Todo comenzó en Bogotá, Colombia, hace más de cinco años, cuando Felipe Villamarín, Sebastián Mejía y Simón Borrero crearon Rappi como una solución de delivery.
Ya existían servicios de entrega a domicilio, pero Rappi logró capitalizar el uso de bicicletas, un medio de transporte común en Latinoamérica, para combatir el tráfico y lograr entregas con mayor rapidez.
La startup comenzó repartiendo comida, víveres, medicamentos y haciendo entregas prácticamente de cualquier cosa. Ahora, la empresa se ha consolidado como una super app; una empresa que cubre distintas verticales de negocio en casi todos los 9 países donde opera.
Entre la oferta de la compañía se encuentran RappiMall (su solución de e-commerce), RappiFavor (mensajería), RappiAntojo (compra de productos en cualquier tienda), RappiMobility (opciones de movilidad), RappiEntertainment (juegos, música, eventos y más) y Rappi Travel (viajes).
Desde sus inicios, Rappi ha atraído la atención de los más grandes inversionistas en la región como DST Global, quien en 2018 lideró una ronda de inversión de $220 millones de dólares (mdd).
Softbank también inyectó capital por $1,000 mdd en 2019, una de las inversiones más grandes que ha hecho el fondo en la región y con la cual Rappi realmente atrajo aún más atención de inversionistas del mundo entero. Otros fondos con bastante visibilidad –incluyendo Delivery Hero, Y Combinator, Investo, Sequoia Capital y recientemente T. Rowe Price– han liderado las distintas rondas de la compañía.
Hasta ahora, Rappi cuenta con fondos por alrededor de $2,200 mdd, es un unicornio valorado en $5,25 mil mdd, y se espera que salga a bolsa próximamente.
Escuela para los nuevos founders
Todos los hitos que ha marcado Rappi no sólo han representado un avance para esta compañía. Su éxito también ha dado pie a una nueva generación de fundadores que, gracias al aprendizaje hands on que tuvieron como empleados o inversionistas de una empresa de rápido crecimiento como Rappi, decidieron iniciar sus propias compañías con la bendición y guía de la empresa colombiana.
Este fenómeno conocido como el efecto multiplicador es común en el mundo del emprendimiento. Quizá la “mafia” más famosa es la de PayPal, pues algunos de sus fundadores y empleados más célebres, como Peter Thiel, Reid Hoffman y Elon Musk, fundaron empresas como Palantir, Tesla, y LinkedIn al salirse de la empresa de pagos.
En el caso de Latinoamérica, algo parecido había ocurrido antes con Linio. Varios ex empleados o inversionistas de Nubank también han creado sus propias compañías o invertido en otras.
Sin embargo, Rappi lleva la delantera. ALLVP, fondo de capital de riesgo en mexicano, estima que ex empleados o inversionistas de la startup colombiana han consolidado una «mafia»más joven que ya cuenta con más de 60 empresas.
Destacamos aquí a algunas de ellas:
- Frubana: plataforma de compra en línea y distribución de alimentos y productos para restaurantes. Su fundador es Fabián Gómez, quien trabajó como Expansion Leader en Rappi.
- Houm: startup que nació en Chile como una solución para la renta y compra de un inmueble de forma más rápida. Su cofundador, Camilo Marroquin, fue director de operaciones a nivel global en Rappi.
- Laika: plataforma de e-commerce de origen colombiano que ofrece productos y servicios para mascotas. Su cofundadora Manuela Sánchez Villamarín fue Strategic Partnerships Revenue en Rappi.
- Tributi: fintech de Colombia que ayuda a declarar renta de manera rápida y certera. Uno de sus fundadores, Andrés Vélez, trabajó en Rappi como Head of Strategy.
- Ontop: también de Colombia, se dedica a automatizar contratos, pagos, impuestos y nóminas. Su cofundador, Santiago Aparicio fue Corporate Partnerships Director en Rappi.
- Muni: una app que permite que las personas vendan productos de supermercado desde el smartphone. Su fundadora, Maria Echeverri Gómez, trabajó como Operations Manager y Business Unit Head en Rappi.
- Chiper: empresa B2B de e-commerce nació en Colombia con el objetivo de que sus clientes encuentren los productos más baratos a través de un catálogo de proveedores. Su fundador José Jair Bonilla es inversor de Rappi.
- Sumer: con sede en Colombia, la startup ofrece servicios B2B para que las pequeñas y medianas empresas tengan su canal de e-commerce, gestionen sus egresos e ingresos, así como métodos y creen promociones. Fue fundada por Yerson Cacua, Óscar Arellano y Joaquín Serrano, los tres son ex Rappis.
- BHub: nativa de Brasil, la compañía se enfoca en el “back-office-as-a-service”, lo que incluye contabilidad, servicios legales, de CFO y recursos humanos. Su actual CEO y también cofundador, Jorge Vargas Neto, trabajó en Rappi como CPO de la vertical de RappiBank.
- Seeri: es una plataforma de Colombia que permite que las personas vendan desde su teléfono. Felipe Racines, uno de sus co fundadores, fue Director Whim and Courier, Product Lead, Regional General Manager y City Manager en Rappi.
- Yuno: es una plataforma de integración de pagos y gestión de fraude que nació en Colombia. Juan Pablo Ortega es uno de los cofundadores y también fue cofundador de Rappi, y Julián Núñez es el oto cofundador de Yuno, quien se desempeñó como Global Head of Paga con Rappi y Global Head of e-commerce en la misma compañía que su socio.
- Plerk: la plataforma nativa de México permite que las empresas creen planes para otrogar prestaciones y beneficios a sus colaboradores. Ángel Arias, cofundador y co-CEO de la compañía fue Head of Expansion y General Manager en Rappi. También, Miguel Medina, cofundador y co-CEO de Plerk, fue Regional Manager y Launcher en Rappi.
Además de ser fundadores, muchos de los empleados de Rappi, incluyendo los fundadores, son inversionistas de empresas como Sumer, Jokr, HelloGuru, Frubana y otras startups que los ex Rappis han fundado.
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