Addi, una startup fintech de rápido crecimiento con sede en Colombia, acaba de recaudar un total de 86 millones de dólares en una ronda de financiación que incluía capital y deuda. La aplicación “compra ahora, paga después”, que ha acumulado 2 millones de clientes desde su creación en 2018, recibió 36 millones de dólares en capital de un grupo de inversores entre los que se encontraban las empresas de capital riesgo Union Square Ventures y Andreessen Horowitz, así como GIC Private Ltd., el gestor de las reservas de divisas de Singapur.
Además de la inversión en capital, Goldman Sachs Group aportó 50 millones de dólares en financiación de deuda, con lo que el total recaudado en esta ronda asciende a 86 millones de dólares. Esta última inyección de capital se produce tras una ronda de financiación anterior, a finales de 2021, que valoró a Addi en más de 700 millones de dólares. Sin embargo, desde entonces la empresa ha tomado la decisión de reducir su valoración aproximadamente a la mitad, según el director general y cofundador, Santiago Suárez.
Suárez, desde la sede de Addi en Bogotá, explicó que la empresa había recaudado dinero durante el boom de las fintech y se sentía cómoda con la decisión de reducir su valoración. También reveló que Addi ha dejado en suspenso sus planes de expansión en Brasil y México, optando en su lugar por centrarse en el crecimiento en su mercado de origen, Colombia.
A pesar del recorte de valoración, Addi ha experimentado un crecimiento impresionante en el último año. La base de clientes de la empresa aumentó un 60% en 2023, y más de 13.500 minoristas utilizan ahora su sistema de procesamiento de pagos, un aumento significativo respecto a los aproximadamente 1.000 comerciantes a los que prestaba servicio en 2021. Las ventas en los comercios afiliados alcanzaron la asombrosa cifra de 1,6 billones de pesos (413 millones de dólares) el año pasado.
El sector de comprar ahora y pagar después ha experimentado un aumento de popularidad en todo el mundo, y sólo los compradores estadounidenses gastaron casi 10.000 millones de dólares a través de estas aplicaciones durante el Viernes Negro del año pasado. Aunque estos servicios suelen ofrecer tipos de interés más bajos que las tarjetas de crédito, algunos críticos sostienen que su fácil accesibilidad puede fomentar hábitos de gasto irresponsables.
Sin embargo, Suárez sostiene que la modelización avanzada de la solvencia de Addi ha permitido a la empresa mantener su cartera de préstamos con más de tres meses de retraso en sólo el 1%. Afirma que esto ha permitido a Addi seguir ofreciendo créditos incluso cuando los bancos locales endurecen sus prácticas crediticias, proporcionando opciones financieras a colombianos que de otro modo no tendrían ninguna.
Mientras las empresas de capital riesgo siguen invirtiendo dinero en América Latina -con 2.000 millones de dólares recaudados por fondos dedicados sólo en 2023-, la exitosa ronda de financiación de Addi y su impresionante crecimiento demuestran el potencial de la región para la innovación y la disrupción de la tecnología financiera.
