Contxto – Si te gustan los deportes, estas siglas significan Most Valuable Player (jugador más valioso). Y, pues sí, si quieres que tu startup se acerque al éxito tendrás que crear un producto mínimo viable (MVP) que actúe como el jugador estrella en el campo de juego del mercado.
Por ello, nos hemos aliado con los consultores y desarrolladores de MVPs de Rionic para crear esta guía rápida, para empaparte de las mejores prácticas para la creación de un MVP en 5 sencillos pasos.
Porqué el MVP es tan importante
Primero que nada, ¿por qué a la gente le importa tanto este término?
Un MVP es un prototipo. Es una prueba eficiente para saber qué tipo de producto se ajusta mejor al nicho de mercado o vertical al que quieres entrar.
Tomemos como ejemplo a una panadera. Puede que haya demanda de pan en su pueblo, pero si su pan no es bueno, nadie lo va a comprar.
Pero,del mismo modo, si hornea un pan de masa madre de centeno, rico, pero caro, solo unos pocos de los clientes más hipsters les interesará comprar su producto. No estaría cubriendo las principales necesidades del mercado.
Por lo tanto, para la panadera es mejor comenzar con el pan blanco tradicional (su MVP). Claro que debe ser sabroso, pero necesita ser rápido, sencillo y barato para que sea accesible para todos (y asequible para ella).
¿Qué es un MVP?
La locura de crear un MVP tiene un cierto atractivo. En lugar de enfocarte en cada pequeño detalle, un producto mínimo viable te obliga a atacar cada faceta del lanzamiento de un producto que sea lo más simple posible (de ahí viene su nombre).
Al nivel más básico, tu MVP debe cubrir cada una de las vocales. Debe ser:
- Accessible
- Efectivo
- Intuitivo
- Optimizado
- Útil
Para lanzar algo viable, tu producto no puede darse el lujo de tener solamente uno o incluso cuatro de estos elementos. Debe tenerlos todos. Entonces, dependerá de ti balancear todo a la perfección.
Cómo crear tu MVP
1. Accessible
Un MVP debe ser accesible a tus clientes. Suena lógico, pero espera. La accesibilidad puede tomar muchas formas desde temas de distribución, consistencia, funcionalidad y hasta estética.
Por ejemplo, en el ámbito del desarrollo de apps, la consistencia y la distribución son críticas. Puedes lanzar un MVP de una app que funcione de maravilla en un iPhone, pero resulta que tu mercado objetivo prefiere otro sistema operativo.
Esto pasó en una situación literalmente de vida o muerte después de que el gobierno mexicano lanzó una app para rastrear el Covid-19, pero al principio no estaba disponible para iOS.
Esto significó que, incluso si la app era buena, durante semanas no pudo ser utilizada por el 15 por ciento de la población que utiliza un celular inteligente (la población trotamundos que muy probablemente pudo haber contraído el virus primero).
La app de Covid simplemente no estaba atrayendo a la audiencia adecuada.
El equipo de desarollo de Rionic son el tipo de especialistas que prevén estos errores comunes del software. Tienen trucos como el enfoque de “escribir una vez, usar dos veces” para el desarrollo de aplicaciones, donde diseñan una aplicación para que contenga los mismos rasgos y funcionalidad en diferentes sistemas operativos.
Por lo tanto, recuerda, si estás haciendo que las personas trabajen para llegar a tu producto, simplemente no se molestarán. Facilita el acceso a tu MVP.
2. Efectivo
El tiempo es esencial. Una de las razones por las que un MVP debe ser una solución básica es que tan pronto comiences a lanzar un producto, lo más probable es que comiences a tener gastos operativos. Una vez que tengas esos, sin importar cuán pequeños, automáticamente tienes un runway.
Necesitas darte tiempo para fallar y aprender conforme creas y ajustas tu MVP. Tienes que hacer las cosas rápido.
Olvídate de las métricas de vanidad o las visiones idealistas de lo que tu producto podría llegar a ser. En el aquí y ahora, lo que debes hacer es optimizar (si no es que encontrar atajos) con los recursos a tu disposición.
Por ejemplo, en sus primeros días a la startup de última milla Glovo se le ocurrió una solución creativa para complementar sus deficiencias estructurales.
En lugar de rogarles a las compañías se registraran en su plataforma. El fundador de Glovo simplemente tomó fotos de los restaurantes, subió a sus menús y cuando llegaba una orden, simplemente la pedía él mismo.
Al principio, le correspondía a Glovo demostrar que sus servicios eran requeridos. Pero, tras un rato, los restaurantes se registraron al observar que sí era un servicio que la gente quería usar.
3. Intuitivo
¿Sabes por qué los sitios de redes sociales ya no lanzan nuevos diseños de página como antes? Porque todos detestaban que lo hicieran. Algunas personas incluso auguraron la muerte de Instagram porque cambió su imagen alguna vez.
Hoy en día, cuando Facebook o Twitter lanzan nuevas interfaces, el proceso involucra pasos previos, como pruebas beta, previsualizaciones y maquetaciones. Ya entendieron que, a menudo, sus empleados están demasiado metidos para saber si su producto es intuitivo o no.
Sin embargo, como startup, tú no tienes el tiempo ni los recursos para hacer todo esto.
Entonces, ¿cómo se llevan a cabo todas estas pruebas de mercado para mantener un producto atractivo en general? La respuesta es: lanza y adáptate. Una vez que el público tenga acceso a tu producto, mide los resultados y adáptate.
El punto es entrarle sabiendo que va a equivocarte, ¡pero no durante mucho tiempo!
Es por eso que la simplicidad es clave cuando se lanza un MVP. Los productos demasiado complicados no solo son difíciles de usar para los clientes, sino que consumen más recursos de los que vale la pena crear.
De hecho, el “mínimo” en MVP muy pocas veces es una limitante, más bien es un recurso excelente.
4. Optimizado
¿Qué tan bajo puedes ir? Podría ser fácil hacer un producto simple quitándole todo lo bueno. Pero, hacer un “producto mínimo viable” es hacer el producto más simple que una persona comprará. Este es el verdadero desafío.
No es que intentes engañar a tus usuarios. Más bien, está tratando de optimizar el uso de la oferta y la demanda.
Gasta muy poco en un aspecto del producto y nadie pensará que vale la pena comprarlo. No será viable.
Gasta demasiado en otra y estarás desperdiciando recursos (tiempo, dinero, generalmente ambos) en un aspecto del producto que sin duda evolucionará… O peor aún, le estarás asignando la etiqueta «mínimo viable» a un aspecto que debería convertirse en una de las «funciones premium» por las que cobrarás algún día más a tus clientes.
Recuerda que lo que buscas es ajustarte al mercado. A fin de cuentas, un MVP es la manera más eficiente de saber lo que los clientes quieren de ti. Lo suficiente es más que suficiente.
5. Útil
Al final, el producto más atractivo para un cliente es uno que necesiten. Si lo creas y no atraes clientes, aun con buena distribución, accesibilidad y demás, entonces no tienes un MVP.
Claro, tendrás que lanzar el producto para evaluar realmente si alguien, además de ti, lo encuentra útil. Puedes tratar de mejorar un producto todo lo que quieras para hacerlo «perfecto» antes de lanzarlo. Pero, al final, no hay mejor maestro que el mercado.
Piensa en una empresa como Gympass. Comenzó su vida vendiendo suscripciones individuales a gimnasios a personas, una base de clientes engorrosa y difícil de manejar.
Sin embargo, el producto rápidamente atrajo el interés de empresas que querían el servicio de Gympass para sus empleados. Entonces, la startup pivotó y recreó su producto más básico para pasar de B2C a B2B.
El mercado le dijo a la empresa qué camino tomar. Gympass nunca hubiera sabido cuál era el mejor camino a seguir si no hubieran salido y demostrado su utilidad en el mundo real.
Lanzar un MVP es la mejor manera de averiguar si su producto es útil. Estás probando su utilidad con el mejor grupo de prueba: el mercado.
MVP es tu fiel corcel en el Lejano Oeste del emprendimiento
Hay una razón por la que el estereotipo de los capitalistas gira en torno a la imagen del empresario despiadado.
Tienes que salir y realizar los proyectos. Solo entonces te darás cuenta de los problemas, las trampas y los puntos débiles que ni siquiera imaginaste cuando estabas trazando tu plan.
Sin embargo, a menudo lanzar un producto significa iniciar la cuenta regresiva de un runway que no puedes darte el lujo de dudar. Necesitas ser efectivo. Necesitas convertirte en ese rudo emprendedor del Lejano Oeste.
Afortunadamente no tienes que hacer el trabajo tú solo. El ritmo acelerado de la creación de un MVP ha creado un mercado fructífero de empresas que buscan ayudar a las startups a acelerar este proceso.
De hecho, tenemos unos buenos amigos que pueden echar una mano cuando se trata del lado más técnico, como escribir código, en esta fase crucial de tu desarrollo. Rionic es una agencia especializada en el desarrollo de MVP y plataformas de etapa temprana para startups. Se centran en la consultoría MVP y el desarrollo MVP.
Si estás interesado en una consultoría de creación de MVP o en sus servicios de desarrollo de MVP o simplemente quieres más información sobre cómo crear el mejor MVP posible, envíales un mensaje.
Y recuerda, si solo eres un chico o una chica con la simple ambición de revolucionar el mundo con tu solución, no hay un camino de corte más claro que el de un excelente MVP debajo del brazo.
-AG