En un sorprendente giro de su filosofía de red de contactos profesionales, LinkedIn ha lanzado un trío de juegos basados en la lógica (Queens, Crossclimb y Pinpoint), aparentemente para estrechar los lazos de la red, pero quizá más para que los usuarios se queden más tiempo.

Desarrollada por LinkedIn News, la misma rama encargada del contenido editorial, esta estrategia imita una página del libro de jugadas de editores tradicionales como The New York Times, que ha aprovechado con éxito los juegos para enganchar a los lectores y aumentar la participación.

> Sin embargo, a diferencia de los periódicos que utilizan los juegos como puerta de entrada a un consumo de contenidos más profundo, la incursión de LinkedIn te presenta contenido de baja calidad en su newsfeed.

La sección de noticias de LinkedIn se parece cada vez más a un mercado abarrotado, donde cada tendero grita más fuerte que el anterior.

Plagada por una afluencia de entusiastas de la tecnología y «hustle bros», la plataforma está saturada de humildad y autopromoción. En medio de esta cacofonía, innumerables usuarios compiten por el estatus de «líder de opinión», a menudo diluyendo sus mensajes con contenidos repetitivos y de baja calidad.

Esta búsqueda incesante de influencia ha saturado el feed, disminuyendo significativamente la calidad y la experiencia del usuario para aquellos que buscan un compromiso profesional genuino. Como resultado, LinkedIn corre el riesgo de desviarse de su propósito fundacional como bastión de las redes profesionales significativas, convirtiéndose en una plataforma de mediocridad en la que la sustancia se ve a menudo eclipsada por el espectáculo.

¿Se está alejando demasiado la plataforma de sus raíces de red profesional, optando en su lugar por perseguir los efímeros máximos de participación de los usuarios, como cualquier otra red social?

Los juegos en sí -un Sudoku, un trivial y un puzzle de asociación de palabras- son ingeniosos y atractivos. Cada juego está diseñado para ser jugado una sola vez al día, tal vez un guiño para mantener la productividad entre sus más de mil millones de usuarios.

Sin embargo, esta limitación pone de manifiesto la contradicción que subyace en la nueva dirección de LinkedIn: la plataforma trata de fomentar las visitas diarias al tiempo que insiste en que no quiere que los usuarios pierdan el tiempo.

Este esfuerzo de juego llega en una coyuntura curiosa.

Los gigantes de las redes sociales están lidiando con el reto de mantener el compromiso de los usuarios en una era en la que la novedad de las conexiones online está disminuyendo y plataformas como TikTok e Instagram están dominando la economía de la atención con contenidos más atractivos visualmente. En este sentido, la iniciativa del juego de LinkedIn puede verse como un intento de seguir siendo relevante en un panorama digital en constante evolución.

Sin embargo, la introducción de los juegos en LinkedIn podría ser un arma de doble filo.

Por un lado, podría fomentar interacciones más frecuentes entre los usuarios, lo que podría dar lugar a relaciones profesionales más sólidas. Por otro, corre el riesgo de transformar la plataforma en un lugar más para matar el tiempo, en lugar de una herramienta seria para el desarrollo y el crecimiento profesional.

Además, el enfoque estratégico en los juegos revela un cambio potencial en el modelo de negocio de LinkedIn. Tradicionalmente un sitio para la contratación y la creación de redes profesionales, LinkedIn parece estar convirtiéndose en una entidad mediática más amplia, con contenidos propios y, ahora, juegos. Esta transición podría diluir el carácter distintivo de la plataforma como sitio de contactos profesionales, convirtiéndola en un actor más en el abarrotado campo de las empresas de medios de comunicación que luchan por un trozo de la atención diaria de los usuarios.

Mientras LinkedIn traza este nuevo rumbo, quedan por ver los efectos a largo plazo sobre el comportamiento de los usuarios y la integridad de la plataforma.

¿Los juegos acercarán más a los usuarios de LinkedIn, o marcarán el comienzo de una nueva era de menor compromiso profesional en la plataforma?

Sólo el tiempo lo dirá, pero por ahora, LinkedIn parece estar jugando su propio juego arriesgado, jugando con los valores fundamentales que han definido su marca durante mucho tiempo.