Así como en la década de los 90 se hablaba con demasiado entusiasmo sobre términos entonces novedosos como «la Web» y «hacer cosas en línea», ahora estamos viviendo una época en donde las palabras de moda son «Web3», «DeFi» (finanzas descentralizadas, por su acrónimo en inglés) y «descentralización».
Pero al igual que en la era del dot-com, los nuevos conceptos tecnológicos están generando confusión y escepticismo. ¿La Web3 sugiere un cambio radical al Internet actual o es solo un rebranding? ¿Realmente hay necesidad de descentralizar los servicios financieros? ¿Qué tanto puede seguir creciendo el mercado de NFTs?
Todavía es muy temprano para responder estas y otras preguntas que van surgiendo al respecto. La masificación de estos términos y tecnologías es incipiente, y aún no se percibe con claridad cuáles son sólo una moda y cuáles realmente tienen un potencial de cambiar radicalmente nuestras vidas a nivel personal y social. En una etapa tan temprana como en la que está, sería algo imprudente predecir su éxito o su fracaso –un poco como cuando una revista declaraba, en 1999, que Amazon era un fiasco.
Sin embargo, existen algunas certezas que nos obligan a ver hoy a estas industrias como algo serio. La primera es que están atrayendo cada vez más capital de grandes inversionistas. Según un reporte de Galaxy Digital Research, en 2021 se invirtieron $33,000 millones de dólares de venture capital (o VC) en startups de blockchain y DeFi en todo el mundo. Algunos de los fondos líderes de venture capital en el continente han anunciado colocaciones importantes a este sector. Andreessen Horowitz, por ejemplo, ya va por su tercer fondo enfocado en crypto, para el que busca levantar $4,500 mdd.
La segunda es que Latinoamérica se ha convertido en un semillero de nuevas compañías que están surgiendo en DeFi y Web3. Con gran talento técnico, un historial de instituciones centralizadas poco confiables y el boom disruptivo de la cultura de startups que se ha visto desde hace por lo menos una década, la región está particularmente posicionada para serlo.
Además, Latinoamérica lidera a nivel mundial en términos de adopción de criptomonedas, las cuales son clave para poder descentralizar las finanzas, dejar de depender de las instituciones tradicionales y facilitar las transacciones en línea.
Antes de hablar sobre las empresas de DeFi y Web3 que vale la pena observar en la región, hay que aclarar algunas cosas:
- Para este listado sólo seleccionamos empresas que han levantado capital y están enfocadas en desarrollar soluciones de finanzas descentralizadas (DeFi) que dependen de la tecnología blockchain (esencial para el mundo crypto) o que buscan descentralizar el Internet como lo vivimos actualmente. Esta última es la principal premisa de la Web3.
- La Web3 se ha bautizado así por ser «la tercera iteración del Internet». La primera fueron los protocolos abiertos (HTTP y HTTPS), con los cuales se construyó toda la infraestructura de Internet que hoy usamos. La segunda considera el surgimiento de los grandes centralizadores, como Google y Amazon, que controlan básicamente todo lo que hacemos en línea. La propuesta de la Web3 es que, al descentralizar todo tipo de servicios mediante blockchain y crypto, cada usuario del Internet tendrá más libertad de usar el servicio que prefiera al estar en línea.
- Excluimos de la lista a aquellas compañías o proyectos enfocados en intercambio de criptomonedas o sólo venta de NFTs, pues creemos que las propuestas concretas de DeFi y Web3 no han tenido tanta visibilidad como ellas.
- Aunque su naturaleza descentralizada implica que no conocen limitantes geográficas, consideramos a estas empresas como latinoamericanas ya sea porque han levantado capital de fondos regionales, operan principalmente en este mercado o sus fundadores son originarios de algún país latinoamericano.
1. Decentraland
Origen: Argentina (nacionalidad de los fundadores)
Industria: Web3
Fundadores: Ari Meilich y Esteban Ordan
Backing: Sacó su ICO en 2017 y hasta enero de 2020 había recibido $25.5 mdd en tres rondas.
Decentraland es una plataforma descentralizada de realidad virtual en 3D que corre sobre la blockchain de Ethereum. Es una puerta hacia el metaverso, pues en Decentraland los usuarios pueden crear estructuras virtuales como casinos, galerías de arte, salas de conciertos y parques temáticos, y cobrar a los visitantes virtuales. La plataforma usa una criptomoneda propia, MANA, con la que usuarios pueden adquirir lotes en Decentraland como NFTs y usarlos como propiedades virtuales. Empresas como Samsung, Adidas, Tommy Hilfiger y Sotheby’s ya han participado de algún modo en Decentraland.
2. Let’sBit
Origen: Argentina
Industria: DeFi
Fundadores: Camilo Cristia, Santos Barrios, Agustín Abraham y Joaquín Gómez
Backing: Ronda pre semilla liderada por Angel Ventures y con participación de Primary Ventures de Grupo MATBA-ROFEX, el principal mercado de derivados de Argentina.
Let’sBit es un cryptobanco que utiliza la infraestructura del mundo crypto, construida sobre protocolos en blockchain, para ofrecer servicios bancarios, incluyendo pagos, transferencias o créditos e inversiones. La compañía busca ser un puente entre ambas infraestructuras; la bancaria tradicional y la de crypto. “Nuestra tecnología permite que se utilicen las cuentas bancarias que ya tienen los usuarios en bancos tradicionales para transferir su dinero a crypto y comenzar a aprovecharlo mejor en protocolos DeFi”, explicó a Contxto Santos Barrios, cofundador y CTO de Let’sBit.
3. MisFans
Origen: México
Industria: Web3
Fundadores: Alex Ramírez e Hiram Altamirano
Backing: $600K tras participar en 500 Latam
MisFans está convirtiéndose en un vehículo para que los creadores de contenido (un término muy amplio que incluye a diseñadores, escritores, bailarines, actores, artistas y un sinfin de categorías más) logren vivir de sus creaciones al permitirles monetizar con las herramientas de su plataforma. En vez de salirse de redes sociales centralizadas como YouTube, TikTok, Twitch e Instagram, los creadores pueden agregar todos los enlaces de sus perfiles a su cuenta de MisFans y ganar dinero desde ahí. Es una solución para el link-in-bio que busca lograr una de las promesas de Web3: empoderar a los usuarios de Internet sin que dependan de grandes empresas.
4. Lemon
Origen: Argentina
Industria: DeFi/Fintech
Fundadores: Borja Martel Seward y Marcelo Cavazzoli
Backing: Un total de $17.4 mdd en cuatro rondas de inversión, siendo la más reciente una Serie A a mediados de 2021.
Además de ser una plataforma para comprar y vender cryptos como Bitcoin y ETH con pesos argentinos, es la primera billetera virtual en el país que permite pagar con ambos tipos de divisas (crypto y fiat, o dinero tradicional). Lemon funciona como un puente entre el mundo crypto y el tradicional para incorporar poco a poco las criptomonedas en transacciones de la vida diaria. Otorga un cashback del 2% en Bitcoin por cada compra, tiene la tarjeta Lemon Cash para facilitar las transacciones y entre sus servicios también ofrece Lemon Earn, que utiliza protocolos descentralizados para generar ganancias en distintas cryptos.
5. Movii
Origen: Colombia
Industria: DeFi
Fundador: Hernando Rubio
Backing: La ronda más reciente es una Serie B de $15 mdd de Square y Hard Yaka.
Movii se creó en 2018 en Colombia. Ofrece una billetera digital y una tarjeta de débito vinculada a un sistema de pagos para comercios. Su sistema de pagos cuenta con autorización de reguladores colombianos. También ha colaborado con programas piloto del gobierno de Colombia para desarrollar servicios de depósito y retiro vía una plataforma de intercambio de criptoactivos.
6. Xcapit
País: Argentina
Industria: DeFi
Fundadores: Fernando Boiero y José Trajtenberg
Backing: $1.1 mdd en 3 rondas, y son parte del Fondo de Innovación de la Unicef
Xcapit es una solución creada con blockchain y A.I. para ayudar a crear riqueza en Latam mediante las inversiones y buena planeación financiera. Además de ofrecer cursos de educación financiera y herramientas para planear objetivos, la app de Xcapit permite ahorrar e invertir utilizando protocolos DeFi. Quizá esto es lo más interesante del proyecto, pues elimina a los wealth managers como intermediarios y permite que más personas, aún cuando no sean expertos en finanzas o tengan una cuenta bancaria, puedan invertir sin preocuparse de fraudes o malos manejos. Xcapit se describe como una wallet de custodia propia, de código abierto y descentralizada.
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