Startup de ciberseguridad Kryptus cierra US$3.7M con Aerospace Investment Fund

A cybersecurity startup helps its customers identify and mitigate risks.

Contxto – No podemos poner un precio a la seguridad de datos… pero las inversiones son la excepción. 

La startup de ciberseguridad de Brasil, Kryptus, recientemente cerró una inversión de R$20 millones (~US$3.7 millones) a través de Aerospace Investment Fund (AIF).

Los fondos servirán para que la startup escale fuera de su país natal.

Curiosamente, Kryptus tiene un fuerte que es inusual pero súper importante: mercados militares.

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Aerospace Investment Fund y Kryptus

Además de tener un muy buen nombre, el AIF se especializa en startups que trabajan con las industrias de tecnología para el espacio, la defensa, la aeronáutica y la seguridad. 

Entre los accionistas del AIF se encuentra Embraer, un conglomerado brasileño que fabrica y vende aviones para los sectores de la defensa, comercial y ejecutivo. Este ya había utilizado las soluciones de ciberseguridad de Kryptus.

De cualquier forma, esta startup tiene la capacidad de arreglárselas sola, ya que está certificada como “Empresa Estratégica de Defensa” (EED) por el Ministerio de Defensa de Brasil.

Esto supuestamente le da una ventaja para conseguir contratos gubernamentales. Consecuentemente, desarrolló proyectos para el ejército, la armada y la fuerza aérea, por nombrar algunos. 

Si bien, su reciente ronda de inversión la ayudará a escalar en el extranjero, Kryptus no es nueva con los proyectos internacionales. Según los informes, ha trabajado para la armada peruana y el ejército colombiano.

Haciendo a un lado el legado militar de la startup, esta también se ha aventurado en el sector civil. Empresas como Iron Mountain e iFood son parte de su cartera de clientes.

Desafíos de ciberseguridad para la defensa

El brote de coronavirus ha obligado a las empresas civiles a lidiar con riesgos de ciberseguridad mientras los empleados trabajan desde casa y los militares no están exentos.

Sin embargo, en su caso, el problema no es que salgan a la luz los chismes de la oficina con los correos electrónicos.

Más bien, las fuerzas armadas están tratando con información altamente clasificada cuya exposición puede representar un riesgo para la seguridad nacional.

Combina eso con los “típicos” ataques dirigidos y los intentos de phishing y el resultado es un caldo de cultivo para una posible violación de datos.

Es por eso que buscan amplificar sus defensas no solo “para el mundo real” sino también para el ámbito digital.

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-ML

Traducido por Alejandra Rodríguez

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