de pagos a través de la red RSK. A través de la plataforma se incentivó a vecinos y comercios locales a intercambiar bienes y servicios.
Abordaje internacional
Mientras tanto, en el frente transnacional, hemos visto cómo los títulos blockchain podrían cambiar la dinámica de poder en Bolivia, Perú y Paraguay a través de la “Tecnología distribuida de libros contables (Blockchain): el futuro de la titulación y el registro de tierras”. Este es un proyecto apoyado por el BID y la compañía sueca de blockchain ChromaWay.
Y luego está la iniciativa lanzada a fines del año pasado. El Banco Interamericano de Desarrollo invirtió US$600,000 para ayudar a los pequeños y medianos agricultores mexicanos a través de blockchain.
Este financiamiento para pequeños agricultores en el estado de Chiapas utilizando tecnología blockchain fue manejado por la startup española EthicHub. ¿Fue acaso una falta de confianza en las instituciones locales? ¿O un reconocimiento de que las soluciones de gestión en blockchain en Latam aún no están a la altura?
El futuro blockchain post-Covid en América Latina depende de sus evangelistas
Los tres niveles de adopción de blockchain analizados anteriormente tienen algo en común en todos los ámbitos:
Blockchain está siendo implementado o acelerado gracias a una pandemia global. Esto, aunque no es sorprendente en sí mismo, plantea la pregunta de por qué una tecnología tan alabada necesitaba un cataclismo global para realmente entrar en acción.
La respuesta es bastante patética:
Nunca una tecnología tan prometedora ha sido tan mal explicada por tanta gente.
Me temo que esta es la razón principal que puedo discernir para explicar por qué una tecnología con tanta amplitud de uso y magnitud de promesas ha existido durante más de una década sin ser de uso generalizado.
Es una tecnología que depende en gran medida de la adopción masiva (registros de datos descentralizados). Sin embargo, las personas, incluidas las que se especializan en tecnología, siguen sin saber explicarla de manera efectiva.
Antes de que la revolución blockchain pueda despegar, sus evangelistas deben comenzar a evangelizar a las masas y no entre ellos mismos.
Covid-19 ha traído destrucción, pero también ha abierto una oportunidad: más vale que los fanáticos del blockchain no desperdicien esta crisis.
-AG
Traducido por Alejandra Rodríguez