Continúa percibiéndose el efecto multiplicador del ecosistema de VC en Latinoamérica. Ya hablábamos sobre emprendedores que están fondeando nuevas startups con recursos propios. Ahora empieza a ser común que este tipo de inversiones se vayan institucionalizando.
Un ejemplo es Nido Ventures, un nuevo fondo de inversión cuyos socios son emprendedores, empleados de startups y ejecutivos de empresas ya consolidadas.
Nido tiene cinco socios: María Gutiérrez, quien tiene experiencia trabajando en Apple y Tesla; Ana Carolina Mexia, CPO en la empresa de fitness Siclo; Emilio Rivero, que llevaba temas regulatorios en Bitso; Renato Picard, cofundador y CEO de la empresa de movilidad Urbvan; y Javier de la Madrid, quien dirige GBM+, la plataforma de inversiones de GBM.
El fondo no busca a empresas de un segmento en particular. Su criterio principal es aquellas que estén teniendo un gran impacto en industrias a través de la tecnología. «Hemos sido partícipes del poder transformativo que tienen las apps centradas en el usuario para mejorarles la vida,» aseguró De la Madrid en entrevista con Contxto.
Por esta razón, él y sus socios buscan empresas latinoamericanas con un fuerte enfoque en la experiencia del usuario. Aunque lleva poco tiempo activo como fondo, el portafolio de Nido ya incluye a Cheaf, una app para que restaurantes puedan vender sus excedentes con descuento y así evitar el desperdicio de alimentos, y Palenca, una API de nómina para ofrecer servicios financieros a empleados.
En términos de capital disponible, es un buen momento para crear una startup en Latinoamérica. Fondos regionales y de otras partes del mundo están ávidos de seguir invirtiendo en una de las regiones más prolíficas en términos de surgimiento de unicornios.
El objetivo de Nido es levantar capital de terceros para tener mayor disponibilidad de recursos y así invertir en más empresas. Sin embargo, lo que sus founders ofrecen es más que sólo capital, asegura De La Madrid: «En la etapa en la que estamos invirtiendo, lo que más necesita el emprendedor es apoyo. El que menos importa es el monetario; lo que más requiere es sentirse apoyado por gente que ya ha pasado por las mismas.»
Si los cinco socios no han pasado por alguna experiencia similar a la que el emprendedor se enfrenta, entonces Nido ofrece su networking. «Nos es importante complementar la experiencia con la de otros emprendedores que son parte de Nido», puntualizó el inversionista.
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