Vammo, la startup de movilidad eléctrica, anunció que levantó una ronda de Serie A por USD$30 millones, liderada por monashees y con la participación de Construct Capital, 2150 y Maniv Mobility.
El capital se utilizará para ampliar las operaciones en São Paulo, así como expandirse a otros países, como Colombia y México.
Creada por los estadounidenses Jack Sarvary (exRappi) y Billy Blaustein (exTesla), la startup ofrece el servicio de alquiler de motos eléctricas de diferentes marcas, incluyendo el cambio de baterías y el mantenimiento de estas. El público objetivo es la flota de mensajeros en moto que trabajan en São Paulo.
“Nuestro objetivo es desarrollar la infraestructura necesaria para que la movilidad eléctrica sea una realidad en la región.
“Nos entusiasma traer a Brasil a inversores que apuestan por Vammo para liderar esta transición y que, como nosotros, creen que los vehículos de dos ruedas serán los primeros en popularizarse de verdad entre los vehículos eléctricos”, asegura Sarvary, CEO, a través de un comunicado.
Lanzada el año pasado como Leoparda Electric, la startup sufrió un cambio de marca a principios de 2023. Actualmente cuenta con ocho bases de intercambio de baterías en la ciudad de São Paulo y más de 300 clientes.
Los fundadores planean abrir una fábrica en Manaus en los próximos meses para escalar el negocio a partir de la producción de motocicletas y baterías Vammo.
“Creemos que, aquí en Brasil, esta revolución de la movilidad eléctrica no ocurrirá de arriba abajo, como ocurrió en Europa y Estados Unidos, con marcas como Tesla. Son las motos, y no los coches, las que impulsarán el mercado electrificado y transformarán la cultura de la movilidad.
“Los coches eléctricos siguen siendo demasiado caros para la mayoría de la población, pero nuestra propuesta ofrece una solución más barata que puede interesar tanto a los millonarios como a la población de bajos ingresos”, explica Blaustein, COO de Vammo.
De acuerdo con información de la startup, el 15% de las emisiones mundiales de CO₂ son generadas por los vehículos de carretera. Eso se traduce en 5,900 millones de toneladas de CO₂ por año. A pesar de esto, sólo el 1% de las motos vendidas en América Latina son eléctricas.