Contxto – En México, Guadalajara es una ciudad que está moviendo muchas influencias para poder darle un empujonsito a su ecosistema de startups.
Por un lado, se ha esforzado por atraer a corporaciones multinacionales como Hewlett Packard y Jabil. En el 2012 el gobierno lanzó su proyecto Ciudad Creativa Digital (CCD) para atraer industrias innovadoras como el diseño, el desarrollo de aplicaciones móviles y multimedia.
Aún más, las autoridades locales también están lanzando proyectos de financiamiento para escalar startups en ciernes.
Y como resultado de todo esto, Guadalajara a menudo se ha auto-proclamado como el “Silicon Valley” de México. Pero ¿qué tan cierta es esa afirmación?
Tres emprendedores opinaron al respecto durante un evento organizado por Endeavor el martes pasado (18).
Sus nombres;
- Adalberto Flores, cofundador de la fintech de micro-créditos, Kueski
- José Luis Nuño, cofundador de Y Combinator y la biotech , Unima
- René Freudenberg, CEO de Interlub, una compañía especializada en producir lubricantes para empresas de fabricación
Endeavor seleccionó a este trío de emprendedores para impartir tutorías en diferentes momentos. Pero todos tienen en común la experiencia de haber desarrollado sus proyectos en esta parte de México.
Además de discutir el progreso de Guadalajara como un centro de emprendimiento, los oradores también abordaron su potencial y cómo se compara con el que, quizá es su mayor rival en ese sentido, Ciudad de México.
Durante una velada muy placentera con chistes sobre term sheets absurdas, canapés y el comité de bienvenida de las oficinas de WeWork en Guadalajara, se compartieron historias bastante interesantes.
Orígenes humildes y pocas opciones
Después de un juego de la papa caliente con el micrófono para determinar quién hablaría primero, Adalberto Flores (Kueski) fue el primero.
“Cuando nosotros empezamos hace siete años” dijo el cofundador, “casi no estaba desarrollado el ecosistema de inversión… era bien difícil, siempre ha sido difícil. Me acuerdo perfecto como en México los fondos tardaban muchísimo en invertir. Había menos competencia entonces los fondos se daban el lujo de tardar el tiempo que quisieran para tomar una decisión”.
Continuó explicando que no fue sino hasta que inversionistas de los Estados Unidos mostraron interés en Kueski, que los mexicanos quisieron subirse al tren.
Pero ese no fue el único desafío al que se enfrentó la fintech.
Contratar a desarrolladores fue muy laborioso dado que el concepto de “startup” era prácticamente desconocido entre el público general. Y eso desencadenó más problemas.
Muy a menudo, parientes entrometidos les decían a sus familiares con títulos en ingeniería que no entraran a trabajar a Kueski. Incluso los caseros de las oficinas rechazaban a la startup por miedo a que cerrara y no pudiera pagar la renta. Al final, Flores señaló que, si bien hoy en día ser un emprendedor está calificado como “genial”, la realidad es que, debido a todo el rechazo, la experiencia es una lección sobre humildad.
El cofundador de Kueski resumió sus inicios con la startup como un viaje en una montaña rusa, cuando estás arriba te encuentras en un punto elevadísimo pero cuando estás abajo es abismal.
Justo como todo emprendedor podrá atestiguar.
José Luis Nuño, cofundador de Unima dijo que su biotech comenzó en 2005 y que prácticamente no existía ningún ecosistema de startups. En Guadalajara había instituciones públicas e incubadoras de empresas dirigidas por académicos. Pero eso era básicamente todo. El término capital de riesgo no existía.
Pocas opciones para una startup joven.
No obstante, eso trajo consigo beneficios inesperados.
“Curiosamente vivimos en una etapa donde todo era nuevo”, reflexiona Nuño. “Donde aprendía el sistema, aprendía el ecosistema y aprendíamos nosotros al mismo tiempo”.
Cuando llegó el momento de recaudar fondos, solamente había una fuente de capital de riesgo (VC) en Guadalajara. Y básicamente era solo un grupo de inversionistas que probablemente ni siquiera estaban conscientes de lo que estaban haciendo, la evidencia son las negociaciones que hicieron con Unima.
“Recuerdo que nos dieron un term sheet donde nos daban “x cantidad de dinero” por 75 por ciento de la empresa. Obviamente no la aceptamos”.
Para el año 2015, el ecosistema ya estaba más desarrollado, según Nuño. Pero no lo suficiente para que Unima levantara una segunda ronda de financiamiento con inversionistas en Guadalajara ni en Ciudad de México.
La biotech encontró financiamiento y aceleración en el extranjero en un programita llamado Y Combinator. Se convirtió en la primera startup de México en unirse a esta aceleradora de renombre.
Cuando regresó, el ecosistema en Guadalajara se desarrolló y comenzó a crear una mezcla única de ingenieros con profesionales de la salud.
Según el emprendedor, esta combinación nos está llevando a la creación de startups innovadoras y de un ecosistema diversificado.
Las herramientas para crecer en Guadalajara
Cuando se les preguntó a los emprendedor cuáles herramientas y recursos locales utilizaron para innovar todos dieron la misma respuesta: networks y tutorías.
Para Flores (Kueski) el aprovechamiento de sus contactos entre amigos le ayuda a abordar problemas generales como recaudar capital así como problemas particulares, como manejar a un inversionista de VC muy demandante. También habló sobre el uso de la red de emprendedores de Endeavor para hablar sobre todo y nada.
El CEO de Interlub, René Freudenberg reconoció la importancia de la innovación, no únicamente en Guadalajara, sino en todo México. Pero desafortunadamente todavía escasea en el país, a pesar de toda la plática sobre innovación. Aunque no tendría por qué ser así.
Si se combinaran a las empresas con la investigación científica, el estado de la innovación en México podría cambiar. Y con respecto a eso, reconoció que Endeavor jugó un papel importante en conectar a su compañía con centros de investigación.
¿Cuál es la ventaja competitiva de Guadalajara?
José Luis Nuño (Unima) hizo énfasis en la diversidad que hay en Guadalajara y en toda la región. En su opinión, la variedad de ideas y antecedentes llevan a una mayor polinización cruzada de ideas y eso es un buen presagio para las futuras generaciones de emprendedores.
Para el cofundador de la biotech incluso el limitado acceso a VC es una ventaja cuando se compara con Ciudad de México. Esto es así porque convierte a un emprendedor en una persona más ingeniosa y con una mentalidad menos apegada a las normas.
Flores (Kueski) tenía un punto de vista más crítico y dijo que Guadalajara tenía una gran ventaja, y una debilidad.
Guadalajara tenía la ventaja de que en el pasado ha atraído a grandes compañías como Intel e IBM, lo cual, a cambio, atrajo a ingenieros. Estas empresas se acercaron a universidades para preparar mejor a sus estudiantes para el mercado laboral, en base a las necesidades de estas compañías.
“Entonces Guadalajara se volvió un especie de hub de tecnología. Por eso luego dicen mucho que Guadalajara es un Silicon Valley”.
Y en opinión de Flores, en el tiempo en el que fundó a su startup, hace siete años, había una competencia más intensa entre Guadalajara y Ciudad de México.
¿Ciudad de México lleva la delantera como el Silicon Valley de México?
Pero la brecha entre el par creció desde entonces y ahora la capital mexicana lleva la delantera de muchas maneras.
Por un lado tiene un mayor número de startups en ciernes. Sin mencionar que el tamaño del mercado es tres veces más grande que el de Guadalajara.
Además, el hecho de que los ejecutivos de clase C de muchas corporaciones estén en CDMX significa que es inevitable que los fundadores B2B and B2B2C de Guadalajara sean atraídos hacia esa parte del país, incluso aunque solo sea para dirigir empresas.
Sin embargo, Flores ofreció un rayo de esperanza para cualquiera que creyera que Guadalajara podría ganar el debate.
Según él, si se dan las condiciones adecuadas, Guadalajara podría convertirse en un nicho especializado en el desarrollo tecnológico.
Muy parecido a como Medellín en Colombia es reconocido por sus programadores especializados en inteligencia artificial (IA), Guadalajara podría tener un destino similar.
En fin…
Dejando de lado mi orgullo, no puedo evitar sino coincidir con Flores.
Demasiadas cosas que están concentradas en Ciudad de México como mercados, compañías y talento y VC, le dan la ventaja.
Y Guadalajara ha avanzado mucho de ser un grupo de inversionistas improvisados queriendo comprar el 75 por ciento del alma de una startup a cambio de fondos. Y hay muchos VC locales como Redwood Venture y FWV Ventures.
Pero la mayoría de los VC mexicanos se encuentran en la capital, y eso atrae a muchos otros actores del ecosistema.
Ciudad de México podrá haber ganado esta ronda, y es poco probable que eso cambie pronto.
Entonces eso solo nos deja con un controversial debate a discusión: ¿las quesadillas van con queso o sin queso?
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-ML
Traducido por Alejandra Rodríguez