La inversión en startups en América Latina ha experimentado notables altibajos a lo largo de 2023. Según datos recientes de Crunchbase, aunque el tercer trimestre vio un ligero repunte en el financiamiento, hubo un marcado contraste en cómo se distribuyeron los fondos entre las distintas etapas de las startups.

Los datos muestran que el tercer trimestre de 2023 vio un aumento del 8% en financiamiento, en comparación con el segundo trimestre, sumando un total de aproximadamente USD $699 millones. Sin embargo, en comparación con el mismo periodo del año anterior, 2022, hubo una disminución significativa del 46%. Esto nos da una idea del cambiante clima de inversión.

Para dar una perspectiva más amplia, es vital mirar hacia atrás al año 2021, que fue un punto de referencia para la inversión en América Latina, con un récord de USD $13 billones invertidos en startups. En contraste, los primeros tres trimestres de 2023 solo vieron una inversión de USD $2 billones en la región.

¿Dónde se dirige el dinero?

El tercer trimestre de 2023 fue especialmente prominente para las inversiones en etapas posteriores. Un total de USD $365 millones fue invertido en estas etapas, mostrando una recuperación notable desde el trimestre anterior, que solo vio USD $47 millones. Esta tendencia fue impulsada por algunas rondas de financiamiento significativas, como la plataforma inmobiliaria Loft basada en São Paulo, que obtuvo USD $100 millones. Otros ejemplos incluyen la startup brasileña Mottu, que recibió 50 millones de dólares, y Gringo, que consiguió USD $30 millones.

Por otro lado, la inversión en etapas tempranas y de semilla mostró una disminución pronunciada. El tercer trimestre vio una inversión inicial de USD $196 millones, lo que representa una disminución del 50% con respecto al segundo trimestre y una disminución del 46% en comparación con el mismo periodo del año anterior, según los propios datos proporcionados por Crunchbase.

Más allá de los números, es esencial considerar las tendencias subyacentes que están dando forma al ecosistema startup en América Latina. Los últimos meses han visto cambios significativos. Por un lado, muchas empresas reconocidas, como Loft, Neon y Rappi, han tenido que hacer ajustes, incluyendo despidos, en un intento por adaptarse a un entorno financiero más restringido. Además, las salidas a bolsa han disminuido, y las fusiones y adquisiciones de alto valor también se han estancado.

No obstante, el resurgimiento de las inversiones en etapas posteriores en el último trimestre es un signo alentador. Indica que, aunque los inversores son cautelosos, aún están dispuestos a respaldar a empresas que muestran potencial, aunque las valoraciones actuales puedan ser menores a las de años anteriores.

Es crucial que los fundadores y los inversores se mantengan atentos a cómo se desarrollan estas tendencias y se adapten en consecuencia. Las próximas etapas determinarán si América Latina puede volver a alcanzar (o incluso superar) los niveles de financiamiento que vio en 2021.