Contxto – Los desarrolladores de software ya eran codiciados incluso antes del aguafiestas de Covid-19. Y en una era pospandémica, saber programar será más necesario que nunca. Desafortunadamente, el trabajo está muy demandado y no hay suficientes profesionales.
Para solucionar este problema, Henry, una startup argentina, recientemente levantó fondos y participó en el grupo de verano 2020 de Y Combinator. Ahora, los fondos obtenidos con la aceleradora combinados con inversiones de Tim Draper y Mike Santos suman los US$300,000.
Y Henry tiene bien claro qué sigue: capacitar a 100,000 desarrolladores en los próximos cinco años.
“Nuestra meta es ambiciosa”, dice Martin Borchardt, fundador y CEO en Henry. “Queremos ser el hub de desarrollo más grande de Latam, potenciando el talento digital de las personas sin importar su nivel socioeconómico”.
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Startup Henry y la escasez de programadores
Datos recopilados por LinkedIn muestran que, en términos de trabajos remotos, los profesionales en software se encuentran entre aquellos que han experimentando el mayor crecimiento en demanda.
Pero no todos en Latam pueden asistir a una institución de educación superior para adquirir esas increíbles habilidades de codificación. Esto está provocando el ensanchamiento de la brecha entre las necesidades del mercado laboral y lo que la gente puede ofrecer.
“Hoy en día existen distintas academias digitales en Latinoamérica. Eso es una gran noticia”, le dijo la startup a Contxto. “Pero desde Henry creemos que hay un espacio para mejorar la capacidad técnica del graduado invirtiendo en desarrollar su talento. Se está buscando resolver solo una parte del problema, dejando sin oportunidades a mucha gente que no pueden pagar por esa educación para iniciar un nuevo camino profesional.”
“La educación es la mejor manera de resolver la desigualdad, pero sólo si es de calidad y está al alcance de todos”, concluye Borchardt
Amén a eso.
Programadores en Henry: aprenden ahora, pagan después
Henry examina a los solicitantes y los seleccionados participan en un bootcamp para convertirse en desarrolladores full-stack.
La startup solo cobra a los alumnos cuando se gradúan y consiguen un trabajo (de preferencia en desarrollo de software). Este debe cumplir con el nivel de ingresos básicos de la startup.
En otras palabras, la startup trabaja con sus estudiantes bajo un acuerdo de ingresos compartidos.
Al terminar el programa de cuatro meses, el equipo de Henry también ayuda a los graduados a conseguir un trabajo.
Desde asesorías sobre cómo perfeccionar sus perfiles de LinkedIn y Github, hasta modificar sus CV, la startup quiere ayudar a sus estudiantes (y a sí misma) a sobresalir.
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-ML
Traducido por Alejandra Rodríguez