Japón se impuso un objetivo de inversión a cinco años de más de USD$13 billones para apoyar a los países en desarrollo como los latinoamericanos, una medida que pretende estrechar los lazos con las economías en crecimiento y ricas en recursos.
El ministro japonés de Economía, Comercio e Industria, Yasutoshi Nishimura, declaró en una entrevista que los JPY$2 trillones (USD$13.3 billones) de financiación procederán de inversiones de empresas japonesas respaldadas con ayudas públicas.
“Reforzaremos la colaboración mediante ayudas e inversiones que aporten soluciones a los retos sociales a los que se enfrentan los mercados emergentes, como la reducción de las emisiones de carbono y la digitalización”, explicó Nishimura.
La primera ronda de ayudas se incluirá en el paquete de estímulo económico del gobierno que se definirá a principios del mes que viene. Se asignarán unos JPY$140,000 millones en el proyecto de presupuesto extra de este año fiscal.
Japón ampliará la cooperación técnica en minería urbana, en la que se reciclan minerales críticos a partir de aparatos electrónicos desechados. También ofrecerá servicios médicos y educativos que utilicen tecnología digital.
Las inversiones pretenden animar a las startups a entrar en los países del ‘Sur Global’ en Asia, África, América Latina y Oceanía.
El producto interno bruto combinado de estas economías superará al de Estados Unidos y China en 2050, según una previsión del Mitsubishi Research Institute.
El crecimiento demográfico será el motor económico de esas regiones, y se espera que el llamado ‘Sur Global’ represente dos tercios de la población mundial a mediados de siglo.
El año pasado, Estados Unidos y el resto de las naciones ricas del Grupo de los Siete anunciaron el lanzamiento de la Asociación para la Infraestructura y la Inversión Mundiales.
La iniciativa pretende movilizar USD$600,000 millones hasta 2027, para apoyar el desarrollo de infraestructuras en los países en desarrollo.
En 2021, la Unión Europea lanzó la iniciativa Global Gateway, que reunirá hasta EUR$300,000 millones (USD$316,000 millones) en inversión pública y privada hasta 2027.
Mientras tanto, China está ampliando su participación en las economías emergentes a través de la Iniciativa Belt and Road. Algunos países han criticado la ayuda china por generar deudas insostenibles y beneficios desiguales.
Japón aspira a establecer relaciones ‘beneficiosas para todos’ con el Sur Global, en las que la ayuda conduzca a la expansión económica, las inversiones locales de empresas japonesas y el crecimiento de las exportaciones, afirmó Nishimura.
Japón quiere estrechar lazos con los países productores de minerales esenciales, como el litio y el níquel utilizados en las baterías de los vehículos eléctricos, para reforzar las cadenas de suministro del país y reducir la dependencia de China.
Para reforzar las relaciones con las naciones del Sur Global, Japón ha invitado a India, Indonesia, Kenia, Chile y otros países a la reunión de ministros de comercio del G7 que se celebrará en la ciudad de Sakai.