Contxto – El veredicto es: el unicornio brasileño de logística, Loggi debe comenzar a formalizar las relaciones laborales con su personal. Por lo menos eso es lo que dictó la juez Lávia Lacerda Menendez, quien declaró el viernes pasado en el Tribunal Laboral en São Paulo. Para muchos, este es el intento más reciente de Brasil por hacer que las compañías de última milla se responsabilicen de sus equipos de trabajo.
Parte de este castigo implica que Loggi pagará una multa de R$10,000 por cada profesional no regulado. Al final, esta cantidad fue prorrateada a R$30 millones (más de US$7.2 millones) por no haber protegido antes a su flota de 15,000 conductores.
Aunque la mayoría trabaja moviéndose en motocicleta a través del caótico tráfico de São Paulo para hacer una entrega, Loggi no proporcionó ningún contrato de trabajo formal. Es decir que no tenían disposiciones de protección antes de la llegada de esta decisión legal.
En ese sentido, las relaciones laborales oficiales requerirán que Loggi destine los fondos del personal a programas gubernamentales. Esto también aplica para el sistema federal de pensión pública. Además, Loggi necesitará contratar a las personas que hayan trabajado entre octubre y noviembre de este año.
De acuerdo con StartSe, las compañías basadas en entregas serán sujetas a las mismas estipulaciones de acuerdo con la acción civil pública de la oficina de la Fiscalía del Trabajo presentada el 27 de agosto de 2018. Estas incluyen a iFood, Rappi, 99, Uber Eats, entre otras.
No obstante, se reporta que Loggi está intentando apelar la sentencia en lugar de pagar la compensación. Aunque la compañía no ha hecho una declaración pública sobre el acontecimiento, se informa que argumenta que los repartidores trabajan bajo un modelo de “micro emprendedores” como contratistas independientes respaldados por el gobierno brasileño.
Loggi en Brasil
En junio, Loggi se convirtió en unicornio después de recaudar US$150 millones. Los inversionistas incluyeron a SoftBank Group Corp, Microsoft Corp, GGV, Fifth Wall y Velt Partners. En septiembre, también comenzó una ola de contratación en Brasil y Portugal para escalar y optimizar su tecnología de “logística como servicio”.
Si bien la programación de software sin duda requiere de más capacitación y habilidades técnicas que, digamos, conducir una motocicleta, soy un ferviente creyente de que todos, desde repartidores de tiempo completo hasta los programadores, deberían tener los mismos beneficios. Con suerte, esta sentencia sentará un precedente positivo, al ser el primer paso en la dirección correcta.
-JA
Traducido por Alejandra Rodríguez