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Contxto – Uber, el gigante estadounidense de la movilidad está intentando comprar una participación mayoritaria en la scaleup chileno-mexicana de entregas de última milla, Cornershop. Hasta aquí todo está claro.
Con los giros, vueltas y, especialmente rumores, entorno a esta saga, es mejor apegarnos a los hechos confirmados. Esto quiere decir que, a medida que poco a poco surja más información, continuaremos actualizando este mismo artículo:
1 de junio del 2020
Hubo un ligero alivio con el anuncio de los tribunales mexicanos al respecto de la adquisición de Uber de una participación mayoritaria en Cornershop. (Lée más al respecto abajo). Ahora, la transacción entre el gigante de la movilidad y la scaleup mexicanochilena de entregas de última milla parece estar en una racha de buenas noticias.
Hoy se informó que la agencia antimonopolio y competencia libre del gobierno de Chile, FNE, aprobó la unión entre las dos compañías.
Aunque Chile es conocida por sus prácticas business-friendly, la FNE causó preocupación. En febrero, dió malas noticias cuando pospuso la fecha límite para su investigación en curso de la adquisición.
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Pero ahora, lo motores se están reavivando para completar la compra de Uber del 51 por ciento de las cciones de Cornershop.
¿A celebrar?
El veredicto de la FNE concluye lo siguiente:
Buenas noticias por todas partes, pero ¿a qué costo?
El tiempo es clave en esta transacción, dado que Cornershop está perdiendo dinero. Solo tiene lo suficiente para sobrevivir hasta diciembre de este año.
Es decir que para entonces habrán necesitado que el regulador mexicano, la Cofece, haya dado su aprobación. Las noticias de mediados de mayo sobre el tema le dan esperanza a la scaleup, como puedes leer a continuación, pero yo siempre tengo mis dudas.
Parece que el asunto nos sacará canas verdes: la adquisición no termina hasta que se haya corrido la última milla.
22 de mayo del 2020
¡Los jueces han decidido! El Tribunal Colegiado estaba a cargo de dictar si la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) tenía el derecho de decidir si la unión entre Uber y Cornershop viola las regulaciones antimonopolios.
O, si el trato era lo suficientemente digital como para que cayera en manos del Insituto Federal de Telecomunicaciones (IFT). Por lo menos el IFT así lo creía, tanto que desafió a la Cofece en la corte y obstaculizó todo el trámite desde el año pasado.
Pues bien, el veredicto ya se dió a conocer y los jueces fallaron abrumadoramente a favor de la Cofece.
La conclusión fue simple: Uber y Cornershop usan el internet pero solo como un medio para otro fin económico. Por lo tanto, ninguna de las dos se considera una compañía de telecomunicaciones a los ojos de, pues en realidad nadie, excepto el IFT que obtuvo ni un solo voto de los jueces.
Ahora sabemos con certeza que a consideración del marco regulatorio mexicano, Uber y Cornershop se consideran oficialmente como “empresas de logística e intermediación entre usuarios, conductores y repartidores”.
Esas son buenas noticias y no solo para el acuerdo Cornershop-Uber, sino también para todo el ecosistema, ya que establece un precedente importante dentro de la ley mexicana para cualquier caso que involucre bienes y servicios vendidos a través de una plataforma en línea.
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Pero no cantes victoria aún. Lo creas o no, ahora estamos de regreso al punto de partida. El punto en el que estábamos en 2019… antes de Tiger King… antes del coronavirus… antes de que el IFT metiera su cuchara en los asuntos de otro regulador.
“Pero la Cofece se pondrá a trabajar de inmediato, ¿no?”, preguntarás y temo decirte que la respuesta es… no. A pesar de que fueron testigos del fallo en vivo y en directo, la Cofece necesita el veredicto por escrito del tribunal.
Espera, ¿repíteme por qué la gente odia a los reguladores?
23 de marzo del 2020:
¡Se rompió el silencio! Oskar Hjertonsson, cofundador y CEO de la startup mexicano-chilena, habló se expresó a través de su cuenta de Twitter para explicar lo que está sucediendo con Cornershop y exigir que las autoridades tomen medidas.
Pero no solo estoy hablando de su adquisición por parte de Uber, sino también de cómo está manejando la pandemia de Covid-19 y cómo ambos eventos se han unido para formar la tormenta perfecta.
La principal información proporcionada por el CEO fue la admisión de que la compañía tiene un suministro limitado de fondos. Le dió a la scaleup una fecha límite de nueve meses para que los organismos reguladores pertinentes le dieran el visto bueno a la adquisición de la startup por parte de Uber. (Mira abajo para obtener más información).
No pinta nada bien, ya que esto significa que si la transacción no avanza a fines de noviembre de este año, Cornershop literalmente se quedará sin efectivo.
Ahora, la principal preocupación de Hjertonsson parece ser que la compañía “morirá de éxito”, lo que significa que sus recursos limitados y los grilletes regulatorios afectarán letalmente su capacidad de crecer con el aumento de la demanda:
Hjertonsson culpó directamente a los reguladores:
No me atrevo a preguntar si todo podría empeorar dado que esta icónica startup latinoamericana ya la estaba pasando mal desde antes del surgimiento de Covid-19.
Ahora, está desesperada y no puede aumentar su fuerza laboral para satisfacer la demanda con el dinero que tiene a la mano y, al parecer, está recurriendo a canibalizar partes de sí misma para mantenerse a flote:
Por lo tanto, parece que el destino de esta startup latinoamericana ahora está inextricablemente vinculado con el bienestar de la población de la región. Las personas que permanecen responsablemente en sus hogares necesitan las provisiones que esta compañía proporciona.
Si Cornershop se hunde, podría significar arriesgar la vida de las personas.
18 de marzo del 2020:
Los datos duros
El trato sigue en pie. Luego de un contratiempo bastante grande el año pasado cuando la agencia de competencia económica, Cofece, le prohibió a Walmart comprar a Cornershop por motivos antimonopolio, la scaleup regional ya lo está intentando de nuevo.
Sin embargo las recientes dificultades y noticias falsas, agravadas por el silencio de ambas partes sobre el asunto han logrado nublar lo que realmente está sucediendo con esta transacción.
Digo “poco a poco” porque uno de los múltiples efectos secundarios de la pandemia del Covid-19 ha sido que todo, desde asuntos gubernamentales no esenciales hasta información sobre movimientos estratégicos a gran escala por parte de las empresas, se ha congelado.
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Esta vez recurrió a Uber. La compañía de transporte anunció que pagará US$459 millones por Cornershop para poder adquirir una participación de control.
En noviembre del año pasado, Uber había cerrado el trato con una inyección de US$50 millones en Cornershop.
Desafortunadamente, esta vez tampoco ha sido fácil. Ahora el problema no es ni siquiera la fusión en sí, sino más bien los problemas jurisdiccionales entre la antes mencionada Cofece y el Instituto Federal de Telecomunicaciones de México —IFT.
Estas dos agencias gubernamentales autónomas están peleando para decidir quién supervisará la adquisición.
¿Por qué? Porque la IFT dice que el uso de las compañías del Big Data y el internet las coloca bajo su responsabilidad.
Las noticias falsas
Estamos intentando basarnos en hechos. Esa es la razón por la que no te he dicho nada acerca de los detalles sobre el trato entre Cornershop y Uber, porque oficialmente no hay.
Existe mucha información extraoficial sobre los detalles de la transacción como el hecho de que Cornershop dejó de operar durante la transacción (falso) o que está a punto de declararse en quiebra (también falso, pero con matices interesantes).
La innecesaria fricción
El hecho es que ambas agencias gubernamentales están demorando demasiado para decidir quién está a cargo.
En Europa, las agencias regulatorias promedio toman una decisión en treinta días después de recibir un caso como este. En Suecia solo les toma doce.
Ahora – en verdad ayudando a Latam con sus ineptos trámites burocráticos – la fusión se ha puesto en pausa desde finales del año pasado y ya pasó un mes desde que Cofece e IFT comenzaron a discutir sobre quién está a cargo.
Esto pone a Cornershop en una situación difícil. No porque esté a punto de dejar de operar por sangrar dinero o por tener que cerrar mientras espera, una fuente con conocimiento desde dentro de la empresa me comenta que eso ni siquiera se acerca a lo que está pasando.
Más bien, los retrasos masivos causan fricciones innecesarias para la planificación futura.
La startup chileno-mexicana sigue dependiendo del financiamiento externo y la falta de claridad con respecto al calendario dificulta que Cornershop elija qué tipo de runway tiene. Es decir, qué tipo de flujo de caja debería manejar dado que no puede programar la recaudación de fondos hasta que se resuelva el trato con Uber.
Afortunadamente, o mejor dicho, inteligentemente, Cornershop rechazó el “crecimiento a toda costa”, el modelo por el que Rappi ahora está pagando las consecuencias.
Sus eficientes operaciones indican que tiene bajos gastos generales. El hecho de que todavía estén funcionando significa que todavía tienen flujo de caja y, finalmente, las tasas de bonos de la compañía son estables.
A Cornershop todavía le queda vida por delante.
Por supuesto, esos US$50 millones que Uber le dio a la startup no tenían en mente a Covid-19 en ese momento, por lo que me pregunto si… lo siento, solo hechos concretos.
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-AG
Traducido por Alejandra Rodríguez