Contxto – Con casi dos docenas de fintechs, Centroamérica es una potencia es pasada por alto. Quizá sea porque a menudo la gente piensa en esta región latinoamericana en términos de sus países: Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá.
Sin embargo, con un mercado de más de 44 millones de personas (más que la población de Argentina), las startups fintech de Centroamérica no son algo que debería tomarse a la ligera.
¿Falta una startup?
Fintechs en Centroamérica
Esta subregión tiene una fortaleza que proviene de su entendimiento de que sus mercados nacionales son pequeños. Los países de Centroamérica no solo son de los más pequeños en la región, tampoco tienen mucho poder adquisitivo.
Su solución ha sido la de unificarse. Incluso han llegado a contemplar al Caribe dentro de su esfera de influencia. Esto es lo que la superapp en ciernes, OMNi, está intentando hacer al abordar terreno que no ha sido cubierto por Rappi.
Por lo mismo, con su mercado unido, Centroamérica ofrece muchas oportunidades para la diversificación.
Oportunidades para la diversificación
El principal desafío al que se enfrentan las fintech centroamericanas es la falta de infraestructura tecnológica y experiencia. Es por eso que los fondos de impacto social son actores importantes en la región.
BID Invest recientemente otorgó US$40 millones en deuda a Cuscastlan, que en otros lugares pudo haber sido cubierta por el mercado.
Por lo tanto muchas de estas startups cubren servicios que pueden considerarse “básicos” en centros fintech más grandes. Esto explica por qué abundan los servicios de pagos en línea y porqué solo uno de ellos está registrado como una plataforma de facturación oficial.
Sin embargo, siempre existe la posibilidad de superar a sus otros competidores latinoamericanos. Mi atención está puesta en soluciones ambiciosas que cubran toda la región como las de OMNi.
-AG
Traducido por Alejandra Rodríguez