Deep Agro, startup argentina de inteligencia artificial, completó con éxito una ronda de financiamiento inicial por USD$2 millones.
Fundada en Casilda, Santa Fe, en 2017, la startup tiene como objetivo expandirse a Brasil en febrero del próximo año, aprovechando su sistema inteligente diseñado para minimizar el uso de agroquímicos.
Con esta inversión, la empresa también planea explorar nuevas oportunidades en Estados Unidos a corto plazo.
Los cinco amigos que fundaron la startup: Juan Manuel Baruffaldi (CEO), Juan Ignacio Cavalieri (CTO), Juan Ignacio Cornet (CRO), Iván Regali (director de Recursos Humanos), Marcos Mammarella (CSM), provenientes de la Universidad Nacional de Rosario, desarrollaron un prototipo basado en una tesis de grado en Ciencias de la Computación.
Este prototipo permite a los agricultores mejorar la eficiencia de la producción agropecuaria. En los próximos meses, la empresa iniciará pruebas y validación en Brasil, aplicando técnicas de Deep Learning en la agricultura.
Además, este mes lanzarán su primer producto en el país vecino como parte de una nueva fase con parte del equipo. Deep Agro ganó el Zurich Innovation Championship en 2020 por su solución innovadora con inteligencia artificial.
La ronda de financiamiento fue liderada por Draco Capital, con la reinversión del Grupo Dacas y la participación de fondos destacados como BYX Ventures, el brazo de inversión de BYMA, Innventure, un fondo de inversión de la red Aapresid, y Pampa Start, un fondo en AgTech, entre otros.
Los fundadores destacaron que la Inteligencia Artificial está transformando todas las industrias, incluida la agricultura, que se espera que experimente un crecimiento significativo en el mercado global de IA hasta 2026.
“El agro no es ajeno a esta revolución. Se prevé que el mercado global de la IA en la agricultura crezca USD$4,000 millones hasta 2026, con una CAGR [Tasa de Crecimiento Anual Compuesta] del 25,5%”, explicaron.
Con la inversión reciente, Deep Agro busca posicionarse como una de las principales empresas de IA aplicada a la agricultura a nivel mundial.
La tecnología de la startup utiliza cámaras en el botalón de la pulverizadora para distinguir entre cultivos y malezas, logrando un margen de error del 4% y un ahorro del 80% en productos químicos.
Destacaron que su tecnología tiene un triple impacto al reducir el uso de productos químicos en un 70%, disminuyendo el impacto ambiental en un 45%.
“Con un primer producto de aplicación selectiva que le permite funcionar dentro de cultivos y aplicar el herbicida solo sobre la maleza. Así se reducirá entre un 70 y 90% el producto químico utilizado. De esta manera, se obtienen ahorros de entre USD$20 y USD$40 por hectárea, y reduciendo un 45% el impacto ambiental que estas aplicaciones generan”, destacaron.
Como parte de sus objetivos, la empresa, que surgió en medio de la crisis económica en Argentina, busca reducir la inversión en insumos agrícolas.
“Por año se destinan más de USD$37,000 millones para el control de malezas, de los cuales el 70% está siendo desperdiciado. Deep Agro apunta a reducir ese volumen de manera significativa, reinventando la industria de la pulverización y replanteando el mercado de agroquímicos”, agregaron los fundadores.
Por estas razones, aseguran que para el próximo año son optimistas con respecto al crecimiento que tendrá la compañía, en el que proyectan que tendrán un mayor crecimiento, donde serán más competitivos y eficientes.