Yooga, que desarrolla un sistema de gestión de operaciones de restaurantes con sede en Brasil, logró su primera ronda de inversión institucional por USD$2.3 millones en capital semilla.
La ronda fue liderada por SaaSholic con la participación de Gilgamesh, Apex Partners y Backfuture.
Vinicius Melo, Victor Sortica y Cassiano Guerra Fernandes cofundaron la compañía en 2017, y bootstrapped Yooga durante tres años antes de tomar USD$300,000 en una ronda de amigos y familiares en 2020.
El proyecto nació de la experiencia de Melo en la universidad sirviendo mesas. Quería crear un software para ayudar a los restaurantes a automatizar sus procesos operativos y, al mismo tiempo, ofrecer un producto que cualquiera pudiera utilizar, independientemente de sus habilidades tecnológicas.
Melo incluso vivió en una casa de software, al estilo de la serie de televisión ‘Silicon Valley’, para aprender a desarrollarlo. Un amigo de este lugar lo puso en contacto con Sortica, después de que éste expresara su necesidad de un desarrollador.
Yooga ofrece software para que los restaurantes puedan gestionar pedidos, enviarlos a la cocina, hacer entregas de última milla, controlar el inventario y el flujo de caja.
La idea es ayudar a los clientes a reunir todos esos procesos en una sola plataforma. La empresa es capaz de incorporar clientes en una semana y, en solo dos meses, los usuarios ya están viendo resultados, afirma Melo en una entrevista.
Los cofundadores dicen que Yooga aspira a ser el “Toast de América Latina“, afirmando que Toast había allanado gran parte del camino que los cofundadores querían seguir.
“Cuando empezamos a mirar a nuestro alrededor, nos dimos cuenta de que estábamos haciendo algo similar a Toast, que era un buen punto de referencia”, aseguró Sortica a TechCrunch.
Melo y Sortica no consideran a Toast competencia porque el mercado brasileño está muy fragmentado, es decir, hay cientos de empresas con cientos de clientes.
El software heredado no estaba evolucionando lo suficientemente rápido como para crear algo que pudiera atender al restaurante de hoy, explicaron.
Yooga tiene más de 6,000 clientes y sigue creciendo, dijo Melo. La mayoría de esos clientes utilizaban papel y hojas de cálculo; Sortica destacó que el 60% de los restaurantes de Brasil no utilizan ningún software.
Gran parte de los ingresos de la empresa provienen de suscripciones mensuales, que pueden empezar a partir de USD$35. Yooga también está trabajando para añadir nuevas fuentes de ingresos procedentes de pagos y otros servicios profesionales.
Yooga gestiona USD$2,000 millones en transacciones al año, con más de 4 millones de pedidos al mes en su plataforma.
Según sus cofundadores, Yooga crece a un ritmo mensual de dos dígitos. La nueva inversión también valora la empresa en USD$20 millones.
“En los últimos tres o cuatro meses, hemos tenido un EBITDA positivo y ahora queremos crecer más rápido. Como empresa, lo estamos haciendo muy bien y no necesitábamos financiación.
“No estamos quemando mucho efectivo, pero entendemos que es el momento oportuno. Con menos gente recaudando, queríamos seguir adelante. Nuestro objetivo es ser los dueños de esta categoría”, concluyó Victor Sortica.
Melo y Sortica tienen previsto destinar el capital a la contratación de personal adicional y al desarrollo tecnológico.
Dos novedades que verán la luz en breve serán el “toque en el teléfono” y las soluciones de pago PIX. Esperan que estas nuevas fuentes de ingresos permitan a Yooga duplicar sus ingresos medios por usuario.