Bird, empresa de patinetes eléctricos, se ha acogido al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras, como reflejo de un año difícil. A pesar de la quiebra, Bird continuará sus operaciones, con el objetivo de lograr la estabilidad a largo plazo. La empresa, fundada en 2017 por el ex ejecutivo de Lyft y Uber Travis VanderZanden, salió a bolsa en 2021, pero se enfrentó a una fuerte caída de su valor de mercado.
Las acciones de Bird se desplomaron desde una valoración de 2.000 millones de dólares a sólo 70 millones en un año, lo que provocó su exclusión de la Bolsa de Nueva York en septiembre. A este descenso le siguió la salida del CEO VanderZanden en junio y una reciente ronda de despidos tras adquirir Spin. Bird también consiguió 25 millones de dólares de financiación a través de MidCap Financial, de Apollo Global Management, para contribuir a su proceso de reestructuración.
El consejero delegado interino, Michael Washinushi, expresó su compromiso con los objetivos de transformación y rentabilidad de Bird. La reestructuración pretende vender los activos de Bird, iniciando un proceso de licitación para recuperar el máximo valor. En particular, las operaciones canadienses y europeas de Bird no están incluidas en la declaración de quiebra.
Operaciones en México
La expansión de Bird en América Latina comenzó en 2018 con el lanzamiento de scooters eléctricos en Ciudad de México, marcando la entrada de la empresa en la región. Este movimiento formaba parte de una estrategia para explorar nuevos mercados de soluciones de transporte urbano.
Sin embargo, en los años siguientes, Bird, junto con otras empresas como Lime, redujo sus operaciones en Latinoamérica. Este cambio fue una decisión estratégica para centrarse en los mercados primarios, lo que provocó un vacío en el mercado. La expansión inicial de Bird en América Latina fue una fase importante en la historia de la empresa, que reflejaba su ambición de modernizar la movilidad urbana a escala mundial.
