Contxto – Itaú, el segundo banco más grande de Brasil, incursionó en el mundo fintech con el lanzamiento de una app llamada Ank. El objetivo de la app es simple: ayudar a los consumidores a llevar el control de sus cuentas de banco en una ubicación central.
La idea es que Ank sea la primera opción cuando los consumidores necesiten hacer cualquier transacción. Los usuarios le entregan todas sus cuentas y contraseñas a Ank y dejan que la app haga todo el trabajo pesado cuando haya que realizar cualquier transacción con esas cuentas.
Eso definitivamente es mejor que pasar horas buscando la contraseña para la cuenta de banco que seleccionaste cuando eras un niño cada vez que quieras verificar tu estado de cuenta.
Leonardo Rubenstein, CEO de Ank, dice que su equipo se dio cuenta de que muchas startups fintech en toda América Latina se enfocan en los jóvenes y en las personas que no están integradas formalmente en el sistema bancario. Por otro lado, Ank, no conlleva crear una nueva cuenta o adquirir una tarjeta. Más bien, ofrece una mejor forma de administrar las cuentas que sus usuarios ya tienen.
Ank no solo les ahorra tiempo a los consumidores porque ya no tendrán que iniciar sesión ellos mismos. Está haciendo que enviar dinero sea más fácil que nunca. Ni siquiera necesitas conocer el número de cuenta del destinatario. Todo lo que necesitas es su número de celular o dirección de correo electrónico y Ank se asegurará de que el pago se realice sin problemas.
Nueva banca de un viejo gigante de Brasil
Rubenstein resalta el enfoque de Ank en los usuarios como fundamental para la creación de la app. Comparada con la experiencia tradicional, esta es una bocanada de aire fresco. Especialmente en América Latina: largas filas, horarios de atención reducidos y empleados malhumorados.
Pero ¿por qué uno de los bancos más grandes se molestaría en crear esta app? Quizá se están sintiendo presionados con el auge de fintech. Definitivamente tienen razones. De hecho, en Contxto hemos cubierto la ola fintech que está arrasando por el continente y somos optimistas sobre sus oportunidades de crecimiento (¡mantente atento porque viene mucho más contenido fintech!).
Fintech no se irá a ningún lado. Y los jugadores más importantes como Itaú saben que tienen que ponerse las pilas para ser una opción atractiva para la generación z y los millennials. Para destacarse en este marketplace saturado de abundantes productos financieros, saben que es crucial proporcionar ofertas digitales de primer nivel. Y Ank representa un primer paso en esa dirección.
¿Desagregación en fintech = opciones abrumadoras?
Ank está luchando por los consumidores que tienen que lidiar con una enmarañada red de cuentas y servicios bancarios. Aunque, irónicamente ¿estará Ank empeorando el problema al proporcionar otra app con más servicios y una nueva contraseña?
Para contestar esa pregunta, hablemos sobre el “unbundling” o “desagregación”. Este término se refiere a la idea de que los consumidores ya no tienen que comprar un paquete costoso que incluye varios servicios, ahora los pueden comprar a la carta.
En los medios, desagregar significa escoger exactamente los canales de televisión que deseas. En el sector de viajes, se traduce en boletos de avión baratos con muchos complementos, como agregar equipaje y la selección de asiento.
En fintech, desagregar podría significar usar una cuenta porque su app funciona bien, otra porque ofrece cuentas de ahorro de alto rendimiento y otra más porque su tarjeta de crédito viene con beneficios.
Esto es muy diferente a como los bancos han trabajado tradicionalmente, (durante la mayor parte de la época de nuestros padres y abuelos); los consumidores tenían menos opciones y, a menudo, elegían el banco que estaba mejor ubicado.
Las elecciones libres sin duda son un paso adelante. Pero, ¿cuándo se saturan los consumidores con opciones? Ank está tratando de optimizar los servicios en la fiebre fintech, pero ¿podrían estar contribuyendo sin querer al problema en cuestión?
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-RK
Traducido por Alejandra Rodríguez
