Esta semana nos tomamos nuestro “Morning Coffee” con Claudio Barahona, el Open Innovation Manager de Movistar Chile y líder en Wayra.
Contxto – Mientras prácticamente todo el mundo se encuentra hoy en casa, teletrabajando por precaución debido al coronavirus, nos damos cuenta con asombro de lo globalizado que está todo.
Un virus se expande por el mundo de forma exponencial en cuestión de días. Ya no quedan dudas que pase lo que pase en una ciudad del orbe, puede llegar muy rápidamente a otra, a miles de kilómetros de distancia. Lo mismo pasa con los negocios y la innovación. Ya nada queda solo en un territorio, sin impactar en otros.
Casualidad o no, también justo hoy se dio a conocer el reporte del estado del fenómeno de Corporate Venturing en Latinoamérica. ¿Qué tanto se ha realmente viralizado el corporate venturing en nuestra región? Algo que ya es una practica común en Estados Unidos y Europa, parece aún no tomar real fuerza en Latam.
El reporte “Corporate Venturing Latam 2020: Corporate Giant’s Collaboration with Startups in Latin America”, realizado por el IESE, Wayra de Telefónica y CORFO, muestra cómo se encuentra la actividad del trabajo entre las grandes empresas (facturación de más de US$4,000 millones) y las startups en Latinoamérica.
Más de 180 subsidiarias de 107 gigantes corporativos se encuentran realizando algún tipo de iniciativa de corporate venturing. Este número llama bastante la atención, ya que sin duda es una cifra importante.
Al ser uno de los primeros estudios del fenómeno, cuesta saber sobre su crecimiento comparado con años anteriores, sin embargo muchos probablemente coincidirían conmigo que hace seis o siete años prácticamente ninguna gran empresa se relacionaba con startups por medio de una iniciativa establecida.
Es decir, hay más gigantes corporativos trabajando con startups: ¡Buena noticia!
Pero al comenzar a entrar a estudiar los detalles del reporte es donde comienza la situación preocupante. Veamos…
Más “Innovation Theater”, que apuestas de verdad
El 82 por ciento de las iniciativas son hackatones, concursos, coworkings o las famosas convocatorias de scouting. Es decir, la mayoría de las grandes empresas hacen más bien actividades que buscan relaciones públicas o marketing, más que realmente enfocarse en hacer negocios.
Solo el 18 por ciento tiene iniciativas que significan que la empresa realmente se mete las manos al bolsillo para apostar de verdad por una startup, mediante mecanismos de CVC, Venture Building o M&A.
Es decir, en la región estamos más enfocados en el teatro que en realmente hacer negocios que impacten el EBITDA de la gran empresa.
Las grandes empresas de origen latinoamericano apuestan poco
Salvo excepciones notables como Mercadolibre o Bimbo, son muy pocas las empresas de origen latinoamericano que están sumándose a esta tendencia.
Llama la atención que el 69 por ciento de las subsidiarias que hacen corporate venturing tienen su sede fuera de Latino Améroca (45 por ciento europeas más un 24 por ciento de Estados Unidos). Es decir, el fenómeno es más bien traído a la región por empresas extranjeras.
¿Y los empresarios locales?
Brasil lidera por mucho
Como también ocurre en la actividad de capital de riesgo (VC) y el número de unicornios, Brasil domina absolutamente en la región.
El resto, o sea Hispanoamérica, va muy por detrás, destacándose México y Colombia. El Cono Cur, con Argentina y Chile, y Perú están al debe, existiendo un par de casos interesantes, pero que al mirar el tamaño regional terminan siendo insignificantes.
No creo que quepan dudas sobre los beneficios de que tengamos más corporate venturing en Latam. Más grandes empresas invirtiendo en startups, abriendo sus canales de distribución, apostando por el talento emprendedor y posiblemente comprando startups, puede ser el gran punto de inflexión que lleve a estos ecosistemas al siguiente nivel.
Hoy cuando hablas con un emprendedor y le preguntas sobre su estrategia de exit, la mayoría de las veces te va a nombrar a algún gigante corporativo. Y mientras más cercanos sean éstos al ecosistema emprendedor, más probable es que ese exit ocurra, concluyendo así la cadena de todo el ecosistema emprendedor:
Dando retornos a los inversores y fondos, generando más empleo y cumpliendo el ciclo para el cual se diseñan la mayoría de las políticas públicas en nuestro continente.
¿Qué hacer entonces para fomentar el corporate venturing?
En mi humilde opinión, hay que mostrar más los casos de éxito y referencia a los empresarios que aún no se atreven dar el paso, además de dejar de hacer iniciativas de teatro de innovación como hackatones y convocatorias, para enfocarse en negocios de verdad, que buscan impacto.
Esto ya no va de RSE ni marketing para salir en una bonita foto en la prensa, sino que va de invertir dinero en serio en startups, apostando por los negocios del futuro.
Claudio Barahona es el Gerente de Innovación Abierta de Movistar Chile y líder de Wayra, la iniciativa de Telefónica que conecta a la empresa con startups y ecosistemas de innovación e invierte como capital de riesgo corporativo en empresas de tecnología innovadora con escalabilidad global. El diario financiero chileno lo nombró “Young Influencer 2017”.
Disclaimer: El autor de esta columna participó en la dirección y realización del reporte durante el año 2019. Las opiniones de esta columna corresponden a Claudio Barahona y no representan la opinión de Telefónica, IESE o CORFO.